La llamada

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Si algo no se esperaba Horacio aquella tarde, era recibir una llamada de Volkov.
El jefe de la LSPD llevaba semanas desaparecido, una tarde simplemente salió de servicio y no volvió.
Al llamar a su piso uno de los altos cargos, alegó que necesitaba una baja temporal, pero no rellenó el papeleo para formalizarla.
Horacio se había ensimismado mirando al teléfono que sonaba.

-¿Si?-

-¿Porqué?-

-¿V-Volkov? A que se ref...-

-¿Porqué me dejaste solo?-dice volkov, cortante.

-... Hace mucho que no sabía nada de usted-

-Respóndame.-la voz del ruso tiembla casi imperceptiblemente mientras por su rostro cae una lágrima.

-Volkov, creo que esto no es un tema para...hablarlo por teléfono, espere, ¿vale? Voy en dirección a su piso.

Sin decir nada ante esto, Volkov cuelga.

El hombre de la cresta se dirige en moto al edificio que años antes fue también el suyo, la moto le echa el pelo grisáceo hacia atrás, se le ve un rostro duro, maduro, cansado.
En la vida de Horacio Pérez han pasado muchas cosas, quizás demasiadas para lo que un hombre debería de soportar.

Al abrir la puerta y entrar, Horacio se encontró cara a cara con una estancia desordenada y con una persona que se ve en peor estado que el propio cuarto.

Después de una conversación vaga y sin mucha profundidad, el invitado se atrevió a preguntar.

-¿Va a dejar todo atrás?-

-Diez cua...esto..si-

-Que sepa que yo... si pensaré en usted. Nunca dejé de hacerlo-

- Horasio, que me vaya-intercala sus palabras con un suspiro- no significa que deje de pensar en ustedes.- El ruso se queda en silencio con los brazos cruzados tras decir esto.

-Si así es feliz, no le retendré más.-
Horacio se voltea arrugando la nariz para no soltar lágrimas.

Se encuentran en el salón, volkov sentado en el sofá y Horacio de pie, a su espalda. El crestas había estado observando el desorden, encontrando desde ropa interior hasta restos de comida.

Después de unos segundos de silencio tenso, Volkov responde.

-No creo poder ser felis de ninguna manera- percibe los sentimientos que brotan de su acompañante sin decir nada porque también le está afectando y no considera que sea momento para reflejarlo.

-Entonces... ¿Por qué se va?-

-Porque en ese caso, quedándome aquí, tendría que ver las responsabilidades que dejo en hombros de otros y a la gente que pensaba que me apreciaba, nesesito un cambio de aires Horasio, estar solo.-

-Pero no entiendo por qué dice que tiene gente que pensaba que le apreciaba.- se posiciona frente al ruso.

-Yo le aprecio solo... solo que no soy el más indicado para decirle que se quede... no después de lo que hice- desvía la mirada a un lado, para no ver la reacción.

-Sinseramente Horasio, ahorrese sus lamentos respecto al tema si, lo que hiso está hecho.-

-Conway y Michelle le quieren Volkov. Sus alumnos esperan pacientes por tí todos los días. Roger, Banks, Kovacs...-
Ahora sí centra su visión en él, se siente desesperanzado al ver que el rostro que observa no cambia su inexpresividad.

-No diga que no le aprecian, por favor-ruega.- Puede estar enfadado... puede irse... pero no diga eso-

-Ya, eso dise usted, pero por más que me intenten convenser, no estaban esperando cuando yo desperté, y, respecto a Roger, Banks y los demás...  Son unos buenos agentes, pero ya no siento al cuerpo como una familia.-

Dejar todo Atrás.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora