—A‑Aquí estoy. —Dije tartamudeando un poco al principio. Estaba un poco en shock, ya que el ligero toque de Jared, y el diciendo que huelo bien me hizo sentir cosas extrañas en mi estómago. Mariposas le dicen. Elefantes saltando le diría yo. Cuando Jared se dio la vuelta y se fue, debo admitir que me quede viendo su trasero, y si que es un buen trasero. Sentí como el calor llegaba a mis mejillas. Maldición. Debo dejar de pensar en el trasero de Jared.
—Cami, ¿cuál de estas dos corbatas me va mejor? —Dijo enseñándome dos corbatas, una gris con pequeños puntos blancos, y otra negra con pequeñas rayas diagonales grises.
— ¿Qué? —Dije atónita. ¿De verdad mi papá me estaba pidiendo mi opinión respecto a que corbata llevar?
—Si cariño, hoy es mi cita con Daisy, y ya que eres la única mujer que vive en esta casa decidí acudir a ti. Así qué ¿cuál me queda mejor?
Mierda.
—¿Cita?
—Si Camile Ann, ¿podrías ayudarme de una vez a escoger una corbata?
Doble mierda. Papá no va a una cita desde hace más de 3 años, y para rematar se le nota nervioso.
—Oh claro. La gris. Creo que te va mejor.
—Gracias SúperCam. —Dijo con una sonrisa de oreja a oreja y me dio un beso cariñoso en la frente.
¿SúperCam? ¿En serio? No me dice así desde que tengo 9 años, tal vez 10.
—Qué raro... —Dije yéndome a mi habitación. Con una sonrisa en el rostro iba pensando en que esto lo tiene que saber la tía Deena.
Ya en mi habitación agarro mi celular y marcó el número de mi tía.
— ¡Hola Camile! —Escucho la alegre voz de la tía Deena.
—Papá tiene una cita hoy.
— ¿Qué?
—Lo que escuchaste.
—Estoy segura de haberte escuchado mal, repite lo que dijiste nena.
— ¡John Hendricks tiene una cita hoy!
—No te creo nada.
—Pues tienes que creerme, hace unos minutos vino y me pidió mi opinión sobre que corbata ponerse esta noche.
—Oh cielos. Joder. Odio a estar a cientos de kilómetros, tenía que estar ahí y ver ese momento.
Río. También odio que mi persona favorita en el mundo viva en Boston
— ¿Cuando vuelves a la universidad gran perra menor? —Tía Deena, cuando no llamandome perra. En realidad siempre la vi como la hermana mayor que nunca tuve. Tiene 29 años, no nos llevamos tanta diferencia.
—No lo sé, gran perra mayor. Aún estoy un poco paranoica por lo que pase hace unas semanas.
—Lo sé Cam, ya lo puedo imaginar. Desgraciados malditos, como se atreven a tocar a mi pequela Cami.
—Ya tengo 18 años, y no soy... —Tía Deena no dejo que terminara la oración.
—Shhhhh. Eres mi pequeña cami, siempre lo seras cariño ¿no lo entiendes? ademas quiero que me cuentes algo.
— ¿Qué será?
—A ver Camile Ann, dime, ¿Aún eres virgen? —Los ojos casi se me salen de las orbitas al escuhar esa pregunta. Rompo en carcajadas inmediatamente—¿Que te causa tanta risa? ¿Fumaste marihuana o qué?
ESTÁS LEYENDO
La mirada de Jared
RomanceCamile Hendricks conocida por ser alegre y de espíritu libre, pero también conocida por ser la hija del alcalde de Pittsburgh. Su vida da un giro cuando intentan secuestrarla, y es ahí cuando el padre de Camile duplica su seguridad. Camile se siente...