Cap.1

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Viernes.

El día favorito de todos a nivel mundial, donde todos aprovechan para salir a fiestas, ir a la playa, visitar familia, amigos, un día muy activo.

Para mí un día de descanso y tranquilidad, pues he tenido una semana muy atareada con las clases y los quehaceres de la casa.

Es mi deber ayudar a papá a tener un hogar decente y que cuando el llegue del trabajo no se preocupe por mover un solo dedo.

Él es médico por lo que siempre está metido en el hospital y por eso cuando llega a altas horas de la noche prefiero que encuentre todo limpio y comida de solo meterla al microondas para que se vaya a dormir unas pocas horas.

Hoy tengo casa sola debido a que el demonio, perdón, angelito de mi hermano esta con sus amigos y sé queda todo el fin de semana -Gracias a Dios- y mi padre está de guardia hasta el domingo.

¡Hoy hago desastre!

Estoy sentada en mi escritorio viendo vídeos en YouTube y comiendo papas fritas.

Me sobresalto cuando escucho un sonido de algo que cae y se rompe. Me levanto y me asomo por la ventana.

Me sorprendo al ver un camión de mudanza –oh nuevos vecinos–digo para mí.

Veo a un señor de unos cuarenta y tantos que está ayudando a uno de los hombres de la mudanza con un sofá de cuero negro muy elegante, por otro lado, veo a una señora que se ve un poquito más joven que el señor que ví antes levantado los pedazos de lo que, aparentemente, era un tazón de porcelana –supongo que ese fue el ruido que escuche– sigo analizando a los señores y de pronto aparece del interior de la casa un chico muy, pero muy guapo.

–¿Mamá, estas bien?– camina hacia la señora y la ayuda con los pedazos del tazón.

–Si cariño, estoy bien solo se me cayó, nada grave– le sonríe de manera cálida, se ve que aprecia mucho que su hijo se preocupe por ella.

–Dame, te ayudo– la señora le pasa los pedazos que ella tomo del suelo y le dice que los bote en la basura, el chico le hace caso y va a hacer lo que le dijeron, pero antes de llegar a la cera donde está el bote de basura, como si sintiera mi mirada, voltea hacia mi ventana, rápidamente me tiro al suelo.

–Ay dios, ay dios, ay dios ¡me vio!– digo desesperadamente mientras sostengo mi cabeza como si estuviera en un tiroteo, me siento y quedo pegada a la pared -No puedo creer lo indiscreta que soy, Dios ¿qué pasa conmigo?

No te pasa nada, solo te quedaste hipnotizada con ese lindo chico– me dice mi conciencia.

Cállate.

El sonido del timbre de mi casa me hace saltar del susto.

–Ay no, ¿y si es el, y si me viene a denunciar por estarlo viendo como una acosadora?, ¿qué hago ahora, que hago ahora?– camino de un lado al otro en mi cuarto, pensando mil de posibilidades de como escapar, pero el me vio y sabe que si hay gente en casa –¿Dios, que hago?– vuelve a sonar el timbre, me armo de valor y salgo de mi cuarto para, seguido, bajar las escaleras y detenerme frente a la puerta, suena de nuevo el timbre y tocan la puerta un poco fuerte.

–¿Quién es?– pregunto nerviosa.

–Niki abre la puerta, soy yo– la voz de mi mejor amigo me calma por completo, abro la puerta para conseguirme con Leo mi hermano de otra madre.

–¿Por qué no abrías la puerta?, estuve mil años esperando– él siempre ha sido muy exagerado.

–Lo siento, pensé que eras el vecino que seguramente me va a denunciar por estarlo viendo como acosadora– Leo me ve totalmente confundido y no lo culpo, yo también soy muy exagerada.

–¿De qué hablas? ¿el señor Johnson te va a denunciar?– él no sabe que llegaron nuevos vecinos.

–No tarado, hay nuevos vecinos– le explico.

–Ahh, pero explícate bien– le sonrió y lo arrastro a mi habitación para mostrarle a los vecinos y explicarle lo que paso y porque estaba tan nerviosa.

Leo analizando todo lo que le dije, respira profundo y suelta una carcajada que seguro se escuchó al otro lado del vecindario.

–No te rías, esto es serio– le golpeo el brazo derecho y se le cortan las risas y pone una cara de dolor fingido.

Le tiro una mirada asesina y recupera la seriedad.

–Ok, lo siento, pero acepta que es una total locura que pienses que tu vecino te va a denunciar solo por mirarlo– lo que dice es cierto.

¿Cómo voy a pensar algo así?

Para ideas locas llamar a Nicole Rodríguez

Me tiro en la cama viendo el techo y Leo se tira a mi lado.

Suelto un largo suspiro.

–¿Estoy loca, cierto?

–Si, pero así te quiero.

-Aww, yo también te quiero- Leo se levanta y se dirige a mi armario para sacar un pantalón y una blusa morada algo descotada.

Lo miro extrañada.

–Emm... ¿Leo?– me mira –¿Qué estás haciendo?

–Vamos a salir, por eso vine.

–No, no quiero- me quejo y me cubro la cara con la almohada.

–Quieras o no, vamos a salir– de un movimiento rápido me quita mi preciada almohada.

Bufo y pongo los ojos en blanco.

Me siento y me cruzo de brazos –¿Y quién va a obligarme?– lo reto.

–Pues yo– dice cruzándose de brazos igual que yo.

–¿Ah sí?– me levanto y camino para pararme frente a él –¿Tu y quienes más?– le sonrió desafiandolo.

–No necesito a nadie para obligarte a hacer lo que yo quiera– al momento que Leo termina la frase abre los ojos como platos ya que se dio cuenta que lo que dijo tiene doble sentido –Niki sabes que no quise decir eso, sonó raro, lo siento– mientras él se disculpaba yo estaba riendo a carcajadas como loca.

–¿Que? ¿ahora vas a violarme?– digo entre risas causando que Leo se sonroje un poco y baje la mirada.

Debo admitir que Leo es muy lindo con esos ojos verdes, cabello negro, test clara, labios carnosos, nariz perfilada, con un cuerpo muy bien formado, pero como dije es mi hermano de otra madre, nos conocemos desde el principio de los tiempos y no me imagino teniendo algo más que una amistad con él ni nada parecido.

–Ay, ¿puedes callarte e ir a darte una ducha para salir?–me regaña.

–Ok, ok, ya voy– busco la toalla y me meto en el baño de mi habitación.

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Nota de la autora:

Dicen que uno vuelve a dónde fue feliz y pues ¡Aquí estoy de nuevo! Pero está vez si quiero terminar esta historia que es como mi bebé o algo así, total que le estaré haciendo algunos cambios y corrigiendo errores y acomodando la trama para que todo tenga más sentido y así.

Está historia solo cuenta con 7 capítulos, los cuales voy a releer para editarlos.

Besos🤍

Mi Vecino de al LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora