Fuerte

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ADVERTENCIA ⚠️: contenido violento si eres sensible evita leer.

Veronica miro a Archie salir igual que como entró, pero con los ojos apagados, sabía que lo que había dicho le dolió, y se sintió mal, ella también lo sintió, y aunque sabía que lo merecía y que debería ser así con el , odia lastimarlo, nunca fue buena en ello, recuerda defender al pelirrojo como si constantemente estuviera en peligro, pero ya no es igual no la misma Veronica Lodge , ya no podía protegerse ni a ella misma.

Continuó llenando documentos por unas horas, cuando el teléfono comenzó a vibrar, la pelinegra tomó el aparato para callar el molesto sonido del móvil contra la madera, cuando vio en la pantalla el nombre del contacto contestó de inmediato.

—¿Jack? ¿Pasó algo?—preguntó.

—Baja a la salida, iremos a comer.

Escucho el sonido de la llamada finalizada y miró la pila de papeles que aún le faltaban por terminar, tenía que continuar con el trabajo, pero sabía lo que pasaría si no bajaba.

Lanzando un ruidoso suspiro tomó su bolso, gafas y teléfono para salir de la oficina, se despidió de Annie con una sonrisa apagada, odiaba el hecho de que la anciana la mirara con esa pizca de lástima y dolor cuando sonreía de esa forma, Veronica se sentía como un vaso de agua el cual Annie podía mirar sin problemas aunque intentara ocultarlo con todas sus fuerzas. Quizás no era lo suficientemente fuerte.

Con los tacones chocando contra la acera de la calle vio el auto de jack, estrujando hasta la última gota de coraje que aún le quedaba camino y se subió en el asiento del copiloto.

—Tardaste.

—El elevador necesita mantenimiento...

Con la mirada en ventanilla y el silencio dentro del auto continuaron camino a algún restaurante costoso de esos a los que jack le gustaba llevar a Verónica.

Después de que jack lanzará pequeñas miradas de desagrado al mesero,Veronica escondió la cabeza detrás de las hojas de cartón del menú, le desagrada la forma en que su novio miraba a la gente solo por no ahogarse en dinero como él, odia lo arrogante que podía ser.

cuando ambos ordenaron, el silencio incomodo que había en la mesa fue lo único que quedó , la pelinegra nunca levantó la mirada de la servilleta frente a ella, sonrió sarcástica en su mente, sus pequeñas acciones cada vez le recordaban a la forma en que solía comportarse con su padre, se había prometido a ella misma que no terminara con alguien como su padre pero aqui esta frente a frente con el reflejo de todo lo que odia de un hombre.

—Hoy en la junta Sloan presentó un proyecto del cual podría estar a cargo—el habla con su tono arrogante.

—wow, eso...eso sería fantástico—intenta sonar alegre, pero está tan cansada, su mente, su corazón.

—¿Eso es todo lo que dirás Verónica?—ella lo mira, por primera vez desde que entraron en el restaurant.— Olvidas que este trabajo es el que te da de comer, el que compra tus estupideces, Maldita sea eres una ingrata—le habla apretando los dientes.

—Jack Por favor yo...

—Solo cállate.

después de unos minutos de silencio jack en su teléfono, ella se levantó de la mesa anunciando que iría al baño, camino lento por los pasillos del restaurant pero quería correr, cuando miro la puerta de madera oscura señalizada apresuró el paso, con las manos temblando cerró la puerta apretando el seguro.

Puso una de sus pequeñas manos en su pecho sintiendo las fuertes pulsaciones de su corazón, se acercó al lavabo para abrir el grifo, pero la voz de la radio comenzó a hablar.

El Golpe Mas Doloroso/Riverdale-Varchie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora