La princesa y El pueblerino

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Mirando la ciudad, los autos, las luces, todo tan ajeno, le recuerda lo mucho que le gustaba de pequeño recostarse en el césped de su jardín junto a vegas y mirar el cielo, así fue por muchos años mientras vivía en Riverdale, pero ahora mira edificios, tiendas, anuncios enormes, calles repletas de gente y es simplemente...diferente, pero no de mala forma.

De hecho camino a casa después del trabajo siempre le gusta mirar por la ventanilla y admirar las luces de la ciudad, nunca pensó que acabaría en Nueva York, no antes de conocer a Verónica.

Cuando la oía hablar sobre lo asombrosa y excitante que era la ciudad, lo que en realidad lo volvía loco cuando hablaba de la fantástica ciudad era su sonrisa y brillantes ojos, que más importaba si la tenía a ella, estaba seguro que no importaba a donde ella quisiera ir, la acompañaría, porque Verónica era mirar el cielo, las estrellas, los anuncios, las luces,los departamentos, ella y solo ella era lo que quería ver todos los días.

Pero no está con ella.

Y solo quizás mirar aquellas cosas de las que siempre hablaba Veronica le recuerda su sonrisa y sus ojos, por eso ama Nueva York.

[...]

Cuando Archie entró en el edificio su portero rápidamente se le acercó.

—Señor Andrews...— el anciano sonreía como de costumbre y aquello le recordaba a su padre.

—Oh Henry, tendré que dejar de hablarte si me sigues llamando "Señor Andrews".

El anciano se rió y le dio unas suaves palmaditas en la espalda al pelirrojo.

—Bueno, si eso pasa no podría decirle que alguien lo está esperando. -- lo guió al lobby mientras reían.

Archie vio la silueta hacerse cada vez más clara a medida que se acercaba, cuando llegó al punto en que podía ver con exactitud quién lo esperaba sentado en los elegantes futones de la recepción, metiendo la mano en los tazones con dulces de cortesía.

Observó solo unos segundos más a la persona que aún no había notado su presencia y finalmente habló.

—¿Jughead?

El chico lo miró con un dulce en la boca y se levantó rápidamente.

—¡No deberías estar en tu gira promocionando el nuevo libro!

El pelinegro sonrió tímidamente y se rascó la nuca pasando sus manos por el fino cabello oscuro, donde ya no estaba su característica gorra. Inexistente.

—Tengo internet Arch, se que no estás pasando por un buen momento.

Archie sonrió al chico y lo saludó con un cálido abrazo, todos estos años el pelirrojo luchó por recuperar la amistad de su querido amigo, y en momentos como este agradece haber triunfado.

—Wow, ahora eres famoso y con dinero...— Jughead admiro el departamento de Archie.

El pelirrojo nunca lo pensó de esa forma, es decir si, siempre lo reconocían en la calle y cada vez era más difícil pasar desapercibido, sin mencionar que el sueldo de una estrella musical no está nada mal, y más el de una que está en ascenso.

—Oh, sabes que eso no me importa— tomó asiento en el sofá frente a él.—Además ahora puedo comprarte comida en grandes cantidades.

Ambos rieron.

—Archie...¿Que paso?— las risas se detuvieron.

—Una mala decisión, quería ayudar a alguien y bueno...no resultó bien, solo espero recuperar un poco del dinero que habíamos invertido , para así comenzar una nueva producción, tengo algunas canciones pero aún debo esperar a que Veronica llame para ir a denunciar. -- le dijo a Jughead.

El Golpe Mas Doloroso/Riverdale-Varchie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora