Inuyasha: Un secreto y un nuevo amor.

Capítulo 49 - Una sorpresa.

Sakura se había retirado del despacho de su amo para darle la privacidad que necesitaba en ese momento, ella sabía que aquel pergamino no era una noticia buena, probablemente el lord del sur estuviese tramando alguna cosa en contra de su amo.

Sesshomaru se encontraba aún con el papel entre sus garras, tenía unas ganas enormes de hacerlo trizas sin leerlo, pero sabía que aquello solo sería un acto ilógico e inconsciente sobre lo que podría estar solicitando aquel yokai que hace mucho tiempo no se oponía a las leyes que habían estipulado su padre y él.

— “Simplemente ábrelo, no puedes seguir esperando a que las dudas sigan en tu mente” —dijo Yako incitando a que el demonio abriera el pergamino y leyera el contenido.

— “Nada bueno puede significar la presencia de este pergamino, el lord del sur no es alguien que envíe documentos sin ningún interés para él” —respondió Sesshomaru ante la insistencia de su bestia interna, pero tenía razón.

— “Ábrelo de una vez y averigua que es lo que tanto quiere aquel detestable hombre” —dijo una vez más Yako, algo le decía que nada estaba bien y que aquel pergamino traería consecuencias.

Sesshomaru decidió retirar el sello que cubría la cinta que hacía que aquel documento se encontrase intacto. Retiró con lentitud cada uno y comenzó a abrir el pergamino con cuidado, como si puede existir una trampa en su interior.

“Estimado Lord Sesshomaru,

Sé que mi repentina aparición puede resultarle algo confusa por el momento, pero debido a las circunstancias me he visto en la obligación de recurrir a elaborar un documento en el cual pueda expresar mi disconformidad ante los tratados que se han respetado desde hace mucho tiempo.

Comprendo que usted, como líder del oeste, se encuentre ocupado en sus quehaceres de mantener a salvo sus tierras y a sus subordinados, pero tampoco puede pretender seguir manteniendo la paz entre ambos puntos cardinales sin que haga presencia a ninguna de las reuniones en las que ha sido solicitado.

También comprendo que su vida personal es algo completamente fuera de discusión, pero desde hace un tiempo he estado tratando de idear una forma en que nos reunamos a discutir ciertos asuntos, de manera pacífica, que podrían ser de interés para ambos y que, además, beneficiarían enormemente a cada uno de nosotros.

Comprenderá que, como padre, debo buscar el mejor de los partidos para mi única hija y, en vista de que siempre he tenido presente su figura, espero que nos podamos entender y llegar a un acuerdo en el que podamos seguir manteniendo la paz y el orden que hasta ahora ha perdurado.

Por otro lado, si no se digna a dar una respuesta ante mis requerimientos, me veré en la obligación de realizar una visita poco amigable a sus tierras. No quiero que piense que esto es una amenaza directa hacia su persona, lo que menos espero es que se genere un nuevo conflicto sin antes poder darle una solución.

Quedaré atento a su respuesta y espero pronto recibir una visita de su parte para debatir y aclarar los puntos que harán de nuestra convivencia algo mucho mejor.

Ryuu,

Lord de las tierras del Sur.”

— ¿Cómo es posible que sea capaz de confrontarme de esa manera? —dijo Sesshomaru dejando el pergamino sobre la mesa frente a él mientras sus puños golpeaban violentamente la oscura madera. Nadie se atrevía siquiera a levantarle la voz, a excepción de su miko, pero la mayoría le temía por los rumores que recorrían aquellas tierras.

— ¿Ha sucedido algo? —cuestionó Shiro al escuchar a su amo decir aquello, además, la mirada del yokai lucía evidentemente molesta y eso solo podía significar que algo le había causado incomodidad y enojo.