Me llamo Marina, tengo 16 años recién cumplidos y voy a jugar un partido con el mejor equipo del mundo.
Pero antes tengo que atrapar una gallina.
Ahora mismo estoy corriendo por un pasillo super largo de un hotel. Y una camarera me esta mirando como si estuviera loca.
Per o no dice nada. No le da tiempo, vamos demasiado rápido y está con la boca abierta, sin saber qué hacer.
Esto es lo que mira la camarera: una gallina que dobla la esquina. Y detrás 21 niños vestidos de futbolistas.
No es muy normal encontrarse en un pasillo de un hotel una gallina y un montón de niños corriendo detrás de ella.
-Vamos, vamos!
El que va primero, diciendo "Vamos,Vamos", es David. Es el mayor, tiene 17 años y además es el capitán del equipo.
Detrás de David van Christian, Aaron, Marc, Rubén y otros niños de 13 a 15 años. (Pero parece que tengamos entre 12 y 14).
Y también voy yo. Una chica con 20 chicos, sí parece raro que una chica este en un equipo de chicos, pero así es.
-Vamos, Marina, corre! -dice Aaron.
No es que yo fuese la última por ser la más lenta. Iba la última porque los otros corrían aún más y claro soy una chica.
Mi mejor amigo Aaron da un acelerón. Se adelanta a los demás y se tira encima de la gallina, pero ella cambia de dirección en el último momento y se mete en un ascensor. Y claro, Aaron se estampa contra el suelo.
Dentro del ascensor , hay una pareja de turistas que se asustan muchisímo al ver una gallina y 21 niños gritando y corriendo.
David y los que van delante llegan a la puerta del ascensor, pero se les cierra en la cara.
-Vamos, Vamos!
Vuelve a decir David.
Y salimos corriendo escaleras abajo.
Al cruzar la puerta, echo un último vistazo a la camarera, que sigue en el pasillo con su carrito, resoplando y con los ojos muy abiertos.
Bajamos las escaleras. Los 21. Haciendo muchisímo ruido con nuestras botas de fútbol.
Cuando salimos otra vez al pasillos, miramos a todos los lados. Ni rastro de la gallina.
Entonces David nos pide que nos callemos.
Escuchamos atentamente.
Se oye el ruido de la calle a lo lejos.
Algunos clientes del hotel.
Unas maletas con ruedas en la puerta de entrada.
Y entonces se puede oír: "La galina está en el jardín!"
Salimos otra vez disparados hacía ella. No sé si ya he dicho que las gallinas no se dejan coger fácilmente.
Cuando salimos la gallina la está liando, literalmente.
Está encima de una mesa del restaurante. Y hay dos turistas japoneses que no paran de gritar.
La gallina da un salto y corre entre las mesas.
Nosotros corremos como locos entre las mesas, persiguiéndola. Pero alguno de los que van delante, no sé si es Aaron o Marc o quién, se tropieza con el camarero que lleva una bandeja y se cae.
Y se monta un tapón increíble en mitad del restaurante.
Viendo a casi todos en el suelo delante de mí, pienso: Esta es la mía. Y entonces paso por encima de mis compañeros intentando no pisarlos porque llevo las botas de fútbol puestas.
Veo la gallina a unos pocos metros de mí.
Pego un salto tremendo.
La voy a coger.
Ya casi la tengo.
Y justo en ese momento...
Me chocó con alguien y hace que los dos caigamos al suelo. Levantó la cabeza y me asombró por la persona que tengo delante de mis ojos. Es Luke Hemmigs, mi amor platonico*-*
Luke, que estaba paseando por el jardín del hotel ya que el próximo concierto aquí, justo se da la vuelta cuando yo estoy apunto de atrapar a la gallina.
La gallina se ha vuelto a escapar. Y todos mis compañeros se levantan corriendo para atraparla. Así que me levanto y voy tras ellos. (Pensamiento mío: He dejado tirado en el suelo a Lucas, omg, esta tardé lo buscaré)
Creo que ya lo he dicho, pero lo voy a repetir.
Mi nombre es Marina, hoy cumplo 16 años y voy a jugar a fútbol con el mejor equipo del mundo.
Pero ahora mismo estoy en un hotel de México persiguiendo a una gallina.
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Esta es la Introducción, espero que la lean y comenten, gracias por su atención: 3
