Capítulo 18

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-¡¡Kooookieee!! –era la voz de Jimin.

El grito me despertó. Me había quedado dormido después de haber llorado por quién sabe cuánto tiempo.

Me limpie la cara, aunque sabía que era inútil porque mis ojos estaban hinchados y Jimin se daría cuenta.

-¡Kookie! –Jimin llegó por detrás y me abrazo por la espalda- ¿Qué haces aquí? Te estuve buscando por horas, me preocupé mucho –Me giro para que quedara de frente a él –¡Jungkook! ¿qué te paso? ¿por qué tienes esa cara? Estuviste llorando –me miro preocupado y me acarició el rostro.

-No... me quede dormido... estaba un poco cansado –trate de mentir.

-Mi bonito, no tienes por qué mentirme, sé que estuviste llorando –me hablaba con mucha ternura- Dime por favor, ¿qué te pasó? –me dio un beso en la frente.

-Es que... -el nudo en la garganta apareció de nuevo, quería volver a llorar- Jimin, perdóname –lo abrace y me eché a llorar, él correspondió mi abrazo con mucha fuerza.

-Kookie... no tengo nada que perdonarte, ¿por qué te disculpas? Hace unas horas estabas feliz, con esa sonrisa perfecta –me acariciaba el cabello mientras hablaba –con tus ojitos brillantes y encantadores... No entiendo qué pudo haberte pasado, ¿te mordió algún pececito? ¿te asustó alguna criatura fea?, cuéntame ¿sí?

Pude controlar un poco el llanto, su presencia me daba mucha tranquilidad.

-Jimin... creo que es mejor que me vaya... no quiero causarte más problemas. Nunca debí haber venido.

Jimin se separó de mí y me miro confundido.

-A ver, a ver señorito Jeon creo que te electrocuto una medusa y se te desconectaron los cables –río- Nunca me has causado problemas, no tienes por qué irte, además adónde irías ¿eh? –seguía hablándome con mucha ternura- ¿acaso extrañas a tu padre y quieres volver con él? –me miró con los ojos entrecerrados- Vamos bonito, dime de donde sacaste esa idea... ¿piensas dejarme vestido y alborotado el día de nuestra boda? –hizo un puchero.

-Mientes... te he causado problemas –me sentía muy triste y mi voz lo reflejaba- Te puse en peligro y... sé... sé que te castigaron el día en que te llame con la perla y las personas te vieron –baje la mirada, pero alcance a ver que Jimin se sorprendió.

-¿Quién te dijo eso? –su voz mostraba sorpresa y enojo.

-Eso no importa... ¿por qué no me lo dijiste?

-Porque no es importante, Jungkook y no quería que te sintieras culpable.

-Soy culpable y sí es importante... Ahora saben de tu existencia, alguien puede venir y capturarte... o peor aún capturarlos a todos.

-Kookie... nadie, ninguna persona humana podría llegar hasta aquí. Yo estoy bien y todos lo estaremos, ese día fue un descuido, pero no volverá a pasar, no te preocupes por eso, por favor ¿sí? –agarró mi mano y le dio un beso.

-Jimin, yo siendo humano y pésimo nadador llegue hasta aquí... cualquiera puede venir.

-Ay mi Kookie... llegaste hasta aquí gracias a mí –dijo sonriendo- yo te traje, nadie podría encontrarnos.

-Pero... mi hermano, es un buen nadador, ya una vez te alcanzó –pensar en eso me ponía muy nervioso- Además me fui sin decir adiós, quizá me están buscando... en algún momento llegarán aquí, y toda tu familia podría ser capturada- empecé a llorar nuevamente- No debí venir Jimin, discúlpame, en verdad fui muy egoísta al pedirte que me trajeras.

-Calma Kookie, no pienses en eso, realmente es muy difícil que algún humano nos encuentre, hemos vivido aquí por siglos y nunca ha pasado nada –decía mientras me limpiaba las lágrimas- la única forma de que alguien nos encuentre es si alguno de los nuestros lo guía hasta aquí.

-Hmmm...

-Además, ni cien hombres podrían contra todos nosotros, somos muy fuertes y poderosos –dijo sonriendo mostrando sus músculos.

-Algunos tritones no piensan igual que tú... -dije recordando lo asustado que estaba Yoongi.

-¿Algunos? –me miro confundido- Dime con quién estuviste hablando... ¿quién te metió esas ideas en la cabeza? –dijo molesto.

-Nadie... solo lo supongo –no quería que Jimin se enojara con Yoongi por haberme dicho esas cosas.

-Eres pésimo mintiendo –dijo negando con la cabeza.

-No importa, mejor dime ¿cómo fue el castigo que te dieron? ¿te lastimaron? –me entristecía mucho pensar en eso.

-¿Cuál castigo? –preguntó sonriendo- Olvidemos eso Kookie... yo estoy bien, soy fuerte y aguanto todo –dijo guiñandome el ojo, con un poco de arrogancia –Seamos felices bonito, disfrutemos el presente el pasado ya no importa –sonrió y me apretó las mejillas.

Sonreí y lo abracé –Gracias Jimin... perdóname. Te quiero mucho –me acerque a besarlo con dulzura y me correspondió de la misma forma.

-Así que... ¿me quieres mucho? –dijo sonriendo coqueto. Era la primera vez que le decía algo parecido. Había sentido la necesidad de hacerlo, estaba sintiendo algo muy fuerte y bonito por él dentro de mí, no podía ser otra cosa más que cariño y muy posiblemente amor.

Sentí cosquillas en el estómago. –Lo hago –le quité un mechón de cabello que le caía en la frente –Me encantas.

Jimin me abrazo por la cintura y me jalo hasta que nuestros cuerpos quedaron pegados completamente.

-También me encantas –me dio un beso con una ligera mordida en los labios- Y sin duda alguna, yo también te quiero demasiado –me volvió a besar.

Unos cuantos besos y jugueteos después...

-¡Oye! –gritó entusiasmado- Te estaba buscando porque tenía que decirte que mañana, tendremos un ensayo de bodas –dijo sonriendo.

-¡Qué! ¿qué es eso? –a pesar de la emoción y alegría que me causaba pensar en casarme con Jimin, moría de nervios al pensar en que todo mundo estaría viéndonos, temía no cumplir con las expectativas de su familia y demás conocidos. - ¿Qué debo hacer yo?

-Básicamente es ir al salón a comer reunidos con todos los que asistirán a nuestra boda. No debes hacer nada más que permanecer a mi lado, saludar a los invitados y luego comer todo lo que quieras –tenía una sonrisa de oreja a oreja- ¡Será divertido!

-Bueno, no suena tan mal –sonreí- Por cierto, ¿cuándo será el día oficial de la boda? No me he enterado –reí y él también.

-Andas en la luna, baby noscasaremos en un par de días –lanzó un gritito de emoción- en tan solo dos días serás mío para siempre –me agarró de la cintura y empezó a girar a un ritmo de baile de vals.

Y así permanecimos, bailando entre risas, al ritmo de una canción escuchada únicamente en nuestra imaginación. 

 

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El tritón [JiKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora