Capítulo 4

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Cuando Abby volvió a abrir los ojos se sentía mejor: las nauseas habían desaparecido, miró la hora en el reloj despertador noto que había pasado media hora desde que había vuelto a cerrar los ojos y ya era hora de levantarse. Se puso en pié, se calzó sus pantuflas, se puso la bata y bajo las escaleras, sonrió al ver a toda su familia en la mesa tomando el desayuno: Mía estaba sentada sobre unos directorios telefónicos y todos comían emparedados acompañados los famosos batidos de chocolate de Joe, este último se levantó y llego a abrazarla y darle un beso en la mejilla.

-Creí que estarías hablando por teléfono.

-Fue una llamada rápida, cambie a Adam y Mía, preparé el desayuno... -sonrió de una manera adorable- quiero arreglar un poco las cosas ¿lo estoy haciendo bien?

-Muy bien diría yo -ella se sentó en la mesa, sus dos pequeños tenían el rostro lleno de migajas de pan.

-Papá hizo el desayuno -dijo Adam y mordió su emparedado.

-Ya veo cariño -tras limpiarlo miró a Mía que estaba muy silenciosa mordisqueando el pan -¿estás bien cariño?

La pequeña asintió pero no alzó la vista y siguió comiendo, Abby miró a Joe que se acercaba con un plato en las manos y lo dejo frente a ella.

-Para mamá hay huevos revueltos con beicon, buen provecho.

-¿Qué le pasa a...? -Abby se cubrió la boca cuando el aroma de su desayuno llegó a su nariz.

-¿Qué pasa con qué? -Joe dio un paso atrás.

Ella salió corriendo directo al baño, al no haber desayunado solo se sostuvo del lavamanos hasta que las arcadas pasaron, Joe estuvo a su lado frotándole la espalda, Brandy también se escabulló entre los pies de todos para  enterarse de lo que sucedía, miraba muy atenta meneando su cola.

-No sé si los huevos estaban malos o si deberíamos ir al médico.

-Estoy... bien.

-¿Qué le pasó a mami? - Mía miraba asustada desde la puerta.

-Estoy bien cielo, solo mi estómago no se siente bien.

-Me asusté -dijo la pequeña con sus ojitos llenos de lágrimas.

-Ya pasó -se acercó a ella y se acuclilló para mirarla de frente- vayan a terminar su desayuno tú y tu hermano que ya casi es hora de ir a la práctica.

Adam le dio la mano a su hermana pequeña y regresaron al comedor, Joe mientras tanto, ayudo a Abby a sentarse en el sofá de la sala y se puso de rodillas frente a ella.

-Dime qué pasa y quiero la verdad -dijo él muy serio.

-Debes saber... debo confesarte que...

-Espera un momento, voy a llamar a Kevin para que lleve a Adam y Mía a la práctica -su esposo se levantó y sacó su teléfono- así tu y yo podremos charlar, te cuidaré y pasaremos tiempo a solas.

Después de dedicarle un guiño se alejo y ella dejó caer la cabeza sobre el respaldo pensando en lo que se avecinaba.




Kevin silbaba mientras sacaba una pila de panqueques para su esposa y los apilaba en un plato mientras en la mesa estaban cuatro tazones con cereal servidos para cuando bajaran los niños; Bruce y Baba -los enormes basset hound- dormían plácidamente frente a la chimenea pero se alertaron con las risas de los niños que bajaban las escaleras y corrieron directamente a la mesa, tomaron asiento en sus sillas correspondientes, Paul le ayudo a Anne a vaciar su leche y los cuatro comenzaron a desayunar entre risas.

-¿Porpresa? Papi ¿porpresa? -dijo Anne poniéndose de pie en su silla.

-Si papá, dijiste que había una sorpresa -dijo Emily metiéndose una cucharada de cereal enorme en la boca.

||Que siga el show|| +Jonas BrothersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora