capitulo 8

26 2 3
                                    

Niños perdidos 

Pablo queriendo molestar a Jo le pega una cachetada en la cabeza, Jo al estar dormido asustó reacciono de una manera para nada agradable, frunció su puño y fue directamente al estómago, Pablo sin esperar esa reacción no logro atajar el puño de Jo, se retorció del dolor y se sentó, Jo recién despierto no entendía, Sonia lo miraba con la misma cara que cuando le pegó a su águila pero no le dijo nada, Missa se rió, Pablo también.

-pegas fuerte chico

-p-perdón

-ja, no importa, yo te moleste, no me imaginaba esa reacción

-¿ya estamos?- pregunto Sonia

-si- respondió Pablo

Todos se levantaron y marcharon hacía el bosque de Sonia. Iban en fila, primero Sonia, después Pablo, Missa, el revolucionario y Jo.

El revolucionario con ganas de primera vez de tener amigos empezó a molestar de manera chistosa a Jo, eso era algo que si Jo se lo hacía seguro el revolucionario se enojaba. Jo lo pateaba, el revolucionario se quedaba quieto y Jo se chocaba con el y Missa se reía, era lo único que había echo hasta el momento. Llegaron a la puerta, Sonia saco una llave y la abrió, fueron pasando todos, paso ella y cerro la puerta.

-buenos chicos, capaz que a partir de hoy seguramente entrenaremos aquí todos juntos, separados pero en el mismo lugar, Jo y Missa con Sonia y el revolucionario conmigo, les vamos a pedir que pongan todas sus ganas en este entrenamiento que no contamos con mucho tiempo, ¿está claro?

-si- respondieron todos juntos.

- perfecto... empezamos

El revolucionario y Pablo fueron para unas mesas y sacaron sus computadoras, Missa, Jo, Sonia y el águila se adentraron el en bosque

- el entrenamiento de hoy será... mmmmm... van entrenar juntos

- pero que vamos a hacer

- el entrenamiento va a consistir en una pelea entre ustedes

- ¿Missa y yo?

- ves a otra persona

- solo preguntaba

Miss y Jo se miraron

- Empiecen -dijo Sonia.

Los chicos sin perder tiempo empiezan, el primer movimiento lo hace Missa, en realidad no fue para empezar combate sino que se sacó el buzo... Jo quedo impactado, no lo podía creer, miro hacia atrás a Sonia, ella estaba normal, sentada en el suelo. Lo que había impactado tanto a Jo habían sido sus inhumanas alas, con delicadas y largas plumas marrones, parecidas a la de un águila, habrán medido aproximadamente dos metros, Missa parecía no aguantarlas, apenas se sacó el buzo se cayó, sus alas a hacer contacto con la tierra despejaron una tormenta de tierra, Sonia sale corriendo a asistirla

-¡Missa!... ¿te encuentras bien?

-las alas...

-¿te duelen?

-no... me pesan

-ohh Missa, ven vamos a hacer una serie de ejercicios

Sonia salió del bosque ayudando a Missa a caminar, Jo seguí impactado mirando sus alas

-Sonia... ¿y yo?

-mmmmmm... tu... aver, ven conmigo

-¿pero mí entrenamiento?

-¡que vengas conmigo!

-que histérica...- lo dijo en voz muy baja.

Sonia, Missa y Jo se empezaron fueron camino hacía el bosque descampado, al llegar estaban Pablo y el revolucionario en una mesa con computadoras inmensas, Sonia la ayuda a Missa a sentarse en un tronco que había y va a hablar con Pablo.

El Viaje VirtualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora