Confesiones

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Hola a todos, gracias por leer,  hoy no tuve clases por lo que tuve tiempo a actualizar,  gracias a todos los que leen, intentaré actualizar más seguido. Mientras esperan el nuevo capítulo, comean galletas azules. Besos Mel

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Estuvimos encerradas en el cubículo esperando a que se acabara el recreo. Una vez que se acabó el recreo salimos del baño al patio.

Fátima: Ahora, ¿Para dónde?

Mel: Tú sígueme nada más.

Me siguió por toda la escuela, hasta el árbol del patio de atrás. Trepamos hasta lo más alto del árbol y nos acomodamos para platicar.

Fátima: ¿Y tu halcón?

Mel: Déjame llamarlo.

Saqué mi guante, me lo puse, y saqué mi silbato y soplé,  Luna no tardó en llegar. Entonces se posó en mi puño.

Fátima te presento a Luna, mi halcón.

Fátima: ¿De dónde lo sacaste?

Mel: Me lo regaló mi madrina.

Fátima: ¿Y las cartas que estabas leyendo?

Mel: Son de mi verdadera madre.

Y en eso cayó del cielo una carta de sobre gris. Luna voló por la carta y me lo dio. Entonces lo abrí  y leí  en voz alta a petición de Fátima.

Mel: Querida hija mía te quiero explicar el detalle de tu nombre. Verás yo te llamé Melody, pero tus padres adoptivos (si eres adoptada, tu padre murió en un accidente atuomovilístico) te llamarón Noemi. Pero tu verdadero nombre es Melody. Así que deberías empezar a presentarte así. Cuídate mucho. Tu verdadera madre.

Fátima: Así que, ¿Melody?. Ahora sí que eres Mel.

Mel: Tienes razón.

Después cayó del cielo una carta ¿dorada?, y Fátima la tomó y empezó a verla.

Fátima: Es para mí.

Mel: Léela en voz alta.

Fátima: Querida Fátima, yo soy tú padre, tu verdadero padre, y al igual que Melody, eres adoptada, pues tu madre murió en un accidente en tren. Te envío a Sol, tu fénix. Tu guante y la comida están en tu mochila. Te quiere el padre más guay de todos.

Entonces se escuchó un graznido, Fátima sacó su guante, que era como el mío, nada más que el mío era negro con puntitos plateados y el de ella era en tonos naranjas y amarillos. El de ella parecía el sol y el mío una noche estrellada. Entonces apareció Sol, que se posó en el guante de Fátima.

Fátima: Es precioso.

Mel: Es muy bonita, pero yo prefiero a Luna.

Percy Jackson es realDonde viven las historias. Descúbrelo ahora