Los posos infernales estaban sumergidos en oscuridad, hasta que ella fue enviada desde arriba, y después de ahí... Aquellos fueron sumidos en fuego negro y sangre dorada.
***
Me desperté con un terrible malestar que envolvía todo mi cuerpo de manera dolorosa, por segunda vez en la semana, decidí faltar a clases y simplemente pasar de todo mundo, no tenía ganas de hacer nada, en absoluto.Aquel día era tres de noviembre, tres días después de haber hecho la jodida invocación, tres días después de estar sumida en oscuridad, tres días en donde mi depresión había vuelto como arte de magia, y tres días en los que...
—Has tenido que estar conmigo. —Respondió una voz.
Mordí mi labio inferior y evité el grito que estaba luchando por salir de mí en ese momento, tres días no eran suficientes para que yo pudiera acostumbrarme al hecho de que un demonio real estaba andando por toda mi casa como si él fuese el dueño y rey de todo su jodido entorno.
Comenzaba a creer que estaba loca y que aquel alto sujeto de aura negra solo era producto de mi descabellada imaginación, pero aquella teoría no llegó muy lejos, no cuando él aparecía en cualquier parte de mi casa parar mirarme fijamente como si estuviera disfrutando de mi miedo y pavor. Además, aquello no era todo, él podía leerme la mente, lo había descubierto el mismo día de su llegada, yo trataba de evitarlo o algo así, sin embargo, él siempre estaba leyéndome como si yo fuese un maldito libro que estaba abierto de hoja en hoja para él.
En aquellos tres días, había comenzado a experimentar cosas que no podría explicar, aunque quisiera. —Ni de cerca—, había ratos en donde sentía un bestial dolor de cabeza que me hacía llorar y seguido a ello, pequeñas imágenes de símbolos y fuego venían a mi mente, pero estás eran desechadas deprisa y no había mucho para mí, excepto olvido, oscuridad y vacío.
Esa mañana el sol estaba más potente que nunca, la luz se filtraba por la ventana de mi habitación, y sin importar mucho de que el invierno ya estaba llegando, el suave calor que se sentía en ese instante era muy agradable. Yo estaba acostada en mi cama y aunque llevaba mucho tiempo despierta, seguía sin tener la fuerza de voluntad para ponerme de pie.
No sabía por qué estaba tan deprimida, no entendía por qué me sentía tan culpable y al final, no comprendía por qué mi cuerpo y mi alma dolían tanto... ¿Qué me estaba sucediendo?
—No te está sucediendo nada. —Habló de nuevo él, sin querer darme tregua. —O quizás sí, lo que te está sucediendo se llama culpabilidad.
Él se estaba burlando de mí y lo odié por ello.
—Cállate y lárgate. — Le susurré y me tapé el rostro con dos manos, no quería verlo. —Si eres un demonio de verdad. ¿Qué esperas para matarme?
Él no respondió por un largo instante.
—Siempre tan cautivada y atraída por la muerte. —Soltó él y por primera vez lo escuché hablar con seriedad. —Eso es algo que jamás cambia en ti.
—Deja de hablar como si me conocieras. —Gruñí.
—Yo te conozco. — Eso fue lo único que dijo y después de ahí, solo hubo silencio de nuevo.
Apreté más las manos en mi cara y deseé fuertemente el poder retroceder el tiempo y nunca pero nunca haber hecho tal invocación. —¿Cómo algo tan estúpido había terminado en algo como aquello? — Además, ¿Por qué él parecía saber tanto de mí? ¿Qué clase de demonio era? ¿Qué quería?
—Dios, ayúdame. —Pedí en voz alta sin importarme mucho que el hecho de que él me escuchara, después de todo, también podía leer mi mente. —Dios.
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OSCURA INVOCACION I
Fantasía"La vida es una dimensión oscura que nunca tiene inicio y por tal, jamás tiene final. -Todo es incierto, penumbroso, delirante y hasta cierto punto, maquiavélico-. Nadie, olvide aquello, porque entonces, Blessed Diums. No lo olvidará ni ahora, ni nu...