invitación.

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Alexander Ligthwood es el hijo mayor, tenía dos hermanos más, Isabel y Max.

Alec era el más rechazado de su familia, desde pequeño el tenía que ingeniárselas para aprendar cosas, no es como si su papá le hubiera enseñado a andar en bicicleta, como a Max, no iban a los partidos solo por él, si no por que su hermana era la jefa de las porristas.

Hace años Alec lo había superado y ahora trataba de ser el mejor en todo y lo estaba logrando, se esforzaba cada día por ser el mejor. Aun que a veces eso no lo hacia feliz, pues ni aun asi sus papás le ponían atención.

Tenia las mejores notas de toda su generación, incluso era primer promedio en todo la universidad, era el mejor en el equipo, uno de los populares, era el mejo en todo.

Parecía que su vida era la mejor, y lo podía ser, pero a veces sentía que el único respaldo era su novio, Magnus.
......

Magnus estaba sentado en su habitación, con Alec, los dos eran mayor de edad, así que nadie se oponía a sus visitas mutuas.

- ¿ Como te fue con la invitación de tus papás a la fiesta de graduación?- preguntó Magnus. Era el novio más comprensivo y le gustaba estar al tanto de la vida de Alec, sabía que el chico sufría por el comportamiento de sus papás, así que el intentaba ser el mejor para él.

- No les pude decir.- Alec se tapó la cara.- Estaban hablando con Max.

- No te atormentes, mi garbancito.- pidió Magnus, lo abrazó y se acostaron en la cama.- Es más, yo te amo tanto que estoy dispuesto a no decirle nada a mamá y así podre acompañarte.

- Eso no estaría bien.- se quejó Alec, sin embargo, tenía una gran sonrisa en sus labios.- No podría dejar que hagas eso.

- No te estoy pidiendo permiso.- susurro Magnus a la vez que le daba una nalgada a Alec, se abrazaron más fuerte y se quedaron viendo a los ojos.

- Te amo tanto Magnus.- los ojos de Alec se llenaron de lágrimas, alertando a Magnus que hoy era de esos días donde el no podía fingir ser perfecto.- Quiero que jamas nos separemos.

- Te premeto que no sera así, desde hace tres años me atrapaste.- le sonrio acariciando su espalda.- En realidas tres y medio, pero cuando empezamos hacer novios fue que me perdí totalmente en ti.

Alec sonrió más alegre y se apoyó completamente en el cuerpo de Magnus, pasaron unos minutos y el teléfono de Alec sonó.

Magnus miró a Alec encender su teléfono y leer el posible mensaje - Que raro.- le dijo Alec.- Es de la universidad.

-¿ Que dice?- le preguntó. Entonces su teléfono también sonó, extrañado, lo cogió y miro.

Era una pequeña invitación, el correo le era desconocido, pero sabia que era del colegio.

- Es una invitación.- dijeron a la vez. Magnus le guiño un ojo y la leyó.- Nos invitan a un parque de diversiones en texas, este fin de semana. Nos mandaran el transporte y además tendremos entradas para todos lo juegos.

-¿ Quién crees que la esta organizando?- dijo Alec pensativo.

- No se.- Magnus se levantó y miró la hora.- ¿ Vamos?.

- No se Magnus, casi no tengo animos.

- Vamos Garbancito, es mañana, se que te ayudara a distraerte.- insistió Magnus. Necestiaba ver a su novio con un ánimo diferente, le dolía verlo así.- Yo estaré contigo y prometo que la pasaremos bien.

- Esta bien.- sonrió Alec.- Lo que quieras, la verdad es que necesito ese viaje.

- Hecho.- Magnus besó a Alec.

Homicida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora