«My brother's girlfriend» James Sirius Potter

nueve

Albus estaba muy concentrado en besar a una chica de Ravenclaw llamada Emily Hills, o eso creía James, apoyado contra un árbol que no sentía la mirada de su hermano mayor directo en su nuca. James llevaba diez minutos viendo esa escena. Su hermano solamente dejaba los labios de la chica para darle una calada al cigarrillo que llevaba en una de sus manos.

Luego de fracasar con la Operación Alice hace una semana, había decidido que lo mejor era continuar con Albus. El problema era que nunca se hubiese imaginado lo grave de la situación. Rose le debía una explicación.

....

-Nunca me dijiste que Albus fumaba -reclamó James a su prima. Estaban sentados en su despacho para evitar las miradas del resto de los estudiantes.

-En mi defensa, no me hubieses creído. Ni yo me lo creo hasta ahora. Al está muy cambiado y ni Scorpius ni yo podemos hacerlo entrar en razón. Le dijimos que no estaba mal fumar pero lo de él ya es como una adicción -explicó Rose desesperada.

-Probablemente Albus no acepte consejos míos pero ustedes son sus mejores amigos. Y si a ustedes no los escucha, ¿Qué nos queda? No quiero involucrar a más personas.

Un sentimiento de culpa invadía a James. Mientras más tiempo pasaba en Hogwarts, más se daba cuenta de las consecuencias negativas de sus actos.

-Hay una persona a la cual Albus le hace caso.

-Ya dije que no quiero involucrar a más personas. Decirle a mamá no es una opción.

-Pero yo no me refiero a ella. Es una persona que ya está involucrada.

Rose era una de las personas más inteligentes que él conocía y muchas veces le costaba seguirla en sus ideas. Sin embargo, esto lo superaba. ¿A quién se estaba refiriendo?

-¿Quién más está involucrado?

-Alice -dijo con una sonrisa para que no sonase tan mal.

Sólo con escuchar su nombre, algo se despertaba dentro de James. Estaba completamente loco de amor por esa rubia. Mas, sabía que las cosas no estaban de la mejor manera y menos entre Albus, Alice y él.

-Alice probablemente me odie y este tratando de encontrar una forma de matarme -dijo James, tratando de sonar superado aunque no lo logró. Admitir eso le dolía.

-Yo entiendo que ninguno de los tres esté pasando por el mejor momento pero para sorpresa de todos, Albus sigue escuchando a Alice. Hace un par de semanas, hicimos una pequeña fiesta por el comienzo del año y obviamente había alcohol. Albus empezó a tomar y tomar. Al principio no nos preocupamos ya que estaba todo bien. Pero luego se descontroló y no había quien lo paré. Hasta que Alice se lo llevó y le dijo un par de cosas y él solo volvió a la Sala Común.

-¿Entonces Albus y Alice todavía sienten cosas el uno por el otro?

James no había pensado en esa posibilidad hasta en ese momento. Eso era lo que más le asustaba.

Rose se levantó de su silla y rodeó el escritorio hasta James. Unas lágrimas amenazaban con escapar por los ojos del azabache. Rose lo abrazó -No sé lo que siente ninguno de ellos pero sería estúpido pensar que ya no sienten nada por el otro. Tal vez se aman, tal vez se quieren, se respetan. No lo sé. Lo que si sé es que algo los une y eso hace que se cuiden. Ahora nosotros queremos lo mejor para ellos y al parecer la única manera de lograrlo es mediante el otro. Aunque nos duela debemos dejar esos sentimientos de lado para ayudarlos y luego se verá que sucede.

James sonrió -Siempre con las palabras correctas.

....

Alice volvía de los invernaderos, donde había estado ayudando con su padre. Amaba ir a pasar tiempo con Neville ahí debido a que nadie la miraba ni la juzgaba, como había pasado las últimas semanas.

-Tenemos que hablar.

Alice giró su cabeza a la derecha, de donde provenía la voz, pero tuvo que alzarla porque la persona era muy alta. Igualmente no hacía falta que lo hiciese. Conocía perfectamente esa voz: James Sirius Potter.

-Creí que habían quedado claras las cosas el otro día.

-No quiero hablar de nosotros. Ya sé lo que pensás sobre eso -dijo con disgusto-. Necesito que me ayudes con Al.

James aprovechó la sorpresa de Alice para tomarla de la mano y llevarla hasta un pasillo vacío.

-James, nos pueden ver. No hagas eso.

-No te preocupes. Cualquier cosa, estás anotada en las clases de Vuelo así que podemos estar hablando de eso tranquilamente.

James trataba de decir todo lo más fríamente posible aunque no lo lograba. Había algo en su interior que evitaba que tratase mal a Alice.

-¿De que manera podemos vos y yo ayudar juntos a Albus después de lo ocurrido? -preguntó, remarcando el juntos.

-Sinceramente no lo sé. Pero me dijeron que vos sos la única persona a la cual Albus escucha. Entonces sos la única que me puede ayudar -se notaba la súplica en su voz. ¿Desde cuando James Sirius Potter le suplicaba a alguien? La última vez había sido a su madre para que le levante un castigo.

-¿Ya lo viste? .preguntó temblorosa.

-Hoy lo vi mientras que fumaba y besaba a una chica de Ravenclaw. Creo que Emily Hills.

-¿Emily Hills? Esa chica es de mi casa y era la conquista de la semana pasada de Albus. Creo que te quedaste atrasado con la información.

James suspiró. Albus se estaba pareciendo cada vez más a él aunque nadie quiera admitirlo.

-Tenemos que convencerlo de que vuelva a ser el Albus de siempre. Porque él no es así.

-Yo apoyo completamente eso. Pero pensalo, ¿por qué Albus querría volver a ser como ese chico al cual nadie quería por ser él mismo y al cual su novia engaño con su hermano? Al siempre vivió a tu sombre en Hogwarts y ahora que ya no estás, aprovecha para ser el nuevo centro de atención -inconscientemente, empezó a llorar-. Y es todo mi culpa.

James la agarró de los hombros y la atrajo hacia él. Alice ya no aguantaba el llanto y lloraba en el hombro del chico.

-Esto ya no parece una conversación sobre las clases de Vuelo. Ahora todos pensarán que te aterran las escobas -dijo James y empezó a reír. Romper el hielo era lo suyo.

-Callate tonto -río y le pegó suavemente en el hombro.

-¡Agresiva!

Empezaron a reír entre lágrimas y por unos segundos se olvidaron de que estaban en un pasillo de Hogwarts de que él era un profesor y ella, una alumna y de todo el tema de Albus. Por unos instantes, James tuvo la esperanza de que la rubia tuviese sentimientos por él.

-Está bien. Te voy a ayudar con Albus -la sonrisa en el rostro de James era gigante-. Peros solamente vamos a hablar por él. Nada más que eso.

Y dicho esto, Alice se secó las lágrimas con las mangas de su túnica y se fue sin ni siquiera mirar atrás y despedirse. Era mejor así. Si se dejaban llevar por las emociones, algo mal iba a salir. Por su parte, James tenía esperanzas de que al ayudar a su hermano, Alice finalmente vea algo en él.

...

Nos vemos en el próximo capítulo💚

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