capitulo 9

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El entrenamiento definitivo

Lucrecio cortó...

Se quedó estático al lado del teléfono, ya no iba a poder dormir, era abuelo, y sentía como deber buscarlas, no importaba sus estados, muertas o vivas quería saber el de estaban.

Desde la habitación se escuchan pasos muy fuertes, no sabía de quién, parecía que venía corriendo, en pocos segundos entra Cintia, la secretaria, casi la hermana de Lucrecio, de pelo marrón carro, lentes cuadrados rojos que remarcaban en su cara, de estatura media, ojos marrones chiquitos, sus pestañas siempre con rímel, era su mano derecha el maquillaje, al no tener encanto físico, se transformaba en otra persona con él, ese día u casi todos los día llevaba puesto una remera blanca pegada a la piel con un saco azul marino, una pollera en tubo hasta por arriba de las rodillas del mismo color que el saco y unos zapatos de tacón de color negro. Ese era el conjunto que solía repetir todos los días, al llegar a la oficina de Lucrecio le habla gritando

-¡Lucrecio!... ¡Lucrecio!

-¿¡que pasa Cintia!?

-¡medusa!

-¿¡que tiene!?

-¡ya es la tercera convulsión que tiene en el día!

-¿¡cómo la tercera!?

-¡¡sí!! déjate de preguntas y ven

Lucrecio salió corriendo detrás de Cintia al segundo piso del edificio, dónde se encontraban todos los internados. En la puesta del consultorio de medusa se encontraba un guardia y un científico médico

-¿Qué le pasa?

-es la tercera convulsión que tiene en el día

-¿se puede morir?

-se llama muerte súbita en epilepsia

-¿se llama así cuando mueren en convulsión?

-sí, señor

-¿¡pero puede morir!?

-hace 5 minutas está convulsionando, su muerte depende de cómo evolucione en estos minutos

-¿es mucho?

-suelen durar de 2 a 30 minutos

-¿a qué hora fue la primera?

-la primera fue a las 9 de la mañana-eran las 6 de la tarde.

-¿la segunda?

-fue unos minutos antes que está convulsión, se desanden aron.

-¡¡Hato!!... necesitamos tu ayuda

-perdón... me retiro

-ve ve

Lucrecio llego a ver a medusa cuando Hato abrió la puerta, cómo la otra vez la habitación estaba llena de serpientes, sus piernas ya juntas parecían la cola de unas serpientes, ella estaba toda mojada, su cuerpo se movía sin parar... Lucrecio y Cintia quedaron impactados

-vamos vamos Lucrecio

-si...

Ya en su oficina Lucrecio iba a intentar abrirse a Cintia pero...

-¿no tienes que pasar a buscar a los chicos?

-si... ya voy

Paso caminando por los largos y solitarios del edificio, dejaban de ser solitarios y tristes en la hora de comer, era ahí cuando las risas casi siempre predominaban, pero en otra parte seguía la misma oscuridad, la empresa era acogedora por una parte, pero si buscabas en sus archivos ya no la verías de la misma manera. Llegando a la puerta del bosque, tomo aire y lo soltó todo haciendo mucho ruido...

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⏰ Última actualización: Jun 11, 2023 ⏰

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