No Otra Vez.

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—¡Por fin que llegan! —veo a Leslie correr hacia mí, suelto mis maletas y la recibo en brazos

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—¡Por fin que llegan! —veo a Leslie correr hacia mí, suelto mis maletas y la recibo en brazos.

Dios ya extrañaba su presencia. Nos separamos, y veo a Tris con los brazos abiertos, lo cual niego con la cabeza, nos abrazamos tanto que ya me estaba asfixiando.

—¿Y a mí, nadie me abraza? —. Laurie estaba indignado, lo cual me rio por completo, por mientras que las cicas solo le dan golpecitos de buena suerte. —. Enserio que son las mejores, espero que escuchen la ironía de mis palabras.

Llegamos a casa, desempacamos todas las maletas, queríamos descansar un poco del viaje, pero también quería ir a visitar a mi padre y a mi hermana, también tenía que recoger a mis pequeñas.

Así que fuimos donde mi padre, no pudimos durar demasiado en nuestra luna de miel, porque teníamos compromisos con la librería, no queríamos volver porque la energía que tenía ese hermoso lugar era algo increíble, las vistas eran realmente hermosas, pero pienso que las lunas de miel se pueden crear de mil formas lo importante es que compartas mil momentos con esa persona que aceptaste tener todos los días a tu lado.

Por primera vez no pase navidad con mi familia y tuvimos la oportunidad de volver para pasar año nuevo en familia y con amigos.

—Tu hermana está comprando las cosas para mañana. —me informa mi padre por mientras que está preparando la cena, me acerco y lo abrazo muy fuerte, más agradecida con la vida no podía estar yo.

—Mañana vendré a ayudarlos.

—Me parece algo maravilloso, tres mujeres aquí en la cocina es increíble, la compañía nunca se desprecia. —confiesa la mujer de mi padre. Ósea mi Madrastra.

—Ves, ya no me lo podrás prohibir. —mi padre sonríe, escucho unos pasos por la sala, me asomo y veo a la reina del castillo, Laurie estaba en el sillón dormido. Había llegado, saludo y al sentarse se quedó completamente dormido, enserio que estaba cansado por el viaje.

Veo que la pequeña Alice, se sube al sillón, abraza a tío y se queda ahí jugando con su barbilla. No aguanto las ganas de sonreír, hasta que él se asusta, abre los ojos y es ahí donde la ve. Sonríe y la abraza.

Cenamos en familia y nos fuimos a nuestra casa.

Al llegar Laurie me agarra la mano y caminamos a nuestra recamara, sin cambiarnos ni nada, nos quedamos acostados juntos, hasta que al día siguiente que me despierto, no lo veo a mi lado, me levanto, me baño, me arreglo, salgo camino hacia la cocina y ahí estaba haciendo el desayuno, solo llevaba un buso gris y un suéter oscuro.

Tengo una linda obra de arte en casa y es andante.

Me siento al frente de la encimera, por mientras que lo veo cocinando, no se da cuenta de mi presencia así que me levanto caminando hacia él, abrazándolo por detrás.

—La flor de la casa se despertó. —se da la vuelta y me saca la lengua, niego con la cabeza y le saco mi lengua—. Estas hermosa como siempre.

Si los pétalos se cayeran [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora