☁︎𝐒𝐭𝐢𝐥𝐥 | 𝖸𝗈𝗈𝗇𝗆𝗂𝗇

1. 𝑽𝒊𝒔𝒊𝒕𝒂 𝒊𝒏𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒅𝒂.

Un pelinegro llamado Min Yoongi estacionó su automóvil afuera de la casa donde solía vivir, vio la hora en su teléfono y este marcaba las 7:10 p.m. hoy era miércoles apenas, no pudo esperar a que llegara el sábado para ver a su pequeño bebé de once meses, su nombre es Youngsoo, Yoongi esperaba que Jimin no se molestara por esto, la última vez le había gritado.

Sobre Jimin y él, aún eran esposos legalmente -ninguno quiso firmar el divorcio- ¿porqué? No lo saben, talvez algo se los había impedido.
Su "caliente ex" (en palabras de Yoongi) parecía odiarlo y Yoongi al contrario aún seguía muy enamorado de él. Separarse fue "lo mejor" para ambos...

Aunque él no lo veía así.

Yoongi deseaba poder estar con ellos y formar parte de sus vidas nuevamente, que Jimin lo viera como su hombre y poder ver más de cerca el crecimiento su hijo y no solo los fines de semana como acordaron con el abogado.

Así que dejó de lado sus pensamientos y caminó hasta la entrada de su antiguo hogar.

Hogar...

Al estar enfrente de la puerta tocó el timbre, escuchó unos pasos.
—Kookie, ¿ya-... Ah, solo eres tú - dijo Jimin mientras abría la puerta con una sensual sonrisa, pero al ver quién estaba al otro lado de la puerta esta se desvaneció e hizo una mueca de desagrado.

—Yo también me alegro demasiado de verte, precioso -dijo Yoongi con una sonrisa.
—¿Qué quieres, Yoongi? -dijo con su linda boquita que al parecer tenía una capa de gloss, se veían realmente besables.
—¿Esperabas a alguien? -lo preguntó con curiosidad pero al mismo tiempo molestia de verlo así pues bajó su vista a su menudo pero hermoso cuerpo, Jimin usaba un pequeño short rosa con lunares y una hombliguera blanca simple.

Pasó su vista en él de pies a cabeza y Jimin pareció darse darse cuenta pues su carita estaba rojita.
—¿Te importa? -le contestó de la misma forma.
Yoongi subió una ceja y Jimin frunció el ceño.
—Claro que me importa, ¿cómo puedes dejar entrar a alguien más aún cuando nuestro hijo está bajo el mismo? -le reprochó Yoongi. Jimin puso un brazo en su cintura y con el otro señalaba fijamente a Yoongi.

—En primer lugar Soo no está aquí, mis padres lo llevaron con ellos hace una hora y no vendrá hasta mañana, en segundo lugar sí espero a alguien y en tercer y último lugar, Kook no es un desconocido, es un buen amigo mío -dijo Jimin enojado. Y sin el permiso de Jimin, Yoongi se adentró a la casa y caminó directo a la sala, Jimin cerró la puerta y caminó detrás suyo.
—Dices que el tal Kook es solo un buen amigo y esperas ese "amigo" vestido de esa forma ¿¡qué clase de amigo es ese!? ¿Uno con derechos? -le dijo Yoongi enojado, aunque los celos eran los que más resaltaban.

Jimin volteó a verlo enojado y se acercó un poco.
—¿Y si es mi amigo o algo más en que te afecta? -le preguntó.
—En qué me afecta... ¿¡En qué me afecta!? -gritó Yoongi- ¡que aún eres mi esposo, maldita sea! -le dijo viéndolo a los ojos mientras se acercaba más y más a él.

Y si hay algo que tenía Jimin era que no se dejaba intimidar tan fácilmente y de forma desafiante se acercó también.
—¡Lo nuestro ya pasó Yoongi! ¡esto se acabó! Aún eres mi esposo pero solo legalmente -dijo dándose la vuelta- Y y-o yo... Ya no te a-amo -le dijo de espaldas, Yoongi se sorprendió y sin dejarse vencer se acercó a él, Jimin chilló queriendo darse la vuelta pero Yoongi no se lo permitió, mientras agarraba la cintura del rubio posesivamemte.
—Tú y yo sabemos que eso no es cierto, hermoso, tú aún me amas... Puedo verlo en tu mirada... Puedo sentirlo, muñequito -le susurraba al oído, Jimin suspiró e hizo un poco de lado su cuello, dejó una pequeña mordida en el, Jimin lo sintió y en vez de oponerse solo hizo un poco más de lado su cabeza, Yoongi paseaba su nariz de arriba a abajo sintiendo su hermoso aroma natural y de vez en cuando dejando pequeños besitos que hacían suspirar a Jimin —¿Lo ves, hermoso?
—Te equivocas Yoongi, yo estoy conociendo a Jungkook y, y, y... Yo ya no te a-amo Yoongi -le dijo Jimin en voz baja, Yoongi rió y besó ruidosamente su cuello en varias ocasiones.
—El tal Jungkook se puede ir a la mismísima mierda... Tú eres mío y aunque lo niegues tú sabes mejor que nadie que seguimos enamorados... No creo que hayas olvidado tan rápido todo lo que hemos pasado juntos, lo mucho que te he amado... -le respondió Yoongi y Jimin pareció pensarlo un momento.
—No Yoongi, ya olvidé todo, ya no significas nada en mi v-vida -le dijo Jimin con su voz sonando insegura, así que sin pensarlo más Yoongi hizo que se diera vuelta y con una mano sostuvo su pequeña cintura pegándolo a él y con la otra su mentón.
—¿En serio...? ¿Ya olvidaste esos días en que parecía que éramos tú y yo contra el mundo? ¿Las veces que nos escapamos en mi auto a la playa? ¿Te olvidas de cuando presentamos a nuestros padres ? ¿Te olvidas de cómo te hacía el amor? La forma en que me montabas y como gritabas mi nombre y arañabas mi espalda pidiendo por más, para después llenarte de mí... Y el día en que decidimos unir nuestras vidas en matrimonio y que al poco tiempo pudiste darme lo que tanto quise a tu lado, a nuestro hijo, el fruto de nuestro amor... ¿has olvidado todo eso, amorcito? -le decía Yoongi ahora juntando sus narices sintiendo sus respiraciones chocar, Jimin bajó la mirada y mordió su labio inferior.

Yoongi deseó tanto a Jimin.

—¿Qué vas a responder? -le dijo por último.
Jimin por fin subió la mirada, Yoongi miró lágrimas caer de sus ojitos claros, subió sus brazos al cuello del palido y hundió su carita en él, Yoongi reaccionó abrazándolo más a él, se separó para limpiar sus lágrimas susurrando palabras de cariño, Jimin sin pensarlo comenzó un acelerado beso.

Yoongi no pudo detener el hambre que sentía por esos gruesos labios.

Los mismos que no besaba desde hace mucho.