Capítulo 8

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Cuando Freddy se despertó a la mañana siguiente Cami no estaba en la cama. La encontró en la sala de estar, sentada en el sofá entre Fred y Golden, comiendo el desayuno que probablemente habían ordenado.

Todo el mundo ya estaba ahí, vestido con la ropa de la noche anterior y con aspecto cansado.

"Buenos días." Le dijo a nadie en particular y todo el mundo lo saludó de vuelta con la boca llena.

Freddy encontró su lugar al lado de Gold en el lateral de la butaca. Escogió un hotcake de chocolate de la mesa llena de dulces y frutas.

Freddy comió, tratando de no hacer contacto visual con Fred. Se sentía un poco raro por lo que había sucedido la noche anterior, era el mismo sentimiento que obtuvo días después de que Fred lo hubiera hecho llegar al orgasmo. Pero se desvaneció con el tiempo, porque Fred estaba actuando como de costumbre, haciendo burlas y bromas durante el desayuno.

Cuando Cami les contaba que había tenido el mejor sueño de las últimas semanas, Fred hizo contacto visual con Freddy y le guiñó un ojo, mordiéndose el labio.

Freddy no pudo reprimir la sonrisa que apareció en su rostro y Cami sonrió porque pensó que la sonrisa era para ella.

"Entonces, ¿Qué harás para tu cumpleaños, Freddy?" Preguntó ella mientras bebía lo que quedaba en el vaso de jugo de naranja.

"Tenía pensado hacer una fiesta en el hotel de mi tío." Él respondió y Golden asintió con entusiasmo.

"Pero será un día antes de mi cumpleaños, el veintitrés. Porque mis padres me quieren en casa para la cena de Nochebuena."

"¿Tu tío es dueño de un hotel?" Foxy preguntó sorprendido y Freddy asintió.

"De Villa Real."

"Ese es el segundo más caro en Madrid" Fred habló.

"Por supuesto que lo es."

Terminaron el desayuno quince minutos después, y al mediodía se fueron. Y sí, Freddy informó que una mujer en la puerta se había acostado con un cliente, pues bien, ese no era su trabajo.

[•••]

La próxima semana tuvo dos pruebas. Cami se quedó casi todas las noches, y a Freddy no le importaba el hecho de que todo lo que hicieron antes de dormir fuese tal vez nada. Rara vez se dormían abrazados y el castaño estaba bien con eso.

No sabía si debía sentirse culpable por el hecho de que Fred le había hecho correrse y viceversa, o porque no se sentía culpable de lo que hizo en absoluto.

No había visto a Fred desde el día del baile, y para ser honesto, estaba un poco nervioso acerca de su fiesta de cumpleaños. Iba a comenzar dentro de dos horas, sabía que el azabache iba a llegar, y que todo el mundo tendría su propia habitación de hotel.

La madre de Freddy había ordenado un traje de Dolce Gabbana y Freddy estaba emocionado porque lo llevaba puesto, y porque era el más caro. Era muy suave y los zapatos hacían juego, con una camisa negra muy agradable con cuello blanco. Llevaba el pelo algo despeinado con un estilo casual y no podía estar más emocionado.

Toda la familia del castaño iba a llegar, pero sus padres le prometieron que los dejarían solos con sus amigos.

La fiesta iba a tener lugar en un restaurante de primera, donde todo el mundo podía comer lo que quisiera y su familia estaría ahí también. Entonces, cuando los adultos y los niños fueran a sus habitaciones, la fiesta se llevaría a cabo en la piscina cubierta, que estaba equipada con un gran bar y un DJ.

Freddy estaba muy feliz porque finalmente podía beber delante de sus padres y era legal. El pastel se llevaría a la medianoche, tenía seis niveles diferentes de colores con diferentes sabores, y habían dieciocho pastelitos en la parte inferior, cada uno con una velita para que Freddy soplara.

Bebé, el cielo está en tus ojos •Frededdy• [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora