𝐂𝐥𝐚𝐬𝐞𝐬 𝐒𝐨𝐜𝐢𝐚𝐥𝐞𝐬 [𝓜𝓪𝔂𝓵𝓸𝓻] ~AU

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Tras llegar a las puertas de la enorme casa que tenía por dueño a uno de los hombres más ricos de Inglaterra, su primogénito acompañado por su pequeño amigo bajaron del lujoso auto de la época acercándose hacia la entrada para darles el aviso a los guardias que resguardaban la entrada.

- Tom, Andrew. Buenas noches, les traigo un comunicado de mi parte para papá.-

La firmeza y autoridad del habla de Brian era tal que hasta los mismo guardias optaron por una postura más recta ante el hijo del señor May, mientras que su acompañante lo miraba de reojo y con un cierto temor.

- Sí, díganos señor May-.

Uno de los los guardias se dirigió con sumo y delicado respeto hacia tal personaje frente suyo.

- Vale, díganle que me quedaré esta noche en casa de John-

- Muy bien señor, le diré a su tía para que le entregue el mensaje directamente a su padre.-

- Y una cosa más.-

- Sí?.-

- Avísenle a cualquier personas de la servidumbre que necesito pijamas y mi uniforme de martes en la puerta de la casa de John, en quince minutos exactos.'

- Así será-.

- Vamos, John-.

- Gracias y buenas noches.- Dijo John.

- Igualmente, señores-.

El más joven y al parecer el único que sí demuestra signos de respeto y educación, se despidió dando las buenas noches y agradeciendo por los buenos servicios dandos por los guardias allí presentes.

Se retiraron dando media vuelta y regresando al auto de John, en el cual estaba su chófer esperando a abrirles la puerta.

- Muchas gracias-.

- Es un placer, señor John-.

Ambos entraron y marcaron rumbo a casa de John la cual estaba a solo 10 minutos de distancia.

....

El mensaje llegó a los oídos del padre por medio de su tía y ella se lo dijo a su padre quien yacía sentado en la gran mesa esperando la llegada de su amado hijo.

-Hermano, tu querido hijo pasará la noche en casa de la familia Deacon, ya no tienes que esperarlo más, puedes retirarte a tu habitación sin preocupaciones-.

- Gracias Elizabeth, me iré a recostar entonces-.

Se levantó dejando sus alimentos sin tocar, sobre la mesa.

- No comerás antes?-.

- No, no tengo apetito esta noche-.

El viejo hombre se retiró del gran salón para irse a su recámara.

Su hermanastra, que con burla observa la triste retirada de su anciano hermano, mientras sonría.

- Muy bien querido hermanito, vete a dormir, en poco tiempo descansarás en paz-. Susurró.

Ella también salió del comedor hacia sus aposentos.

Lista para hacer una llamada a su amante, quien junto a ella planean el robo perfecto de los millones de su hermanastro, deshaciéndose de él, así como lo hizo con su cuñada.
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