Capítulo 8

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Big Rob tomó la piña colada que le tendió una de las chicas de la cocina y le dio un buen trago, la música de espera de la línea se silenció y le siguió una especie de rugido.

-¡Estás con ellas! ¿No es así? Debí saberlo desde el principio, eres el mejor cómplice y seguro que tu decidiste que...

Se alejó el teléfono de la oreja y bebió más de su piña colada, suspiró y después de dos minutos de que Nick no cerrara la boca, opto por zanjar el asunto rápidamente.

-Escúchame Nick: Abby, Rose y Dani estarán tomándose unas vacaciones con los niños hasta que los tres miserable en los que se han convertido sus maridos recapaciten y piensen en ellas más que en sí mismos, están seguras y regresaran cuando lo deseen. Yo las cuidaré, díselo a tus hermanos.

Colgó y procedió a apagar el móvil, llamó a la chica que estaba detrás del mostrador, quien era la encargada del lugar.

-Dime como va todo.

-Excelente señor, los doctores han llegado hace media hora y podrán revisar a las señoras cuando terminen de revisar su equipo, la comida esta lista tal como lo pidió: el bufete infantil y el otro con las indicaciones del nutriólogo... y el personal de él spa estará aquí en dos horas.

Asintió y miró por las puertas de cristal a las tres mujeres alrededor de la piscina y al montón de niños que jugaban felices, ignorando el porqué de las inesperadas vacaciones.

Sonrió y procedió a beber más de la deliciosa piña colada: disfrutaría el momento hasta que el caos comenzara y los maridos preocupados y celosos, aparecieran allí.



Cada hermano Jonas era único por más parecido que tuvieran, lo mismo pasaba con ellas: Dani estaba recostada en una tumbona su cabello rojizo estaba desparramado por el viento y llevaba un bikini verde, un sombrero de paja y unas enormes gafas oscuras mientras tocaba un ukulele, Abby por su parte permanecía de pie al lado de la piscina vestida con un short corto y una blusa blanca holgada y su cabello corto, negro y brillante suelto se movía mientras con su cámara capturaba imágenes de los niños en la piscina y el paisaje en general... y por último Rose, sentada al borde de una tumbona hablando por teléfono y ataviada con un vestido azul de verano y el cabello lleno de ondas mal atado en una coleta mientras tomaba notas en una libreta.

Tan diferentes, pero tan parecidas en algunas cosas.

-¿Creen que nuestros maridos ya hayan enloquecido? –preguntó Abby dejando su cámara colgando de su cuello, acercándose a las otras chicas.

-Kevin seguro que si –dijo Dani dejando de lado su instrumento.

-Eso pensé –dijo Abby sonriendo -ya deben haber contactado a la CIA.

Un silbato alertó a todos ahí, era Big Rob que se acercaba con sus pantalones cortos y camisa estampada de piñas, el montón de niños dejaron de chapotear y le pusieron atención: estaban entrenados como cachorritos que atendían al llamado de enorme hombre, gajes de ser niños con padres famosos.

-Hora de comer lagartijas, salgan del agua un rato.

Todos los niños obedecieron y corrieron a cubrirse con sus toallas y ponerse las sandalias.

-¿Qué vamos a comer? –preguntó Adam.

-Tenemos pizza y hamburguesas –dijo Big Rob tomando a Anne en brazos- así que corran antes de que sus madres lo prohíban.

Todos los pequeños corrieron a la cafetería con Big Rob tras ellos, Abby, Dani y Rose se miraron entre si: el personal estaba capacitado para encargarse de los niños pero aún así siempre estaban detrás de ellos.

-Perfecto, te lo agradezco Rach, buena suerte –dijo Rose por fin colgando y guardando el móvil en el bolsillo de la bata- Uff, que hambre tengo.

-¿Qué tanto hacías?-preguntó Dani.

-Reporte de agenda de tu marido, ya me dio jaqueca.

-Está bien, ahora podemos estar seguras de que no tenemos nada más que hacer, solo disfrutar las vacaciones –dijo Abby.

Aunque las tres sabían que, el placer de esas vacaciones, no duraría mucho si los hermanos Jonas ya sabían de su desaparición.




-Ya sé donde están.

-¿Dónde? ¿La CIA los encontró? –dijo Kevin que sonaba aun más alterado.

-¿Están juntas y con los niños? ¡Habla!

-Sí, están con Big Rob y sí, están todos juntos –dijo Nick suspirando.

-Menos mal –dijo Kevin volviendo a su tono normal de voz- ¿a dónde puedo pasar por mi familia?

-Seguro en Washington -murmuró Joe más aliviado.

-Más les vale sentarse, no van a creerlo.

-No creímos cuando te nombraron Vicepresidente, pero dilo de una vez –dijo Joe con sarcasmo.

-Están en la isla.

Hubo un tenso silencio por parte de los tres hermanos, solo roto hasta que Joe resoplo de manera ruidosa.

-No bromees Nick.

-¿Sueno a que estoy bromeando?

-No lo entiendo ¿me dices que ayer por la noche nuestras tres mujeres con nuestros respectivos hijos se fugaron sin que la policía, la prensa o todo el país lo supiera? –dijo Kevin... y si, sonaba poco creíble- amos, en serio.

-Pues eso fue lo que pasó.

-Sigo sin entender... ¿por qué lo hicieron? Si querían ir de vacaciones pudieron decirlo.

-Big Rob dijo algo -Nick recordó el explicito mensaje entonces- hasta que los miserables maridos en los que nos hemos convertido comencemos a pensar más en nuestras familias que en nosotros, no volverán.

-¡Claro que pensamos en nuestra familia! –dijeron tanto Kevin como Joe.

Nick miró con melancolía la foto del escritorio de su familia en la última navidad: estaban tanto sus padres, sus abuelos, sus hermanos y sus esposas además de todos sus sobrinos... aquella navidad había sido increíble.

Y raramente recordaba un momento tan familiar y feliz en familia que hubiera ocurrido desde entonces.

-Bueno... hace mucho no paso tiempo a solas con Dani como se debería.

-Y quizá yo me he preocupado más por mis hijos que por Rose...

-Puede que no haya estado mucho rato en casa...

Los tres se quedaron en silencio por un largo rato, Nick supo que algo había que hacer... ¿pero qué?

-Debemos recuperarlas –dijo Joe al fin.

-Debemos ir por ellas –secundó Kevin.

-Lo haremos ahora mismo –dijo Nick como si estuviese dando un discurso- hermanos, tomen el primer vuelo a Washington... ¡no! Les enviaré el Jet, los quiero aquí hoy, pediré un vuelo que salga esta tarde.

-Nick, solo te recuerdo un pequeño detalle –Joe carraspeó- eres el Vicepresidente por si no lo recuerdas, no puedes abandonar tus responsabilidades así como así, menos sin Rose ayudándote.

-Me las arreglaré, ,mi familia es más importante, ahora mismo me encargo de alguna manera de tomar un descanso.

-Está bien, Joe haz tu maleta y pasaré por ti en media hora, por favor estate listo ¡y nada de llevar todo un guardarropa! Lleva lo esencial.

-Lo prometo, ahora pues, nos veremos en un rato.

-Mandaré por ustedes al aeropuerto –Nick suspiró- nos veremos más tarde.

||Que siga el show|| +Jonas BrothersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora