Freddy iba a perder su cordura, de verdad que sí.
Había estado encerrado durante casi dos semanas y se había perdido una fiesta en la casa de Gold, en la cual en ese mismo momento estaban haciendo otra. No era tanto, pero tenía que soportar estar en su casa durante tres días más.
Sus padres estaban con sus hermanos, quienes habían ido a ver una obra de teatro en la noche, así que Freddy probablemente podría salirse con la suya e ir a escondidas a la fiesta de Gold, pero no quería correr ningún riesgo. Dios sabe lo que sus padres le harían si se enteraban.
El castaño le dijo a Gold que se sentia un poco mal el pasado viernes, porque en realidad no admitiría que sus padres, literalmente, le prohibieron hacer cualquier tipo de actividad.
Así que una vez más, estaba solo un sábado por la noche, en su habitación, Y eso también significaba que tenía que hacer la cena para él porque todo el mundo ya se había ido de su casa.
Sabía que tendría un colapso mental si no hacía algo que no fuera estar en su casa. Entonces una idea le vino a la cabeza. ¿Tal vez debería invitar a Fred? O no. Mejor no. Él querrá ir a la fiesta de todos modos.
Miró el reloj y vió que la fiesta ya había comenzado hace media hora. Suspiró y se sentó en su silla, abriendo su ordenador portátil. Odiaba a sus padres en ese mismo momento.
[•••]
Fred habia llegado a la fiesta hace veinte minutos y no había hecho nada más que buscar a Freddy. Si no conseguía besar sus labios y su piel en los próximos diez minutos se volvería loco.
Por alguna razón, no habia visto al más joven hace ya dos semanas y se culpaba a sí mismo. Y el hecho de que en realida le importaba y quería hablar con él y verlo, le daba miedo.
Finalmente encontró a Golden, que estaba haciendo chupitos con Gold en el mostrador de la cocina, con Bonnie viéndolos y riendo.
"¿Dónde está Freddy?"
El rubio se encogió de hombros. "No ha salido de su casa hace dos semanas. Creo que se metió en una pelea con sus padres."
"Ah..."
"Sin embargo, deberías llamarlo." Sugirió y bebió otro trago.
El azabache asintió y le dió las gracias antes de voltearse y caminar, y no se detuvo hasta que llegó caminando a la calle, donde sentía mejor el aire libre y la música no estaba tan fuerte.
Sacó el iPhone que le dió Freddy y buscó su número en la lista de contactos, antes de presionar el pulgar en el botón de llamada.
Sonó tres veces antes de que el castaño finalmente contestara.
"¿Hola?"
"Hola, hum, este... Soy Fred."
"Sí, lo vi en la pantalla." Respondió Freddy y Fred no pudo evitar sonreír.
"¿No vas a venir a la fiesta esta noche?"
El castaño suspiró desde la otra línea.
"Mis padres me castigaron dos semanas y no puedo salir de casa hasta el domingo. Y realmente me dejaron solo un sábado por la noche, ¡Y debo hacerme la cena yo mismo!"
"Así que no me equivoqué cuando dije que no sabías ni siquiera hacer tostadas." El mayor bromeó y pudo imaginar al ojiazul rodando los ojos.
"Espera. ¿Dijiste que tus padres no están en casa? ¿Por qué no puedes venir entonces?"
"Debido a que probablemente estarán en casa alrededor de las once y la fiesta dura mucho más que eso. Además, tengo que hacer un poco de comida antes de que muera de hambre."
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Bebé, el cielo está en tus ojos •Frededdy• [Adaptación]
FanfictionDonde Fred es el chico malo y jodido con demasiados problemas, Freddy es el niño rico perfecto, con demasiado dinero, sus escuelas están justo en frente. Se reunen en una fiesta y eso es lo último (y tal vez lo único) que necesitan. •Esta es una ada...