para mi yo menor

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Querida pequeña:

Desearía ser yo hace unos años la que leyera esto, para saber al menos en qué terreno me estaba metiendo. Sé que eres pequeña y vulnerable a las situaciones que se te presentan, pero esta es una clara advertencia de que no todo es como lo pintan en las redes o en imágenes que ves en las revistas.

Todo el mundo es falso, y no me refiero a que en este momento huyas y desconfíes de todo, sino que, sepas qué información te va a servir en un futuro. Sé que si estás leyendo esto es porque has pensado en una de las salidas aparentemente fáciles, pero no. No dejes de comer para hacer sentir mejor a los demás, porque es lo único que llegarás a lograr. Sí, bajarás de peso, no te lo voy a negar, y a tus ojos te verás fabulosa, pero tristemente ésto sólo durará unos cuantos días. Al contrario de tus emociones, porque sí, estás bajando de peso, pero con ello baja tu rendimiento en clases, tu autoestima, tus amistades y tus planes a futuro. Cada kilo es una escalera más cerca a la derrota de lo que una vez fue una niña feliz e inocente. Si algo puedo decirte es que no intentes ser lo que los demás quieren que seas, porque al final ellos se fueron. Y lo único que se quedó a tu lado fue ese odio latente y descontrolado por ti misma. Esas ganas de morir todos los días y quizá hasta los intentos por hacerlo. Todos se han ido, incluso tus amigos, y no porque quisieran hacerlo, sino porque tú no los dejaste seguir avanzando a tu lado, porque en realidad dejaste de avanzar. Todos se fueron, incluso tus padres se dieron por vencidos contigo, reitero, no porque no quisieran seguir viendo a esa niña feliz, sino porque tú dejaste de sentir algún tipo de remordimiento al verlos llorar y se están protegiendo.

Sí, te ves fabulosa, pero ¿cuánto hasta que quieras bajar más de peso? Nunca es suficiente, te lo digo de una vez, pero sé que lo sabes. Nunca te verás como esa modelo que te inspiró a ayunar, y no porque no seas como ella, sino porque hasta la confianza en ti misma has perdido, perdiste esa noción de las proporciones y lo que ahora ves como delgado es justo un paso de la muerte.

¿Lo ves? Lo perdiste todo.

Te has perdido a ti, y eso es lo más doloroso. Lo que te tomó hundirte y llegar hasta aquí es sólo un poco de lo que te tomará salir del hoyo que estás cavando para ti. Sé que es un poco duro que yo te esté diciendo esto, pero te lo digo con todo el amor que una persona que no quiere verte enferma lo hace. Con la esperanza de que pongas en una balanza todo lo que he escrito para ti. Porque no es un camino feliz. No es un camino lleno de fresas y lechuga.

Es un camino lleno de lágrimas, inestabilidad, soledad, sangre y moretones.

y lloré tanto que florecíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora