(5) Beautiful Trauma (Adrinette/Ladynoir) AU +18

*.◦ °◦✯◦°◦ Capítulo 15 ◦ °◦✯◦°◦.*

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Adrien tocó sus labios cuando bajó las escaleras hasta el departamento de Bee.

«¿Esto estaba bien, no? Era solo un inocente beso. No podía hacer daño.»

Aunque sabía que esta noche había probado la tentación y ya podía sentirse a sí mismo, cediendo. Estar alejado de Marinette ahora sería más difícil, ya que todo lo que quería era regresar a su departamento.

Dentro de dicho departamento, Marinette se tambaleó hasta la cama y cerró los ojos cuando cayó en la cola de Fang y este solo se quejó y e hizo a un lado para darle más espacio. Estaba molida y disfrutó de la sensación de todo el estrés dejando su cuerpo, mientras se relajaba más y más abrazando el escamoso y frio cuerpo del reptil. La fina línea entre la realidad y la inconsciencia había sido casi cruzada, cuando de súbito escuchó voces. Eran distantes. No podía escuchar qué decían o quién lo decía, pero esas voces eran familiares.

Cuando abrió los ojos, vio oscuridad. Había una ligera luz alumbrando la habitación desde algún lado. Las voces se volvieron gradualmente más fuertes, indicándole que las personas que parecían tener estas conversaciones estaban más cerca. Sin embargo, aún no podía saber qué decían y ni siquiera se molestó en intentarlo, ya que se encontró incapaz de mover un solo músculo.

El pánico se formó dentro de ella, cuando le ordenó a su cuerpo moverse pero no pudo. Era como si estuviera paralizada. Quería girar, mover una mano o al menos juntar las piernas, pero no podía y las personas seguían acercándose. Estaba segura que debía ser un sueño, pero al mismo tiempo se sentía tan real.

De pronto, hubo un fuerte ruido, como si una puerta hubiera sido cerrada y una luz entró a la habitación. Marinette solo podía mirar las siluetas de dos personas, una de ellas era mucho más baja y curvilínea que la otra enorme y corpulenta, mirándola antes de apagar la linterna y seguir por donde habían venido, aun hablando entre ellos tomados de la mano e incluso parecían bromear entre ellos. Aun cuando se habían ido, todavía se sentía como si hubiera alguien en la habitación.

Trató de moverse nuevamente, pero sin tener éxito. Algo no se lo permitía. Algo estaba manteniéndola en la cama y lentamente Marinette se dio cuenta que un peso estaba sobre ella. Estaba muy segura de que ese peso no había estado todo el tiempo.

—¿Despertaste?— un voz habló en su oreja. Era más familiar que la de los otros dos. —Has estado lejos muchos meses.

«¿Había estado enferma? »

—¿Q-quién eres?— logró preguntar y la sombra se quedó callada unos instantes.

—Soy la persona que amas.

—Qué...— preguntó débilmente, encontrándose muda ante la inesperada respuesta dicha por, sin lugar a dudas, un hombre. —¿Por qué?... ¿Cómo? —Fue girada sobre su espalda, encontrando la mirada de la persona sobre ella, el cabello rubio cayendo por los hipnotizadores ojos verdes.

—Te enamoraste de mí... Cuando rompí todas tus barreras y te hice desear ser controlada.

Eso no tenía mucho sentido para ella.

«¿Una persona no debería odiar a alguien así? »

Aun así, al parecer no podía odiar a la persona sobre ella. En su lugar, lentamente ganó fuerza en su mano, tal vez porque había sido colocada sobre su espalda, y la alzó para tocar el rostro del atractivo chico antes de hablar delicadamente.

—Recuérdame por qué te amé.

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Marinette abrió los ojos, encontrándose ya no sobre su abdomen, tal como se había quedado dormida. Estaba sobre su espalda, viendo que esa persona ya no estaba más ahí.