Secuestro

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7. Secuestro.

Haruka entró a la habitación se baño antes de dormir con Michiru la abrazo. Los días seguían su curso en los periódicos salía el arresto de los tipos del atentado de hace un mes al dueño de la empresa Tenoh. Michiru leyó el periódico y fue con Haruka.
-¿tienes algo que decirme? Sostenía el periódico.
Haruka la miraba y suspiró. -sobre el atentado, no quería que te preocuparas además tenías poco que saliste del hospital, lo siento se que no debí ocultarte lo que pasó. -La miraba con ojos de borreguito.
-me molesta enterarme de está manera, no quiero que me ocultes algo como ésto. -Se acercaba para abrazarla. -Prometimos cuidarnos y amarnos como quieres que te proteja si me ocultas cosas como está.
-esta bien amor. Ya sabemos que pasa con Sinyi. Le entregó los resultados de laboratorio e información de la investigación.
Michiru se sorprendió y continúo leyendo, cada hoja, estafa, robos, y asesinato eran solo unos de su larga lista aparte de varios alias. Al terminar de leer dejo el archivo en el escritorio. - ya lo sabe la policía.
-si ya tienen todo sobre él pero desapareció su hija fue la única capturada por otros cargos. Miro por la ventana.
-¿crees que sea peligroso?. Se sentó en sus piernas.
-aun nosé de que sea capas, pero debemos cuidarnos hasta que sea capturado.
-bien no saldré sin escolta.  La abrazó.
-disculpen la pequeña ya despertó. le llevaba al bebé.
-gracias Mizaki. Se levantó y tomó a su hija, se sentó  en el sillón para alimentarla y Mizaki se retiró.
Haruka se sentó a un lado de ellas y vio a la pequeña como miraba, le dio un beso a su esposa quien sólo miraba a la pequeña que tenía los ojos verdes. - las amo a las dos. La siguió besando y comenzaba a recorrer su cuello con pequeños besos.
-cariño por favor déjame que la alimente primero.
-¡Vamos! A la habitación. La levanto y se las llevó. En cuanto la pequeña se durmió hicieron el amor.
Los días seguían pasando tranquilos tanto que pensaron que ya no había peligro aún así tenían su escolta. La pequeña Harumi ya era más inquieta tratando de conocer y explorar el entorno, Gateando por toda la oficina de Michiru. Quien se la pasaba checando archivos y planos de proyectos.
-amor cómo vez los diseños. Caminaba al escritorio.
-me parecen buenos pero se tendría que empezar.
-bien tenemos que informar a la área correspondiente. Levantó a su hija y le dio un beso a su esposa.
-ya les avisé solo volvía a revisarlo. La abrazó.
-hola perdón por interrumpir, a qui está el informe de la semana.
-gracias Sora y como seguimos con el otro asunto.
-Estamos igual sin rastros de él.
-solo espero que no regrese.  Decía Michiru.
Sora y Haruka la miraron ellas sabían que lo mejor era que estuviera encerrado o muerto ya que si estaba libre sería un peligro para ellas. -esta bien Sora gracias por informarme. Vio cómo se retiraba.
-Vamos a casa amor.
Michiru caminaba a la salida de la oficina. Haruka tomó el bolso y salió detrás de ellas. Al llegar al estacionamiento los guardias estaban en un auto negro en frente del suyo esperando.  Conducía a su casa al llegar se relajaron y pasaron tiempo con su hija y cuando dormía era su tiempo. Para demostrarse cuánto se extrañaban y se amaban. En una cabaña  en el bosque  se encontraba un hombre con el cabello canoso  y barba, esbosaba una sonrisa al ver  el periódico, rompió la foto de la pareja con su bebé. Y la arrojó al fuego.
-dentro de poco te arrepentirás.  Veía como se quemaba la imagen.
Cada día se la pasaban en la casa o la oficina revisando archivos e informes y proyectos, ya no pasaban tanto tiempo ya que al llegar a casa era solo para dormir. Ya que Sora se iva de vacaciones y  Leonard se encontraba investigando.
-me tomaré un descanso cuando regresen.
-vayamos al evento de caridad que nos invitaron así nos despejaremos.
-tienes razón, aunque no me gusta pero sería algo para distraerse.
El fin de semana llegó para el evento Michiru llevaba un vestido elegante, la pequeña un vestido, Haruka un traje de gala negro. Se la pasaban juntas los guardia cuidaban a la pequeña mientras bailaban.
-tenias razón me siento más tranquila.
-solo era cuestión de variar un poco. Le sonrió.
-hoy se ven más relajadas que otros días.
-tienes razón, y después de lo que a pasado lo necesitaban.  El guardia intentaba calmar a la pequeña.
-voy al tocador. Camino y Amelia la siguió.
-te gusta la fiesta Giovanni. Tomó a su hija de los brazos del chico.
-se ve alegre. Revisaba el lugar con la mirada.
Michiru regresaba del baño cuando chocó con un mesero, que realizó una reverencia y sonrió antes de retirarse, vio a Haruka con la pequeña en brazos pero noto que tenía algo que sostenía.
-amor no debes dejarle las cosas porque puede llevárselo a la boca.
Haruka la volteo para verla, entré sus manos un tubo de plástico blando transparente, se lo quito se veía un papel con letras en su interior.
-por favor toma a la niña. Se la dio a Giovanni. Al sacar el trozo de papel vio que tenía escrito. "Si quieres ver a tu amiga con vida tendrás que venir al almacén de la ruta 400. Con cuatro millones de dólares, sin policías tienen hasta mañana a las 8 pm para juntar el dinero." Le llamó a Denisse.
-hola Haruka ¿Que paso?
-nada, ¿solo quería saber si estás bien?
-si estoy en la casa de Sora con mi carcelero.
Se escuchó un chico rezongar por el comentario. - lamento el despertarte. Colgó
-¿Qué pasa Haruka? Le tocó la espalda.
-esto tenía el tubo de plástico. Le mostró el trozo de papel. Mientras llamaba a Sora. -el número que marcó no está disponible o se encuentra fuera del área de servició. Todas las veces que remarcó decía lo mismo.
-Amelia y Giovanni nos retiramos de la fiesta. decía Michiru.
-enseguida. -salió Amelia avisar a los otros que se retirarían de la fiesta.
-vamos Haruka no es momento de rendirse. La abrazó pero no reaccionaba. -tomó con su mano el rostro de Haruka. -no puedo enfrentarlo yo sola.
Sostenía la mano de Michiru en su mejilla. -lamentó el preocuparte. Salió al auto donde ya los esperaban.
Manejaron a casa, donde comenzaron a platicar para recuperar a Sora, llevarían chaleco y una pistola por si acaso pero serían pocos guardias que las acompañaría. Un hombre de cabello blanco manejaba un auto negro, llegaba a un almacén que estaba a casi dos horas de la ciudad, bajo con una bolsa de comida. Al entrar se dirigió al fondo donde un enrejado que había sido cubierto por lámina fungía como cuarto, dentro una mujer atada en una cama, con los ojos cubiertos y amordazada.
-no te preocupes pronto terminará todo. Le quitaba la mordaza de la boca y le daba de comer.
-cuando salga de aquí me las pagaras.
-jajaja… reía con fuerza. -cuando tenga lo que quiero, no saldrán con vida.
Salió del lugar sin colocarle la mordaza, Sora escuchaba varias voces, que hablaban pero se retiraron de dónde estaba.
-cuántas veces te he dicho que no hables cerca de donde están los rehenes. Le daba una bofetada a un peli azul.
-lo siento padre. Agachó la cabeza. -pero creo que debemos estar listos por si viene la policía con ellos.
-tu no los conoces como yo, siempre lo harán de manera pacífica, a lo mejor solo tres guardias que entrarán con ellos.
-¿Cómo estás seguro de que no entraran a matarnos?
-porque nunca se mancharon las manos, ni dejaron qué sus guardias lo hicieran. Son iguales a sus padres. Son cobardes y quieren solucionar todo con el dinero.
-esta bien alistare a los chicos. Miraba a su padre. -espero que los diez que reclute sean suficientes.
-Después de tanto esconderme por fin tendré mi venganza. Pensaba mientras recordaba ese día.
Recuerdo.
En una casa tres hombres dialogaban sobre una inversión, que dos de ellos creían sería muy riesgosa, pero el peli castaño trataba de convencer los en invertir.
-vamos Hitoshi y Ryu ya revise es una inversión segura sólo es invertir la mitad. Decía Gordon.
-lo siento pero no puedo arriesgarme más por mis hijos. Lo miraba Ryu.
-Y tú qué piensas Hitoshi o me dirás lo mismo que Ryu.
-solo te apoyare con una parte ya que la empresa kaioh no anda muy bien Gordon. -Le extendió un cheque.
-bien con esto compraré la compañía, gracias . Salió.
Siete meses después la compañía de mensajería fue en quiebra y Gordon Yamada. Estaba en la ruina. Acudió a las familias Tenoh y kaioh.
-gordon lo siento pero fue tu culpa. Le decía Ryu.
-Pero deben de ayudarme vamos tu si me ayudarás verdad Hitoshi. Su mirada era de desesperación.
-lo siento, pero ya no puedo seguirte apoyando.
-Lo que podemos hacer por ti, es darte esto para que empieces de nuevo pero será la última vez que te ayudaremos. -Comenzó a hacer un chequé y se lo entregó.
-Ryu gracias. Se levantó, a la puerta con lágrimas. Pero escuchó que hablaban se detuvo.
-ya sabias como yo que era un gran riesgo en invertir en la compañía de mensajes, Hitoshi.
-si lo sabía más por los informes pero el tenía que ver su error. Se recostó en el sillón.
-maldito ricos me las pagaras aré que se arrepientan por todo. Le hervía la sangre escuchaba que seguían hablando.
-querías que se diera cuenta por el mismo. Veía como asentía
Gordon no le tomó importancia a  sólo quería vengarse y salió de la oficina.
Fin del recuerdo.
Afuera del almacén entre las sombras la figura de un hombre los observaba revisando el lugar. Retirándose con cuidado para no ser visto, camino un tramo hasta una moto. Condujo a la ciudad, los rayos del sol ya empezaban a iluminar el cielo, llegó a la zona residencial.
-donde está Haruka.
-a un sigue dormida Leonard.
-por favor tengo que hablar con ella lo antes posible.
-ire a ver si ya está despierta.
En la habitación Haruka despertaba tomó una ducha para despejarse y poder relajarse y tener en claro todo lo que podía pasar en ese momento.  Cuando escuchó que tocaban a la puerta Michiru se despertó al escuchar los toquidos insistentes.
-¿Que paso Mizaki? Le indicaba que entrara.
-leonard está abajo y quiere hablar con Haruka.
-dile que en un momento bajaremos. Vio como la chica asintió y se retiró.
Entró al baño quitándose su ropa comenzó a bañarse Haruka se encontraba en la tina con los ojos cerrados. Se sentó enfrente recargando su cabeza en el pecho de Haruka.
-amor Leonard ya regreso nos espera abajo.
-lo escuché, creo que será el momento de actuar.
Se tomaron su tiempo para bajar, al llegar a la sala Denisse se encontraba junto Miguel y Leonard, Desayunando tomaron asiento. Al terminar fueron a la sala donde les tenía una noticia a sus amigas.
-chicas viajaré a México ya tengo el boleto y salimos hoy.
La miraron. -¿Pasó algo con tu familia? Michiru le decía.
-no chicas mi madre quiere ir a visitar a mi padre. Y no sé cuánto tiempo estemos.
-entiendo dejarías que Miguel te cuide todo el tiempo. Decía Haruka.
-no se preocupen por mi, allá tendré quien me cuide y a mi madre. Les dejo mi dirección y teléfono de mis abuelos. Lo que necesiten no duden en llamar. -Les dio un papel con sus datos.
-amiga te voy a extrañar mucho se levantó y la abrazó. lágrimas comenzaron a rodar.
-Haruka vamos a tu oficina. Camino y Haruka la siguió. Michiru las veía que se alejaban.
-que es lo que no quieres que Michiru escuché. La mirada de Denisse era fría y su cara inexpresiva parecía otra persona.
-que piensas hacer con lo que pasa Haruka. Camino a la ventana.
-darles lo que piden para tener a salvó a Sora. Y después capturarlos. Toma asiento en el sillón. Vio cómo la miraba de reojo.
-enserio crees que se detengan con eso, se que estás corriendo a la boca del lobo y con ello aras que te maten a ti y a Michiru y eso créeme no lo quiero. -Suspiro y vio la cara de aflicción de Haruka. -por tu mirada no lo contemplaste, Leonard me comentó algo de lo que investigo, no les des la oportunidad de escapar y que les vuelvan a hacer daño.
-esta bien se que debo hacer. La miró
-por cierto mis abuelos enviaron a dos personas que las cuidaran, pero también tienen la orden de llevar a la niña conmigo si algo sale mal. Entraron dos chicas, una de cabello castaño, ojos azules y la otra cabello negro ojos rojos las dos de tez clara y ropa negra. - Kira y Natasha te ayudarán kira irá con ustedes, Natasha cuidará a tu pequeña.

Una vida a tu lado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora