Volkov, importas.

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Jack conway llama al timbre. Un tanto nervioso, se ajusta la corbata.

Volkov no estaba esperando visita, se levanta del sofá y apaga la tele. Viste un chándal holgado, que en verdad usa de pijama.

-¿Si?-Dice a través de la puerta, a continuación, mira a través la mirilla.

Se lleva una sorpresa al ver a su anterior jefe plantado en el rellano.

Viktor se aparta y abre la puerta antes de recibir una respuesta.

-¡¿Conway?!- Dice- Qué hase usted aquí?-

De todas las respuestas que podría haber dado el ex-superintendente, elige una corta.

-Hey.-

En ese momento, delante de Jack, Volkov se da cuenta de que va en pijama.

-Emmm, pase porfavor.-dice, ignorando su anterior pensamiento.- Lo lamento por el desorden.-

-Tranquilo, tenemos confianza, coño.-

La casa se ve hecha un desastre, en la mesa de centro de restos de varios dias de cajas de comida china.

Volkov se sienta en el sofá y el gato mira de mala manera a Conway desde lejos.

-Sinseramente me alegra su visita.-asegura el ruso.

-Hace tiempo que no te pasas por comisaría.-Conway va directo a su objetivo.

-Ya,- no estaba listo para tener esa conversación tan pronto.-me estoy tomando unas pequeñas...esto...vacasiones.-

-Vacaciones en tu piso, ajá-

Volkov siente que Conway le ha calado.

-Em...bueno, usted siempre me desía que tengo que tomarme tiempo para mi.-responde esquivo- Y eso hago.

-Volkov... no parece que estés mucho más descansado.-

Le mira, contempla entonces las ojeras marcadas, el pijama con una fina capa de pelos de gato, el pelo descolocado y la barba mal afeitada de hace días. Jack concluye pensando "estás hecho una mierda".

-¿Por qué no coges llamadas?- interroga.

-Quisas no estoy muy...bien, no.-Cede ante la evidencia.

Volkov rehuye la atenta mirada de Conway porque esta le produce una sensación incómoda.

-Estoy acostumbrado a estar solo cuando las cosas no van bien.-

Jack suspira.

-Pero no estás solo.-

De repente se le llenan los ojos de lágrimas al ruso.

-No es sierto Conway, siempre estoy solo.- se le corta un poco la voz, pero muy poco.

Intenta mantener la compostura.

-Volkov... no llores hombre.-acompaña sus palabras con unas palmaditas en la espalda.

-NO LLORO- dice en un tono alto.

Sus labios dicen una cosa, pero su cara se llena de lágrimas.

-Se que no soy el mejor apoyo que podrías tener ahora mismo.- dice Conway- Pero sé que tu malla estará ahí para tí.-

-Y si te aventuraras a conocer gente, también. Pero te cierras Volkov.- dice con cariño.

-Abrirme solo me hace daño. Esa panda de alumnos y buenos ofisiales tiene que ocuparse de cuidar la ciudad... además...Usted es como un padre para mi.-

Dejar todo Atrás.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora