Freddy no hacía nada más que mirar por un par de segundos, ese era su padre, SU padre. Besando a una mujer. Y esa no era su madre.
Sin embargo la reconoció; ella era la secretaria de su padre. Él estaba completamente devastado y ni siquiera podía decir nada. Simplemente se dio la vuelta y comenzó a caminar lejos, sin mirar a nadie delante de él.
"¡Freddy!" Fred lo llamó antes de que comenzara a seguirlo fuera del centro comercial.
El castaño sólo logró caminar alrededor de la esquina antes de que Fred lo tomara del brazo y le diera la vuelta. Freddy se dejó caer en una banca que estaba detrás de él y se quedó mirando el camino delante de él durante un par de minutos interminables.
El más alto se sentó ahí con él y eso era todo lo que Freddy necesitaba. Necesitaba a alguien que estuviera ahí para él sin llegar a decir o hacer cualquier cosa.
Apoyó la cabeza en el respaldo del banco, cerca del hombro de Fred, pero sin tocarlo. Se sentía como una mierda por no creerle.
"Freddy" El mayor comenzó a hablar, poniendo su brazo alrededor del hombro del contrario.
Éste se retorció lejos de su tacto.
"Yo sólo... Necesito estar solo por un tiempo." Murmuró y se metió en uno de los taxis que estaban alineados en el extremo de la calle.
Fred inmediatamente se puso en uno detrás de él y le dijo al conductor que siguiera al que estaba delante de ellos.
El castaño le dio al conductor un billete que era mucho más de lo que realmente se necesitaba y se bajó del carro sin mirar atrás. Un millón de pensamientos se encontraban en su cabeza y él simplemente no podía creer lo que había visto. Eso no podría haber sido cierto. Su padre era un hombre honrado; él nunca engañaría a su madre. Él nunca le haría eso a su familia.
Pero al parecer, lo hizo.
Trató de abrir la puerta, pero luego se dió cuenta de que Fred tenía la tarjeta, por lo que sólo se golpeó la frente contra la puerta, exasperado. Quería nada más derrumbarse en la cama y llorar durante horas sin nadie ahí para verlo.
Era definitivamente bipolar.
"Freddy, tengo la llave." El mayor dijo y el más bajo volteó la cabeza para ver a Fred caminando hacia él.
El azabache abrió la puerta sin decir nada y Freddy se metió en su habitación, sin siquiera mirar si Fred lo siguió al interior (lo cual hizo).
Se dejó caer en la cama y hundió su rostro entre sus manos, sintiendo lágrimas en sus ojos. Sin embargo no quería llorar delante de Fred.
"Lo siento." Habló el pelinegro, sin moverse de su lugar junto a la puerta.
"Puedes decirlo."
"¿Decir qué?"
"No te hagas el tonto." Freddy murmuró y lo miró.
Fred sabía que el menor estaba muy cerca de romperse y llorar frente a él.
"Pu-puedes decir que me lo dijiste. Me puedes decir que no te hice caso y q-que fuí un jodido de mierda por ignorarte y gritarte." Freddy comenzaba a decir cosas sin control, tratando de no derramar lágrimas.
"Freddy, está bien. Está bien... Yo no creí que mi madre engañaba a mi papá hasta que la vi."
"Pero mi padre... Él e-es..." El menor dijo, con voz temblorosa y Fred sabía que estaba apunto de romperse.
"Teddy." Habló suavemente y fue entonces cuando realmente empezó a llorar. Dio un paso hacia él y envolvió con sus largos brazos al chico más joven.
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Bebé, el cielo está en tus ojos •Frededdy• [Adaptación]
FanfictionDonde Fred es el chico malo y jodido con demasiados problemas, Freddy es el niño rico perfecto, con demasiado dinero, sus escuelas están justo en frente. Se reunen en una fiesta y eso es lo último (y tal vez lo único) que necesitan. •Esta es una ada...