CAMINO DE SOLEDAD

Capítulo 7

-Tranquila tesoro - Artemis palmea mi espalda mientras Luna me abraza

<<En verdad me gusta más llamarla Luna que señora Kaguya, como la llamaba antes>>

Después de una crisis que tuve ahora los dos tratan de calmar mi llanto, ellos entienden que en mi situación necesito desahogarme de alguna manera, ellos me ayudan mucho, pero no puedo permitir que hagan más de lo que pueden, mi vida es un desastre, pero una vez caída, tengo que levantarme y seguir adelante, por mi bebé, por este pequeño angelito que debo proteger.

Aún no se si tendré un niño o niña, es más, desgraciadamente debido a las deudas y el constante acoso de Rubeus ni eh podido llevar el control necesario de mi embarazo, es por ese mismo motivo por el cual creo que mi vientre, a pesar de llevar un embarazo algo avanzado, no es tan grande como lo había visto en otras mujeres que llevan el mismo tiempo que yo, Luna me dice que no todos lo embarazos son iguales y que en algunas mujeres no se les nota el embarazo nisiquiera cuando van a tener a sus bebés, eso es lo que me ah tranquilizado y solo espero que mi bebé se encuentre bien.

-Oye cielito, lo eh estado pensando y...

-Artemis por favor, ya hemos hablado de esto - Luna lo interrumpe algo molesta aparentemente

-Mi Lunita, tu sabes que es una posibilidad

- ¿De que hablan? - pregunto en tono cansino e hipando por mi llanto

- Nada mi niña, este viejo que cada vez está más loco, no le hagas caso

-No, no estoy loco, y tú sabes que a lo mejor esa sería la solución a todo esto

-¿A que te refieres Artemis? - vuelvo a preguntar aún confundida

- Tus padres mi niña, ellos podrían ayudarte, podrías pedirles ayuda

-Mi.. ¿mis padres? - el asiente con la cabeza y me mira con esperanza - No viejito, no creo que esa sea la solución, mi papá dejo muy claro que yo para él ya estaba muerta

- Mi niña - esta vez la que toma la palabra es Luna - los padres a veces decimos cosas que en verdad no sentimos, somos humanos y comentemos errores en momentos de presión, pero eso no significa que deje la de querer a nuestros hijos, por más ingratos que sean - se que lo último lo.diji por sus propios hijos

- Entonces ... ¿ustedes creen que mis padres podrían ayudarme si se los pido? - pregunto con un dejo dejo de esperanza y ellos asienten - Bueno....hace mucho no los veo, ni sé nada de ellos, nisiquiera sé si aún viven en la misma casa

- Pues a lo mejor es hora de averigüar eso y reencontrarte con tu familia mi niña.
.
.
.

Una semana después, averigüe que mis padres aún vivían en el mismo barrio y casa que yo recordaba, no estaba segura de ir a buscarlos, tenía miedo, no sabía cómo reaccionarian, pero Luna y Artemis, como siempre, siempre estuvieron dándome ánimos, no podía esperar más, estaba por cumplir mi quinto mes de embarazo sin haberme hecho tan siquiera un ultrasonido, se hacercaba la fecha de pagar la renta del departamento y no quería darle una excusa más a Rubeus para hacerme la vida más miserable y sabía que el dinero que me dió Beryl cuando cerró el café no llegaría nisiquiera al primer mes sin trabajo

Luna me había ofrecido vivir con ella y ayudarle en la tienda, pero no podía hacer eso, la pequeña tienda y sus gastos apenas le abastecían a ella y si yo aceptaba su oferta solo sería una carga más.

Así que gastando gran parte de mi liquidación en el café y con una leve esperanza, tome la decisión de ir a la ciudad en busca de mis padres, solo esperaba no equivocarme y que las palabras de Luna fueran ciertas

- ¿Y si me rechazan? - nos encontrábamos en la estación de autobús, mis dos adorables viejitos decidieron acompañarme hasta el último momento para darme ánimo

-No será así, ya lo verás

-Y si ese fuera el caso, aún nos tienes a nosotros, siempre estaremos para ti mi niña

Últimamente eh andado muy sensible así que sus palabras hacen que vuelva a derramar lágrimas

- Los quiero mucho, gracias por ser mi apoyo

- Nosotros también te queremos, eres como la hija que habríamos querido tener juntos - Luna le da un golpe a Artemis haciéndonos reír

- Deja la cosa viejo mañoso

-Yo solo digo la verdad - se encoje de hombros y nos abrazamos una vez más hasta que la voz en el altavoz de la estación anuncia que mi autobús está por salir - bueno mi niña...es hora... Ánimo

- Sí, y ya sabes eh... Si las cosas no resultan bien, vuelve, que aquí tendrás a dos viejos que se morirán de ganas por ayudarte, en especial cuando ese angelito llegué al mundo para llenarlo de alegría

-Gracias, los quiero mucho - y con un último abrazo y un beso, me despido de ellos para enfrentar un destino incierto

.
.
.

Tres horas después me encuentro por fin frente a la casa de mis padres, los nervios aumentaron aún más, tenía miedo de que todo resulte mal y haya hecho este viaje en vano, quería que alguien estuviera a mi lado para darme ánimo, pero estaba sola, bueno eso creí hasta que sentí un ligero movimiento en mi vientre que me hizo sonreír.

- ¿Acaso lees la mente de tu mami mi cielo? - llevo una mano a mi pancita acariciándola suavemente - lo siento, se que tú estás y siempre estarás con mami, ahora bebé, a enfrentarnos a tus abuelos

Me disponía tocar el timbre, cuando de repente la puerta se habré sin precio aviso mostrando a una bella mujer de cabello negro

-Mamá - suelto en un susurro y la bella mujer clava su hermosa mirada en mi rostro

- ¿Serena? - naturalmente no me esperaba, pero me inquietaba su actitud y empezaba a creer que me había equivocado al venir, eso, antes que se lanzará a mis brazos - hija...hijita mía...por fin volviste - se aparta de mi y toca mi rostro - no sabes lo preocupada que estaba por tí

-Yo también te extrañe mamá - sonrió levemente

- Ven cariño pasa - me lleva al interior de la casa limpiándose algunas lágrimas que había derramado - hace mucho frío afuera

Y era cierto, el invierno se acercaba y las temperaturas bajaban mucho más obligandonos a usar grandes abrigos

- Estás helada, iré a pedir un chocolate muy caliente, tal y como te gusta - su algarabía era la misma de siempre

- Bueno mamá...esto.... Y.. ¿papá? - mi pregunta pone fin a su parloteria, como si hubiera dicho algo que no se esperaba o... que la asustaba

- Aquí estoy - las dos volteamos en dirección a la voz que se hizo presente, mi madre con cara de pánico y yo... Sin reacción alguna pero casi segura de que esto no será nada bueno