(5) Beautiful Trauma (Adrinette/Ladynoir) AU +18

*.◦ °◦✯◦°◦ Capítulo 5 ◦ °◦✯◦°◦.*

Los ojos de Marinette se abrieron. No podía creer lo que acababa de escuchar.

«¿Alya no había sido una bunny toy, no? Eso era imposible, de ser así ya lo habría escuchado ya que las bandas nunca dudaban en molestarse entre ellos por todo.»

—Cuando era una estudiante de nuevo ingreso yo era molestada y lastimada por mi color de piel... —Dijo Alya sonriendo mientras lo admitía. —Incluso podría decir que me culpaban de muchas cosas solo por ser negra, aun cuando era una estudiante excelente.

Marinette la escuchó cuidadosamente mientras Alya lucía tan perdida en los recuerdos que no había tocado en mucho tiempo.

—Era como tú. —Dijo y Marinette no pudo creerlo. —Educada, obediente con todos..., un poco tímida, un día... Unos policías que estaban investigando sobre el robo a una joyería, me inculparon sin pruebas, solo porque había pasado por ahí una noche antes y en las cámaras de seguridad salía solo yo... Por supuesto no lo había hecho, yo solo venía de la Biblioteca porque estaba estudiando para un exámen y se me hizo tarde, pero no me creyeron.

Marinette la miró tomar aire.

—Yo me asuste porque nadie me creía, por más que les di pruebas, nunca logré que me creyeran... Entonces los oficiales comenzaron a insinuar cosas y a tocarme de muchas formas en las cuales me sentí asustada, les rogue que pararán pero no lo hicieron... Entre tres... Bueno, ya te imaginaras lo que me hicieron... —Alya apartó la mirada, mientras Marinette empuñaba las manos, completamente furiosa con las personas que le hicieron aquello a la chica frente a ella. —Después de eso, me sentí asqueada conmigo misma, quise suicidarme, lo intente muchas veces de hecho, pero nunca logre dar el último paso, tal vez era demasiado cobarde. —Se alzó de hombros mientras miraba sus manos. —Llamé a Marianne para despedirme y aun cuando no dije por qué, ella se preocupó y vino por mí justo a tiempo, deteniéndome antes de usar la navaja. Desde entonces, he vivido agradecida con ella, porque de haber muerto en ese entonces, no habría conocido a Nino, Adrien y a los chicos, a los prodigios y a una de mis dos mejores amigas, tú. —Alya le dio una mirada y Marinette supuso que debía lucir en shock. No podía creer lo que estaba escuchando. —La única persona que sabe de esto es Marianne, ella fue la que me ayudó a demostrar que era inicente... —dijo Alya. —Bueno, quizá el Maestro Fu también. Esos dos no se esconden nada del otro, pero no pasa nada ya que se trata de Fu. — dijo y se quedó en silencio unos instantes. —Solo quería decirte que..., no estás sola. Y yo... yo te dije que accedieras porque... Porque no quería que te lastimaran, al principio te veías tan frágil que creí..., creí que era la mejor opción ya que Adrien no te las tomaría como me hicieron a mí... Por supuesto no pensé que todo terminaría así...

Marinette no sabía cómo responder a ello. Estaba muda.

—Bueno, han pasado muchos años de eso. —Dijo Alya. —Ya lo he olvidado. No puedo ni recordar lo mal que me sentí, así que supongo que lo superé. Fui capaz de hacerlo gracias a estos chicos. Inmediatamente después de que eso pasó, me cambié de colegio gracias a Fu y Marianne que se hicieron cargo de todo, aun sin conocerme, simplemente vieron a una chica siendo ultrajada en un sucio callejón... Ellos  escogieron el nuevo colegio y ahí conocí a mis compañeros de banda. Y entonces ya no fui obediente, ni educada o tímida.

—Yo..., no le diré a nadie. —Marinette prometió y Alya sonrió mirándola de una forma que le hizo pensar a Marinette que Alya creía que los demás ya lo sabían.

—Un día tú también serás capaz de superarlo. Puede que yo ya no lo recuerde con claridad, pero sé que no es una de las cosas más bonitas que le pueda pasar a una persona. He sido golpeada severamente y eso ha sido incluso mejor. Algunos son los afortunados suficientes como para olvidarlo, algunos nunca, pero de cualquier forma, no es el fin de tu vida. No a menos que tú lo quieras. —Culminó Alya. —Ven a comer con nosotros un día de estos, Marinette todos te extrañamos muchísimo, yo principalmente, eres mi mejor amiga. —Alya se retiró de la pared y desordenó los cabellos de Marinette y la abrazo muy fuerte antes de irse.