Desastres

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Sintió un pequeño calor sobre su rostro, un dolor se hizo presente en su cabeza, al igual que las náuseas, despertó casi de inmediato, corrió hacia la ventana más cercana y vomitó todo, tosio varias veces al haber terminado, sobó su cabeza con ambas manos ¿Qué había sucedido anoche?

Cuando logró recuperar un poco la conciencia vio que no estaba en su departamento, la mayoría de cosas eran completamente rojas, se asustó aún más al pensar que estaba en el hogar de Grell, luego tocó su cuerpo bastante sonrojada, aparentemente no le había hecho nada, suspiró aliviada y salió del cuarto, el aroma a unos pancakes invadió su nariz, fue hasta la cocina para encontrar al extraño pelirrojo con tan solo una toalla cubriendo de su cintura para abajo.

— ¡Ehh! — se cubrió los ojos con amabas manos, aquel chillido llamó la atención de Grell.

— Porfin despiertas — Miró a la chica con una sonrisa — ¿Porqué te tapas la cara? — hizo un puchero indignada y fue cerca de T/n — ¿Acaso te da vergüenza ver el cuerpo de una dama tan hermosa como yo? —

— ¡No eres una mujer! — Le dió la espalda, sus mejillas estaban al rojo vivo.

—¿Así me agradeces después de haberte dejado dormir en MI cama? Probablemente huele a borracha, bueno, toda mi casa — suspiró.

— ¡N-ni siquiera pedí e-estar aquí en primer lugar! — Dijo en voz alta.

— No sabíamos dónde vives, mi casa era la última parada — puso una mano sobre su cadera — Mocosa mal agradecida — continuo cocinando.

— Fenómeno — Habló con rabia, en voz baja.

— Insultame con algo mejor, vamos — rió — ¡Me han llamado fenómeno un millón de veces! Hay mejores insultos que ese —

— Callate, ni siquiera quería estar aquí, solo fui porque Ronald me invitó — se sentó en una silla del comedor.

— Ronald es un mujeriego, de una vez te recomiendo no salir en un plan romántico junto a el — puso cuatro pancakes en un plato, estaban dorados, perfectos, por encima les esparció miel y al lado puso unos cuantos frutos rojos — ¡Me salieron tan bien! —

— Solo lo veo como a un conocido — Se sonrojó aún más.

— Aja, y yo no me fui por tres años con una humana para matar prostitutas y acosar a un demonio — puso el plato sobre la mesa — Puedes quedarte con ese, tu lavas los platos – guiño un ojo.

— ¡¿Cómo?! — Se exaltó y miró al pelirrojo bastante asustada.

— Oh si cariño, yo soy o fui Jack el destripador, la mitad, éramos un duo — respondió en un tono nostálgico — Al final de todo no sirvió para nada, ella me defraudó y simplemente tuve que acabar con lo que quedaba de ella — sonrió sadicamente.

— ¿Cómo que lo que quedaba de ella..? — Seguía algo confundida.

— Su nombre era Angelina, le decían Madame Red — se sentó en otra silla y miró hacia la ventana — Literalmente era el color rojo en persona, era tan bella y elegante —

— Si la querías tanto ¿porqué la mataste? — Comenzo a comer los pancakes que Grell había preparado.

— Ella estaba muriendo por dentro, tenía una enfermedad, los doctores no sabían que era, su muerte era segura, por lo cual no le importó matar a todas esas mujeres... hasta ese día — apretó los puños.
— Matarla fue una decisión drástica pero..  era la única forma donde moriría rápido, obviamente debió dolerle sentir una motosierra revolviendo sus sesos por dentro — suspiró.

— ¡¿La apuñalaste con una motosierra?! ¡Qué tan mal estás de la cabeza, por dios! — gritó.

— Lo mismo me dijo Wiruu — Volvió a suspirar — Pero bueno, el pasado es pasado — comenzó a comer su desayuno alegremente.

T/n tragó en seco y decidió terminar de comer, si antes Grell Sutcliff le asustaba, ahora el miedo que le tenía era inhumano, pobre aquel que se enamorara de ese pelirrojo, literalmente podrían acabar muriendo asesinados por un psicópata que se creía mujer.

....

De nuevo encerrada en aquel pequeño cubículo, entregando y recibiendo papeles para las tan famosas death scythes, le dio curiosidad saber para qué eran esas cosas y qué tenían los hombres que las mujeres no para hacer aquella cosa de recolectar almas que alguna vez Ronald le contó.

— Oye.. ¿Qué es una death scythe? — Tocó el hombro de su compañera.

— Oh Bianco, te falta mucho por aprender — suspiró la pelinegra — Las death scythe son guadañas de la muerte, las utilizan para llevarse las almas de los humanos, pueden ser de distintas cosas... por ejemplo una podadora como la de Ronald Knox — sonrió.

— Interesante... ¿Cómo puedo hacer eso? Suena más entretenido que estar sentada aquí sin hacer nada — suspiró.

— Eso es cosa de hombres, T/n — Dijo algo triste — Es imposible que una mujer recolecte un alma —

— Alguna debería ser la primera — se levanto de su silla.

— ¿En qué estás pensando? — le miró asustada.

— Me niego a pasar una eternidad sentada repartiendo papeles, al menos quiero salir y seguir viendo el mundo humano — Apretó sus puños levemente.

— Solo vas a conseguir que los superiores se burlen de ti — tomó su brazo, para no dejarla ir — A mi tampoco me gusta aquí... pero no hay otra opción para nosotras —

— Mi madre me enseñó a luchar por lo que me merezco — Dijo firmemente y se soltó del débil agarre de la pelinegra
— Conseguire ese trabajo si o si — salió a paso rápido del lugar de las secretarias.

T/n camino por varios pasillos en busca del gerente masculino de la cede, a ellas las mandaba una mujer, miró a su alrededor, no sabia el nombre de aquel hombre, fue un milagro que encontró a Ronald en el camino.

— ¡Ronald! — corrió hacía el y agarró su brazo — ¿Quién es tu jefe? Necesito hablar con el de algo importante —

— Es William T. Spears ¿qué le vas a decir? — alzó una ceja.

— No te burles — suspiró — Quiero salir a recolectar almas como ustedes—

— No quiero sonar grosero pero.. — tosio para no reírse — Las mujeres tienen estrictamente prohibido recolectar, es un trabajo riesgoso y ustedes son delicadas, ya sabes —

— ¡No soy débil! También podría matar a un demonio si me entrenan correctamente! — alzó la voz, algo enojada.

— Oye oye — Ronald trataba de calmar a la chica.

— ¡No! Dime dónde está ese tal Spears ahora mismo — exigió gritando.

— Aquí estoy ¿Qué necesita, señorita Bianco? — El alto pelinegro estaba parado detrás de ella, sacándole un susto.

— Y-yo.. — volteó a ver al shinigami.

— ¡Wiruu, ahí estabas! — Cierto pelirrojo corrió hasta el mencionado, con los brazos abiertos.

— Agente Sutcliff, callese — le dió una rápida patada en las canillas, haciendo que cayera al piso.

— ¡¿Eh?! — Grell miró con rabia a T/n, frunció el seño — ¡¿Estas tratando de engatusar a mi hombre?! Will es solo y únicamente mío!! — se levantó y abrazó el brazo del pelinegro.

— No soy el hombre de nadie — volvió a patear al pelirrojo — Si desea hablar conmigo, debera ser en mi oficina, con esta cosa no se puede entablar una conversación normal... honestamente — acomodó sus lentes con su death scythe, entró a su oficina, siendo seguido por T/n, dejando atrás a un muy enojado Grell.

🥀🥀🥀🥀

Tengo varias ideas para que empiece un romance entre T/n y Grell ❤
Claro, además de aceptar a Grell como es realmente, digo, si estás aquí es porque de verdad amas mucho y respetas a Grell, quizás esta historia sea la única en la que respetaré a Grell tal y como es, una mujer única en su clase 💞

No sé auto pronombren "simps" o "stan" de Grell si aún la llaman de hombre/travesti, porque esta muy mal :)

-SaikoSensei_

RED -Grell Sutcliff x Tu -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora