💋&🚬
Las miradas de los adolescentes, algunas confusas y otras emocionadas, se cruzaron entre sí. No podían decir que no hubieran jugado aquel juego antes, pero los chicos eran conscientes que había uno de ellos que seguía siendo un niño todavía, hasta que este mismo tomó la palabra, sorprendiéndolos a todos.
- Bien, juguemos – dijo Jungkook con determinación, dándole una mirada esperanzada a sus primos, para que lo apoyaran en ello.
- Hmm... - Taehyung torció la boca en un gesto, sin embargo, la posibilidad de terminar besando a Min Yoongi lo terminó por convencer - Está bien.
- Sólo les advierto que no besaré a ninguno de mis primos - acotó Jimin, pasando una mano por su pelo rubio, tirándolo hacia atrás, guiñándole un ojo discretamente a Namjoon.
- ¿Si tienes edad para estos juegos, chico? - susurró Seokjin hacia Jeon, quien tenía sus ojos grandemente abiertos ante el nerviosismo de ser atrapado por su madre, o por ser evidenciado como un niño todavía.
- Claro que sí... - mintió, tratando de que los demás no lo oyeran – Acabo de cumplir 16 – y aunque Taehyung y Jimin sí pudieron oírlo, decidieron no desmentirlo frente al nuevo vecino, notando el particular interés de Jungkook en él. Ya tendrían tiempo esa noche en casa para hablar de ello.
Seokjin mantuvo una sonrisa de lado, mientras ponía la botella que él mismo había vaciado, en el suelo, girándola con fuerza. Todos observaron atentamente el objeto dar vueltas sin parar, hasta que la boca de la botella apuntó a Namjoon y el otro extremo a Jimin. Internamente, ambos celebraron el tener la ocasión de volver a besarse.
Con algunas risas nerviosas y mejillas sonrojadas, el par de elegidos estamparon sus labios juntos. El sabor dulce del refresco se podía percibir aun en los labios de ambos, instándolos a profundizar el beso, mientras los demás aplaudían y reían escandalosamente. Jungkook quería cubrir sus ojos, pero también deseaba mirarlos. Una sensación extraña se arremolinó en su estómago, preguntándose si esta era la manera en que los adolescentes se divertían siempre. No parecía algo realmente malo, y definitivamente, si conseguía besar a Seokjin, seguramente moriría antes de intentarlo siquiera.
La siguiente vuelta de la botella, puso a Taehyung en una posición incómoda, pues el otro extremo señalaba el espacio vacío entre Hoseok y Yoongi. Aunque este último estuviera mirando sus pies, fingiendo desinterés; el saber que el castañito debía elegir, lo ponía ansioso, rogando porque no optara por su vecino más alegre.
-Y-Yoongi... - apuntó al pálido chico vestido completamente de negro. El aludido alzó la mirada, por debajo de su sombrero pescador, sorprendido de ser el elegido. Sin tardar demasiado, Taehyung dio dos pasos más cerca de él y se estiró al frente, esperando el toque de sus labios. Min no esperó una invitación y, tomándolo de la nuca, lo besó delicadamente, sacando algunos silbidos y más gritos de los demás, animándolos.
- ¡Woah! - Hoseok palmeó la espalda de Min, sorprendido de las ganas que parecía tener reservadas para ese momento - ¿Están seguros que no se habían besado antes? - los picó en las costillas. Jimin le dio una mirada disimulada a Namjoon, reprimiendo una risita.
- Bien... ¡Es mi turno! - dijo emocionado Jungkook, con el corazón latiéndole rápido en el pecho, anhelando internamente que la botella fuera buena con él y eligiera a Seokjin.
Al igual que a Taehyung, Jungkook le tocó elegir, sin embargo, su decisión había sido tomada desde que inició ese juego. Entre Hoseok y Seokjin, él señaló al recién llegado sin vacilaciones. Seokjin dejó ver su sonrisa de medio lado, altivo, avanzando hacia el menor que borró su sonrisa y lo miró muerto de nervios. Las estrellas parecían resplandecer con mayor fuerza en sus ojos negros y su pecho se alzaba en cada rápida respiración. De un segundo a otro, un pánico le invadió, dándose cuenta que estaba a nada de dejar que aquel chico de apariencia rebelde le robara su primer beso.
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Besos & Cigarrillos - JinKook
Fiksi Penggemar[TERMINADA] Al vivir en un lugar turístico, Jungkook estaba acostumbrado a ver ir y venir gente de las casas aledañas a la suya, cada verano. Hasta que llegó él, quien despertó su curiosidad y por el que entregó todo. Un intenso amor de verano. (ESP...