El clima nocturno de Madrid era agradable y el frío invernal comenzaba a notarse por parte de las personas que transitaban por esas oscuras calles.Un cuerpo de policías salía de una residencia cercada, perteneciente a un dealer de mediana edad que tenía un bonito historial de delitos. Allí, dedicaron gran parte del día a la investigación, pero no dieron con el paradero del sujeto, quien se encontraba desaparecido hace ya varios días.
Lo único destacable fue que hallaron material de gran relevancia relacionado a la venta y distribución de armas y droga.—Vaya día de mierda, ¿no? —pregunta Fargan, encendiendo un cigarro mientras se apoya contra un farol.
—Y que lo digas. —coincide Guillermo, suspirando pesadamente.
Los amigos se encontraban en medio de la calle conversando sobre el caso que acababan de intentar resolver.
—Les dije que no hallaríamos nada, así que gané. —se acerca a ambos Ruben, con una sonrisa repleta de orgullo. —Espero mi dinero.
—Nunca acepté apostar. —frunce el ceño Willy. —Jamás pararas con esto de las apuestas, ¿verdad?
—No, y menos ahora que Sam ha aceptado. —dice divertido, caminando entre sus amigos.
—¡¿Qué?! —preguntan al unísono, claramente sorprendidos.
—Como oyen.
—Tu si que estás loco. —ríe Fargan. —¿Estás seguro que no es otra de tus alucinaciones?
—No alucino... —rueda los ojos el rubio. —Por cierto y ahora que lo recuerdo...¿han visto mis llaves de casualidad por algún lado? —pregunta rascándose la nuca.
—No me jodas que las has perdido...
De inmediato y sin avisar, Fargan procede a palpar los bolsillos traseros del pantalón de trabajo de su amigo, el cual se congela en su lugar. —No están aquí, creo que deberías comenzar a preocuparte, Ruben. —dice luego de su pequeña investigación por la ropa del contrario.
—Ay Ruben, Ruben... —niega Guillermo. —Me pregunto como te las arreglas para siempre hacer algo estúpido.
—Bueno...yo lo llamo estrategia mi querido Willfred. —contesta de forma misteriosa, para caminar de vuelta al patrullero. Willy, al igual que Fargan, se quedan en silencio en su lugar sin comprender.
Una vez en el auto, conduce hacia la comisaria y llega en tan solo unos minutos, entre los cuales empieza a nevar de forma intensa.
Aún debía depositar toda la evidencia que había confiscado y guardar sus pertenencias antes de regresar a casa. Pero todavía seguía el 'problema' de las llaves...Cuando ingresa a la central, camina hacia su oficina. Al parecer, la mayoría ya había regresado a sus hogares, debido que el departamento apenas tenía trabajadores en él, exceptuando a los del turno nocturno claro.
Al finalizar todo lo pendiente, se fija a través del panel de vidrio y logra visualizar a Samuel pasar a lo lejos por el pasillo central.
Es su oportunidad.—Buenas noches Sam, quiero hablar con usted. —le habla una vez está lo suficientemente cerca suyo.
El nombrado lo observa con sorpresa y acto seguido analiza con cautela en todas las direcciones y lo toma del brazo, para arrastrarlo a alguna zona segura, en este caso, el baño de hombres.—¿Qué quieres? —pregunta entre dientes, sin soltar su brazo. —Y ¿se puede saber que haces aún aquí?
El menor se remueve nervioso en su lugar por la mirada potente del contrario, para finalmente confesarlo. —Perdí las llaves de mi casa en los alrededores de la escena del crimen.
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| BET | rubegetta
FanfictionRubén Doblas, empleado de la central de policía de Karmaland y aficionado a las apuestas bobas, decide apostar con su propio jefe. [+18] top!: sam bottom!: rub [Karmaland AU] Capítulos cortos. Historia 100% mia, se prohibe cualquier tipo de adaptaci...