Cap.1

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Wöhrein, un gran reino de la nueva gran división de Europa, esta vez de Europa del Norte, una parte donde se considera aliado a todos los reinos y nuevos estados, uno de tantos reinos que prosperan por ahora, teniendo pocos conflictos con sus rivales de Europa Oriental. Su rey, Artmir Lemun, mantiene en paz a toda su población y los protege de todo conflicto que pueda surgir de repente, además de garantizales protección a los suyos y a aquellos pueblos que están situados afuera de su reino; mantiene una buena reputación y brinda apoyo hacia cualquier reino aliado, y todos están con él. Un hombre mayor de 53 años de edad, con un lujoso y envidiable castillo con su gran trono, con muchos guardias y caballeros alistados y bajo su mando, cabello corto y canoso con una barba regular, portaba siempre una capa roja demostrando que era el rey junto a su corona adornada de diversas joyas ricas. No tenía familia, una de las reglas a seguir dentro del reinado de Wöhrein era no tener una relación amorosa y tampoco primogénitos que pudieran heredar el trono. El mismo rey tenía que elegir al próximo sucesor del trono.

Su pueblo era inmenso, repleto de guerreros y comerciantes con buena economía y muchas viviendas, en las afueras estaban unas murallas que protegían al reino de cualquier mal y ataque.

Un día, en las mañanas del caluroso verano, varios pueblerinos provenientes de un pueblo al sur cerca de Wöhrein, llegaron a la entrada del reino, eran cinco pueblerinos alarmados y preocupados, pidiendo ver al rey con todo respeto, había una noticia que contar acerca de un suceso que ocurrió la noche anterior y que requería de autoridad mayor.

Los mantuvieron en la entrada, fueron a avisarle al rey a toda prisa, él estaba disponible a cualquier petición que le pidieran los pueblos cercanos al suyo, pero le llamó la atención escuchar que pedían su presencia para escuchar lo que los pueblerinos tenían que decir.

—Déjenlos entrar y tráiganlos al castillo —ordenó el rey Artmir de pie frente a su trono teniendo a su frente al mensajero enviado desde las murallas. El mensajero fue a caballo hasta la entrada del reino y avisó la decisión del rey.

Los pueblerinos llegaron al castillo, estaban asombrados por ver unos alrededores diferentes a los suyos, lleno de lujo, cabañas con buen estado y mucha comida y orden.

—Bien. ¿A qué se debe la presencia de ustedes cinco en mi reino? ¿Qué es lo que ha pasado? —le preguntó el rey demostrando gran carácter frente a los cinco pueblerinos, todos eran hombres y entre ellos estaba un granjero.

El granjero avanzó un paso entre los suyos con guardias a los lados y al rey a varios metros a su frente.

—Su majestad, ayer en nuestro pueblo hubo un extraño inconveniente. A-Alguien se había acercado a nuestro pueblo y dejó el cuerpo de un hombre asesinado brutalmente.

El rey alzó una ceja, se preguntaba que por qué el asesinato de alguien sería extraño —¿Un hombre, asesinado? Okey. ¿Lograron ver al responsable?

—No. Lo extraño es que no logramos ver o saber qué o quién fue el asesino de ese hombre, tenía una gran cortada profunda. Solamente logramos ver un destello verde muy luminante alejarse de nuestro pueblo a una gran velocidad. Yo tenía un perro, y se fue tras él...

—¿Un destello verde? —el rey pensaba que era algo absurdo, pero hubieron muchas dudas en ese momento en su cabeza —. Bien, pueden retirarse. Gracias por la información.

—Su majestad, si me permite, quisiera pedirle que dejara a nuestro pueblo lejos de cualquier conflicto con otros reinos —suplicó el granjero con miedo en su voz.

—Tranquilos. Su pueblo no será afectado por nada mientras yo esté aquí.

Después de eso, los pueblerinos se retiraron al lugar de donde provenían, el rey tuvo en mente por varios momentos ese asesinato y ese tal destello verde, ¿por qué no lo pudieron detallar bien?. El rey reunió a sus generales y comandantes en una sala dentro del castillo, pues debía haber una razón para ese suceso cerca del reino.

—¿Cree que haya sido un mensaje de alguien que vino de un reino enemigo? —le preguntó un comandante al rey.

—No lo sé. Esas personas no dieron muchos detalles. Temen que haya otra guerra, pero necesitamos saber si ese hombre era de por aquí o de otro lado.

—Pudo ser alguien que escapó de la justicia... —espetó uno de los generales.

—¡Claro! Y lo buscaban por haberse escapado y llegó a nuestro territorio... Pero no lo sabemos muy bien, debemos estar alerta a cualquier cosa.

La sospecha mayor era que había un movimiento en contra de Wöhrein de parte de un enemigo no identificado. No se sabe de dónde provenía, cómo era o por qué asesinó a alguien. El rey tiene muchas dudas, hasta piensa que podría ocurrir una especie de traición de sus reinos aliados, Artmir era alguien inseguro con sus aliados.

—Eso no es lo más importante. Lo importante es informarle a nuestros aliados sobre este acto desconocido o mantenerlo como algo secreto por ahora —sugirió otro general.

El rey pensó. De nada servía informarle a otros reinos que hubo un asesinato misterioso y que podría ser el enemigo, que debían mantenerse alerta a cualquier cosa, pero se dejaba guiar por la idea de que provenía de otro lado y que ya estaba finalizado lo que debió suceder. Aunque, en el fondo de su mente, creía que era alguien que utilizaba magia o una de las mismas criaturas que creó el Esclavo Mestizo.

—No. Mantengámonos callados. ¡Quiero guardias sin descanso para esta noche! ¡Quiero que mantengan los ojos abiertos y actúen si ven algo misterioso o extraño!

El Espadachín de la Noche Sombría © [Completa✔️]️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora