Capítulo 1

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-Buenas noches ciudadanos de los Estados Unidos, agradecemos su atención al informe presidencial de fin de año, antes de cederle la palabra a mi colega y amiga Terrence me gustaría agradecer su confianza...

Dani miraba a su marido con orgullo frente a los periodistas, reporteros y cientos de ciudadanos que acudían a ese discurso, hoy se cumplían tres años de que, tras una inesperada y fructifica carrera en la política, se convirtiera en el vicepresidente de los Estados Unidos de América, y ahí estaba ella a su lado, sonrío ampliamente al ver la determinación con la que pronunciaba cada palabra.

Unas manos se posaron en sus hombros haciéndola sobresaltarse ligeramente, se giro a ver a ____, quien además de ser su cuñada, era también la asistente personal de su esposo.

-Que bueno que te veo –se giró hacia ella- ¿Qué pasó con Nicole?

-Esta profundamente dormida –soltó un largo bostezo- y vengo a decirte que me marcho ya, mi vuelo sale en una hora y Kevin me estará esperando.

-Dale saludos de mi parte, dile que ya quiero ver a mis sobrinos y espero que los traiga pronto de nuevo.

-Seguro, pero hablando se sobrinos –le echó una miradita rápida al vientre de Dani- ¿Cuándo se lo dirás a Nick?

Dani sonrío cuando se llevo una mano a la barriga.

-Muy pronto, ¿sabes? Abby también está embarazada, ¿Por qué no te pones a trabajar con Kevin para que tengamos niños de la misma edad?

-On no –se burló- sería interesante, pero por ahora estoy muy ocupada con mi carrera, agrégale un marido celoso en Texas, cuatro niños y dos perros dormilones... pero tú sabes, los hombres Jonas son simplemente irresistibles.

Dani regreso la mirada a su marido, analizo su perfil deteniéndose unos segundos más en su espalda baja y levantando una comisura de sus labios.

-Toda la razón querida... pero en fin, márchate ya –la abrazo rápidamente y le dio un beso en la mejilla- no queremos que tu marido, tus hijos y esos perros se vuelvan locos extrañándote.

-Solo espero que esta vez Kevin no me esté esperando en la entrada con la escoba en mano, moriré de risa si vuelve a hacerlo.

Las dos mujeres se despidieron unas veces más y después ____ partió rumbo al aeropuerto, Dani soltó un suspiro y opto por retirarse a dormir, últimamente se cansaba demasiado y Nick aun tendría algunas cosas más que hacer antes de pensar en acostarse.







-¿Joe?

Abby asomó el rostro por las habitaciones de la planta baja, había escuchado el auto de su esposo unos minutos atrás pero no parecía haber señales de que hubiera entrado en casa, llegaba desde Washington, había ido a pasar unos días con Nick para jugar golf y relajarlo antes del discurso de fin de año, pero se había extendido para hacer una visita en la disquera donde trabajaba en un proyecto personal, como siempre trabajo y más trabajo; entró a la cocina dispuesta a tomarse una taza de leche tibia para relajarse, abrió una de las alacenas para buscar un cartón de leche y se quedó de piedra al ver un girasol medio marchito en la repisa, lo tomó y una sonrisa boba la invadió.

-Creo que ha funcionado –dijo una cálida voz a su espalda.

-Ha funcionado –dijo ella mirando sobre su hombro- has vuelto.

-Siempre volveré por ti –le dio un beso rápido- sino ¿quién me prepararía esas ricas tartas quemadas de manzana que tanto me gustan?

Ella lo golpeo en el hombro juguetonamente, se separo de él, cruzo los brazos por delante y sonrío maliciosamente.

-Pues me alegra que hayas vuelto... tu hijo está esperando escaleras arriba para que le leas un cuento.

-¿Sigue despierto? –preguntó con un bostezo- vengo muerto.

-Bien por ti amorcito –dijo ella empujándolo a la puerta- creo que has subido unos kilos desde que te fuiste.

-Es mentira, todo lo que se prepara en la casa blanca en sin azúcar –respondió a la defensiva mientras su mujer seguía intentando empujarlo hasta la puerta- así que tuve que sobornar a los cocineros que me hicieran algunas galletas...

-¡Joe ve a atender a tu hijo, ahora!

-¡Pero Abby! –rezongó cómo lo hacia su hijo de seis años.

-Ve ya, o te pondré a cambiarle el pañal a tu hija.

-¿Qué no va al baño sola?

-Sabes qué, es suficiente –estaba molesta, se alejó de él pasando a su lado- lo haré yo, como siempre.

-Oye lo siento -la tomó del brazo para detenerla- iré en seguida... ¿Abby?

Ella temblaba ligeramente, no sabía si era de furia o por tratar de contener sus lágrimas, así que él la acercó para abrazarla y dejar un beso en su cuello.

-Perdóname amor, yo...

-Por favor, ve a ver a tus hijos.

-No –él la giro de frente y maldijo al ver sus ojos cuajados de lagrimas- lo siento, no pretendía...

-Basta ya Joe, por favor, estoy cansada y quiero dormir.

Con un suspiro, Joe se alejo de su esposa y fue escaleras arriba para atender a sus hijos.






Ya que Kevin no había estado en el aeropuerto para recibirla, no le quedo más remedio que tomar un taxi hasta su hogar, después de pagar se encaminó a la puerta de entrada, noto que las luces de la primer planta estaban encendidas y además se escuchaba un ligero llanto, suspiró antes de entrar, pero en seguida al ver a su marido sentado en el sofá de la sala con su hija de dos años en brazos, le cantaba en voz baja a la pequeña que estaba quedándose dormida entre sollozos.

-Nani, nani–decía Anne en los brazos de su padre con los ojos ya cerrados.

-Duerme cariño, ve al país de los sueños –canturreaba él.

Kevin levanto la vista al notar su presencia, después de puso de pie y se acerco a darle un suave beso antes de llevar a su hija a la habitación, ____ se sentó en el sofá y alzo las piernas para sacarse los tacones, suspiro dejando caer la cabeza en el respaldo del sofá y a los pocos minutos sintió la presencia de su marido al lado, quien tenía un enorme ceño fruncido.

-¿Por qué has llegado a esta hora? Me dijiste que tu vuelo llegaba a las seis y son las diez –dijo él.

-Perdóname amor, pero hubo un caos, se retrasó mi conexión y me fue imposible llegar antes.

-¿Y no crees que yo o tus hijos podríamos estar preocupados por ti?

-Amor...

-No, nada de amor –se puso de pie- ¿Qué crees que hice todo el día? Consolar a tus hijos que se la pasan preguntando donde está su mamá.

-¿Todo el día, no los llevaste a la escuela?

-Emily no quería ir a la excursión de su grupo, Paul se sentía mal, le dolía el estomago, Marie se la paso haciendo pataletas y Anne lloro todo el día... ¿Cómo crees que me siento de que me tienes abandonado todo el día, aquí solo, como tu esclavo?

-Oh Kevin, no empieces de nuevo...

-¡Estoy cansado de estar todo el día en casa cuidando a tus hijos mientras que tu estas en la casa blanca anotando todo lo que mi hermano te dice!

-Cálmate cariño, pasare aquí toda la semana.

-Pero luego volverás a Washington por un mes -Kevin se sentó furioso a su lado- y yo me quedare aquí con los niños.

-Te pedí que nos mudáramos...

-Y yo dije que no, no quiero que los niños crezcan en la ciudad, aquí en el pequeño pueblo tienen todo el espacio y la privacidad que necesitan.

Ella se acercó a su marido,  se sentó en sus piernas para después besarlo en la mejilla dulcemente.

-Sé que amas este lugar, y yo igual, cuando nos casamos, prometiste seguir apoyándome en lo que quisiera.

-Lo sé cariño, pero casi no te vemos, los niños y yo te queremos aquí.

-Bien, recuerda que solo resta un año más -ella coloco su mano en el pecho de su marido- solo deja que termine su mandato Nick y volveré a casa.

-¿Y qué pasa si la presidenta es reelegida el próximo año?

-Pues ya se conseguirá otra asistente.

-¿Lo prometes?

-Prometido -alzó una mano en señal de juramento.

Kevin pareció sorprendido ante la declaración, luego solo sonrió y la besó largamente.

-De acuerdo - la dejo en el sofá y se puso de pie- ahora lávate las manos y te serviré la cena.








Dani ojeaba una revista sentada en la cama mientras esperaba que Nick apareciera, la televisión encendida mostraba una película de caricaturas pero ella no le ponía atención.


Una hora más tarde, cuando ya pasaba de media noche, arrojó la revista contra la puerta enfadada y justo en ese momento, Nick entró.

-Gracias por la bienvenida -dijo apartando la revista con el pie y cerrando la puerta tras él- lamento el retraso.

-Si bien, bastante retrasado.

-Lo sé, pero es solo que había...

-Demasiado trabajo, es lo habitual -ella cruzó los brazos- tu hija estuvo esperando que le leyeras un cuento.

Nick permaneció quieto un momento mientras se sacaba el abrigo y la corbata.

-Es verdad, demonios -suspiro- le mandaré comprar un libro mañana.

-No necesita otro libro, necesita un padre que le lea un cuento antes de dormir.

-Lo haré mañana -Nick se sentó a los pies de la cama para sacarse los zapatos.

-Mañana tienes una cena con alguien importante... estoy embarazada.

-Es verdad -Nick se golpeó la frente con la mano- en tal caso, tomaremos el desayuno juntos, como familia, pospondré la junta matutina...

Nick siguió hablando y Dani sintió sus ojos llenos de lágrimas al notar su poca atención.

-¿Nick, no escuchaste lo que te dije?

-Si, y te he dicho que mañana desayunaremos juntos, a eso de las ocho está bien, Nicole va a la escuela a las nueve pero estará a tiempo para llegar, en cambio yo no llegare a...

Dani se puso de pie y fue directamente a la puerta, salió sin mirar a Nick y este solo lo noto cuando escucho la puerta cerrarse, se puso de pie para ir a hablar con ella, pero al fin escucho el eco de sus palabras.

-Está embarazada.

Y al parecer, el estaba frito.


||Que siga el show|| +Jonas BrothersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora