-¡¿Qué es lo que sucede aquí?!
Me despiertan los gritos de Scarlett. Trato de moverme, pero me doy cuenta de que Mike me tiene agarrada de la cintura.
Está vestida de fiesta, como si acabara de regresar de una.
-No es nada, Scar. Vimos una película de terror y yo...
-Y tú tuviste miedo, lo entiendo.
-Buenos días, preciosa - me dijo Mike, sin darse cuenta de que Scarlett está aquí.
-¡¿Por qué te dijo preciosa?!
-Quieres no gritar por favor, acabo de despertar ¿si?- dice Mike refregándose los ojos.
Mientras ellos se ponen a discutir, reviso mi teléfono. Tengo siete mensajes. Seis son de Lucas disculpándose por no venir a casa, y diciendo que prefiere hacer el trabajo él solo. Bien por mí. El otro es de Brandon:
¿Dónde estás? Quiero hablarte de algo.
Besos.Parece preocupado.
-Fran, tu amiguito Gavin te está esperando afuera- anuncia Scarlett mientras se quita los zapatos con taco.
-¿Quién es ese tal Gavin?- pregunta Mike anonado.
-Es nuestro vecino, idiota.
Vuelven a pelear otra vez, mientras yo bajo las escaleras y abro la puerta, encontrándome con Gavin nervioso.
-¿Estás bien? ¿Pasó algo?
-Es que, bueno lo que sucede es que...
-Suéltalo.
-Me voy de la ciudad.
**
Al subir otra vez las escaleras, veo que Mike está sólo con pantalones.
-¿Acaso te gusta algo de lo que ves, que te quedas mirando?
-Augh.
Voy a la habitación de Scarlett, aún un poco aturdida por lo que me acaba de decir Gavin. Noto que estaba profundamente pensando en algo, pero cuando nota que entro en la habitación, sale de sus pensamientos, y me sonríe.
-¿Me acompañarás a por un vestido para el baile?
-Claro, pero ahora debo ir con Brandon- se tensa cuando digo su nombre-, tal vez en la tarde.
-Si, te llamo- responde con una sonrisa forzada, no entiendo qué le pasa.
Hace un gesto de despedida y respondo a Brandon que nos veremos en la cafetería en diez minutos.
-Bien, habla. Por qué un mensaje tan preocupado.
-Em, el tema es que, yo -hace demasiadas pausas al hablar, eso no es bueno-, ayer salí con... Scarlett y...
-¡¿Con quién?!- es imposible que sea tan egoísta como para quitarme a otra de mis amigas tratando de conquistarla.
-Y nos besamos, y me gustó, y le gustó, y quiero estar con ella todo el tiempo, quiero estar con ella ahora, y no quiero que te enojes, y...
-¡Cállate!- se calla de golpe y me mira a los ojos.
-Lo lamento.
-Está bien, no puedo prohibirte nada, pero no quiero que le hagas daño, ¿está bien?- asiente con la cabeza.- Ahora debo irme, adiós- le sonrío antes de irme y luego me voy.
Luego de caminar una cuantas cuadras, doblo la esquina y veo que Mario está sentado en el techo de la casa. Eso es lo que así en Italia cuando sentía triste o agobiado.
Subo a su habitación, y me siento en el techo junto a él.
-Vete, quiero estar solo.
-Bien, me voy.
-No, no, lo lamento quédate- me suplica, estuve a punto de reir por su reación, pero noté que no era momento para bromas.
Vuelvo a sentarme junto a él.
-¿Qué pasa?
-Se llama Caroline...
Me dio un gran discurso sobre cómo se enamoró de ella.
-Una palabra: Juégatela.
Me despido con un adiós, y voy a buscar mi bolso al auto de papá.
Mientras busco las llaves en mi bolsillo, una mano rodea mi cintura y me dice al oído:
-Ven conmigo.
Es Mike. Y está ebrio.
Entramos a su casa, y me ofrece una lata de cerveza.
-No, Mike, estás ebrio.
Me besa suave en los labios, pero de apoco se va volviendo un beso más intenso.
Deja su lata en la mesa y lo miro a los ojos.
-Mike- le dije entre besos-, no puedo.
Se separa.
-¿Qué?, ¿por qué no?
-También estás con otra chica.
-Eso solo era un juego, preciosa, nada serio.
Vuelve a besarme, y esta vez no puedo resistirme. Le devuelvo el beso. Pero no pasa de un beso muy tierno y dulce.
Suena el sonido de una puerta abrirse, debe de ser Scarlett. Me separo de Mike, lo más rápido posible y comienzo a excusarme.
-Hola, Scar, no quise venir es que Mike...
Pero abro los ojos como platos al notar que la persona que netra a la casa no es Scar, sino que es la madre de Mike y mi padre, pero no están entrando como vecionos, sino que lo hacen como uno muy buenos vecinos.
-¿Papá?- digo perpleja, el separa sus labios de los de la madre de Mike y me mira de la misma forma, pero con un deje de miedo y nerviosismo.