Empezaron a llegar los invitados, Jimin y yo estábamos parados en la entrada dándoles la bienvenida a todos los que iban llegando.
-¡Bienvenidos sean! Les presento a mi futuro esposo, Jeon Jungkook –Jimin les decía lo mismo a todas las personas que iban entrando, emanaba mucha alegría, lo que provocaba que los invitados sonrieran y saludaran alegres, yo solo les sonreía y les hacía un ademán de que entraran al salón.
Llegaron muchos tritones y sirenas que no había visto antes, Jimin me comentaba que vivían en fortalezas vecinas o en fortalezas ubicadas a kilómetros de distancia.
El salón parecía estar lleno, pero no dejaban de llegar los invitados, no sabía cuántos más vendrían. Estaba muy nervioso, todos me miraban con curiosidad y cuchicheaban entre ellos.
-Jimin ¿cuántos invitados más vendrán? Está todo lleno, todos me miran, me está dando mucha pena, vamos a la mesa ya –dije en tono de súplica.
-Claro, nadie puede despegar los ojos de ti, eres la cosa más hermosa que existe en el mar –dijo sonriendo, apretándome el mentón- Deja que admiren tu belleza, no te avergüences, solo gózalo –me dio un besito.
-Hmmm... -no podía gozarlo, es difícil ser el centro de atención.
Llevábamos unos 5 minutos sin recibir a ningún invitado, quizá ya habían llegado todos.
-Vamos a sentarnos Kookie, parece que han sido todos –Jimin me tomó de la mano y nos dimos la vuelta hacia adentro, pero justo en ese momento una voz grave y potente resonó a nuestras espaldas.
-Llegamos a tiempo –más que una pregunta era una afirmación.
Nos dimos la vuelta y parados en la puerta estaban tres tritones de apariencia muy imponente, eran grandes y mucho más musculosos que cualquiera que hubiese visto por aquí. En el centro estaba el que parecía ser el mayor, podría tener la edad del padre de Jimin y a los lados estaban dos tritones jóvenes, uno más grande que el otro, el pequeño posiblemente tenía nuestra edad. Este último llamó mucho mi atención, era idéntico a uno de los hermanos de Jimin, Taehyung, de no ser por el color de cabello que lo tenían diferente podría jurar que eran la misma persona, me quedé boquiabierto mirándolo.
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-¿Ustedes? –preguntó Jimin con desagrado- No sabía que habían recibido invitación.
-No la recibimos –respondió el joven mayor –Pero oímos rumores y decidimos venir a verlo con nuestros propios ojos.
Los tres me observaban de arriba abajo con superioridad.
-Así que, es él –dijo con arrogancia el tritón idéntico a Tae.
Jimin apretó mi mano y me jalo ligeramente detrás de él.
-Vinieron a conocerlo, ¿no? Pues ya lo vieron, pueden retirarse –respondió Jimin a la defensiva.