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Su cabeza se mantenía dando tumbos de dolor mientras giraba como loca, sin dejarle que lograra acomodar sus pensamientos en coherencia, estaba tan mareada y adolorida que ni siquiera estaba consiste de qué era lo que había pasado hace apenas un par de horas. ¿Cuánto había dormido? ¿Cuánto tiempo llevaba ahí? No lo sabía.

Se intentó poner de pie a pesar de lo entumido y adolorido que se encontraba su cuerpo, sujetándose de una varilla que su mano logró encontrar, pero al intentar dar un paso, volvió a caer, su mirada se encontraba tan borrosa que no se dio cuenta del cristal que la rodeaba. Miro todo a su alrededor, tratando de enfocarse un poco para analizar su situación, estaba enjaulada, rodeada de paredes de cristal.

Usando sus manos, se arrastró por el piso hasta que su espalda chocó contra la esquina, manteniéndose recargada ahí para tratar de descansar su cuerpo y recuperar la sensibilidad. Abrazó sus piernas y dejó caer su cabeza en sus rodillas, no quiso cerrar los ojos a pesar de lo mucho que deseaba dormir, no quería soñar, no quería tener pesadillas, pero tampoco quería tener sueños bonitos, ya que sabía que no querría despertar de ellos.

Ante aquella avalancha de recuerdos que la estaba golpeando por eso, la tristeza y desesperación se apoderó de ella una vez más, dejó que las lágrimas corrieran como dos brillantes ríos por sus mejillas y que los sollozos se escaparan de su garganta sin filtros. ¿Cómo es que estas cosas siempre le pasaban a ella? Solo quería proteger a sus seres queridos. ¿Por qué resulto así entonces?

...

- Esta chica es muy peligrosa – decía Laurel con una pequeña bolsa de hielo sobre su frente

- Si, pero, ¿Qué podemos hacer al respecto? – seguía John, agregando más balas a las pistolas que habían usado – Si logró esquivar a los tres a pesar de estar tan herida quiere decir que es alguien poderosa, no podemos dejarla libre por la ciudad y mucho menos podemos simplemente lanzarla de nuevo al agua

- Por el momento mantengámosla aquí, solo no hay que permitir que recupere esa cadena ni la hagamos enojar, aun no quiero descubrir un máximo potencial – dijo Oliver

Al otro lado del bunker, Felicity se encargaba de seguir investigando a aquella mujer, tratando de encontrar algún indicio de quién era, su nombre por lo menos. Ella la estaba vigilando desde las cámaras de seguridad que podía ver a su lado por las computadoras, la había visto despertar hace algunos minutos y por el movimiento de su cuerpo, se podía deducir que se encontraba llorando.

Aprovechando que sus amigos seguían discutiendo el asunto del otro lado, se levantó de su silla y tomó una mochila vacía de una de las mesas, guardando con cautela algunas cosas que podrían serle útiles a la joven; una camisa y un pequeño short que Oliver dejaba en el bunker para sus cambios, algunas vendas y alcohol, su propio cepillo y algunas toallitas desinfectantes.

La joven se encontraba en un pequeño sótano con el que contaba el bunker, en una de las jaulas con inhibidores de poderes meta-humanos que los Laboratorios Star les habían dado hace ya un tiempo. Entró con cautela a la habitacion, no queriendo que la mujer se molestara por interrumpirla, apenas dio unos cuantos pasos dentro cuando la pelinegra dejó de llorar, aunque sin darle la cara.

- Quiero irme... - murmuró, casi imperceptible

- Lo siento, pero aun no puedes, hay cosas que debemos resolver antes de poder dejarte libre... - aun a pasos lentos para no hacer mucho ruido – Mientras tanto podríamos empezar a investigar sobre ti y tu familia... Ya sabes, para que no se preocupen por ti...

- ¿Familia? – ella levantó levemente la cabeza, dejando ver el desastre que era su rostro, tan brillante debido a las lágrimas y la arena – Yo no tengo familia... Al menos ya no...

Under that mask / (Oliver Queen/Flecha Verde y Tú) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora