VOY A QUERERTE POR LOS DOS

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[NARRA AROA]
Voy al lavabo para lavarme las manos y tras refrescarme también, entro de nuevo en la habitación
YO: ¿lo hacemos ya? -agarro su mano cuando me vuelvo a sentar en la cama-
CARLOS: ¿no preferes hacerlo mañana? Debes estar cansada bebé, tenemos tiempo de sobra estos días
YO: no estoy cansada, quiero hacerlo ahora, tengo ganas de dejar de ser virgen ya, seguro que soy la única pringada que con 17 años no la ha perdido todavía
CARLOS: no hay edad para eso bonita, ni por dejar de serlo a los 15 eres mejor ni por perderla con 18 eres peor
YO: ya, eso lo sé -suspiro- oye, ¿tu a que edad la perdiste? -le pregunto- ¿porque tu virgen poquito, no? -suelto una carcajada-
CARLOS: no, no lo soy, pero dejé de serlo a tu edad, con 17, que aunque me veas un tío muy guay y que ha estado con muchas, en realidad soy súper tímido y me cuesta dar ese paso, la perdí con mi anterior pareja antes de ser nada oficial y meses después nos hicimos novios, en fin una larga historia que no viene a cuento ahora -rio-
YO: ya ya, pero seguro que has estado con un montón después de eso
CARLOS: no te creas, unas 5 o 6 como mucho contandola a ella -ríe-
YO: joder, casi nada -rio- pues yo quiero que seas el primero, ahora -digo segura-
CARLOS: ¿seguro Aroa?, es muy diferente a lo que hemos hecho hasta ahora
YO: lo tengo claro Carlos, además, tanto el otro día como hoy, la única que he disfrutado he sido yo, quiero que tú también sientas placer -suspiro-
CARLOS: te he dicho mil veces que solo con verte estoy satisfecho
YO: no joder Carlos, no es lo mismo, pero que si no quieres que lo hagamos no hace falta que pongas excusas -digo cabreada girando la cabeza-
CARLOS: no digas tonterías Aroa, me muero por hacer el amor contigo -agarra mi barbilla haciendo que lo mire a los ojos- pero no te quiero presionar
YO: no me estás presionando Carlos, este es el momento perfecto y quiero que sea contigo
CARLOS: yo también quiero ser tu primera vez chiquita -acaricia mi cara- entonces, ¿quieres que ocurra? -se acerca lentamente a mi-
Asiento con la cabeza convencida y él deja un suave beso en mis labios YO: más -susurro sin dejar que nos separemos demasiado-
Sigue besándome como le pido y poco a poco se va tumbando encima mío sin dejar ningún peso sobre mi, se quita la camiseta lentamente y me pregunta
CARLOS: ¿quieres que te la quite?
YO: mejor no Carlos -suspiro-
CARLOS: esta bien bebé, tranquila -susurra y vuelve a unir nuestros labios-
Poco a poco va bajando sus besos por mi cuello y los lleva hasta mi tripa subiendo mi camiseta sin descubrir mis pechos
Acaricia mi abdomen con su dedo indice lentamente y le digo YO: ¿qué haces tonto? -lo miro desde arriba-
CARLOS: nada -hace una pedorreta en la zona de mi ombligo provocando mi risa y que ponga una de mis manos en su cabeza-
YO: mira que eres bobo -acaricio su pelo despacio-
CARLOS: pero me quieres igual -rie y sigue su camino hasta encontrar mi ropa interior-
La baja despacio, la tira a cualquier parte de la habitación y vuelve a subir hasta mis labios,
pasa la fina sábana que nos tapaba hace un rato por encima de nuestras cinturas para no incomodarme y noto como en un rápido movimiento se quita el pantalón y los boxers quedando completamente desnudo
YO: ¿has traído protección? -pregunto-
CARLOS: si mi vida -abre uno de los cajones de la mesita de noche y saca un preservativo-
YO: míralo, que preparado venía él -rio-
CARLOS: he traído alguno por si acaso, pero de todos modos siempre llevo uno en la carrera por lo que pudiera pasar
YO: bien hecho -rio de nuevo-
CARLOS: no quiero que pienses que te he traído aquí solo para esto -suspira-
YO: sé perfectamente que no es así Carlos, tranquilo, además, los dos estábamos casi seguros de que pasaría durante estos días, pero no queríamos reconocerlo, no me digas que no -rio-
CARLOS: tienes razón -sonríe, acaricia mi cara y me besa de nuevo, poco después se separa un poco de mi y se pone el preservativo- ¿estás lista? -agarra mi mano entrelazando nuestros dedos-
YO: si, solo que un poco nerviosa -reconozco suspirando-
CARLOS: es normal bebé, solo déjate llevar y relájate, ah, una cosa más, si notas que te duele, no te preocupes, al principio es totalmente normal y ya sabes que si en algún momento quieres que pare solo debes decírmelo
YO: tranquilo Carlos, te prometo que te lo diré, hazlo ya por favor -le suplico-
CARLOS: voy mi amor -aprieta mi mano con fuerza para tranquilizarme y me besa con dulzura-
En ese instante noto como entra muy lentamente en mi, pero a pesar de eso no puedo evitar soltar un gruñido de dolor en sus labios
YO: Carlos, me duele -me quejo-
CARLOS: ¿quieres que pare? -pregunta preocupado-
YO: no, sigue por favor -le pido con los ojos completamente cerrados-
CARLOS: esta bien -suspira y entra un poco más de la misma manera que antes tras besarme de nuevo-
Sigo sintiendo un poco de dolor, pero cada vez menos hasta que noto como desaparece por completo dejando paso al placer
YO: dios -suelto un pequeño gemido-
CARLOS: ¿todavía duele bebé? -pregunta-
YO: no, ya no -niego con la cabeza -
CARLOS: genial, ahora solo queda disfrutar mi vida -acaricia mi mejilla con la mano que tiene libre-
Sigo gimiendo y lo oigo gruñir por primera vez
CARLOS: madre mía Aroa - su voz es completamente ronca, cosa que me excita todavía más, estamos unos cuantos minutos así y dice- ¿quieres probar poniéndote tu arriba?
YO: no sé Carlos, a lo mejor te hago daño -digo preocupada- peso demasiado
CARLOS: ¿cómo me vas a hacer daño, tú estás loca? es lo mismo que cuando te subes encima mío a horcajadas, ¿lo intentamos? Si no te gusta volvemos a ponernos así y ya está bonita -me anima sonriendo-
YO: vale -asiento con mi cabeza y de un rápido movimiento se tumba en la cama cómo lo estaba yo, haciéndome quedar encima suyo- no sé que debo hacer Carlos -suspiro-
CARLOS: elevate un poco y siéntate en mi, deja que te ayude cariño -coloca sus dos manos en mis caderas y yo hago lo que me dice acompañada por él-
Poco a poco bajo mi cuerpo hasta sentir como entra en mi de nuevo haciéndome suspirar
profundamente
CARLOS: eso es mi vida, ahora muévete despacio adelante y hacia atrás -me guía con sus manos aferradas a mi cuerpo y lo hago muy lentamente-
Minutos después digo
YO: ¿te gusta así? -pregunto mirándolo, aunque por su cara puedo intuir que sí-
CARLOS: ¿que si me gusta? joder mi nena, me encanta -gruñe de nuevo todavía con la voz totalmente ronca haciéndome gemir-
Poco a poco voy aumentando el ritmo dando pequeños saltitos sobre su cuerpo haciéndolo entrar y salir de mi intimidad a más velocidad mientras él sigue el compás de mis movimientos con sus caderas y sus manos sobre mi cintura ayudándome a subir y bajar sobre su cuerpo sin parar de gemir y gruñir hundido en un inmenso placer al igual que yo
En otra situación me sentiría mal por lo que estoy haciendo, ya que siento qué peso demasiado para que me aguante, pero ahora mismo no puedo pensar en nada más qué en disfrutar este increíble momento con él, quien está completamente cegado por la pasión en este instante, lo veo en sus ojos
YO: dios Carlos, no creo que pueda aguantar mucho más -digo un rato después con la respiración entrecortada-
CARLOS: aguanta solo un poco nenita, yo también estoy a punto -gime agarrando mis caderas con mucha más fuerza pegándome todavia más a él-
A los pocos segundos noto qué en cualquier momento llegaré al orgasmo
YO: no me queda nada -gimo bastante fuerte y lo beso inclinándome despacio sobre su cuerpo haciendo que él coloque una de sus manos en mi mejilla-
CARLOS: muévete muy lentamente Aroa, como al principio, por favor -me suplica agarrando de nuevo mi cintura y hago lo que me pide- me estas volviendo loco bebé -dice dándome a entender que está en la misma situación que yo-
Menos de un minuto después vuelvo a sentir como todo mi cuerpo se contrae, a la vez que un intenso placer provoca que mi piel se erice por completo haciéndome notar que he llegado el segundo orgasmo de la noche, obligándome instintivamente a apoyar mis manos en la parte baja del abdomen de Carlos y a inclinar mi cabeza lentamente hacia arriba mirando al techo sin parar de gemir
Carlos suelta también un fuerte gemido confirmandome que hemos alcanzado el clímax a la vez y muerde su labio con fuerza con los ojos cerrados
YO: dios -susurro agotada-
CARLOS: menuda maravilla mi vida -dice con la respiración totalmente agitada-
Juntamos nuestros labios por última vez sin necesidad de decir ni una palabra más y me tumbo en su pecho completamente rendida