»»----> 04 <----««

1K 163 78
                                    

💋&🚬

Él no quería rendirse. Anhelaba estar al nivel de Seokjin. El mayor se encogió de hombros, asintiendo después a su petición.

Tomó otra calada larga y sin que se lo dijeran, Jungkook se inclinó para juntar sus labios. Sus pulmones se resintieron al volver a sentir el humo caliente arrasar con todo su interior. Jeon consiguió aguantar un poco más, tratando de conseguir más que un simple topón de labios, queriendo convertirlo en un beso real. Pero, la tos lo abordó de nuevo y tuvieron que separarse.

- ¿Quieres más? – lo provocó Seokjin, notando de sobra las segundas intenciones del menor, divertido de sus esfuerzos por besarlo – Dicen que la práctica hace al maestro.

- Vamos a tratar una vez más – comentó, inspirando aire por la nariz, determinado a lograrlo.

Para ayudarlo en su tarea, Seokjin sólo aspiró una pequeña cantidad de humo, conservándola en su boca, la cual unió a la ansiosa de Jungkook, liberándolo poco a poco, mientras sus labios comenzaban a moverse contra los delgados del menor. El tabaco ya no era un problema para Jungkook, pues su completa concentración e interés, estaba en el increíble beso que estaba recibiendo del mayor. Él, el chiquillo sonriente de su grupo de amigos, el que sólo era tratado como un niño, había conseguido besarse más de una vez con un potencial adolescente problema, un par de años mayor que él, después de haber fumado directamente de su boca. Si sus primos supieran, seguramente estarían muy escandalizados, y celosos de su buena suerte.

Seokjin había percibido el entusiasmo renovado en el pelinegro, divirtiéndose con ello. Sin embargo, decidió que aquello debía quedar hasta ahí, para no alimentar las ilusiones del chico. Con eso en mente, se apartó. Los ojos oscuros de Jungkook, lo miraron como si él fuera la octava maravilla del mundo, brillando con tanta intensidad que no parecía real.

- Será mejor que nos vayamos – comentó Seokjin, señalando el lugar por el que entraron, con su pulgar – No quiero que te lleve la marea alta – añadió a modo de broma, aligerando el ambiente.

Jungkook sólo lo siguió en silencio. Su mente inmadura estaba totalmente abrumada, procesando lo que acababa de pasar. Seokjin era, lo que su madre llamaría, una mala influencia, un chico problema... Pero, Jungkook nunca se había sentido de esa manera con nadie, ni mucho menos, estaba dispuesto a romper tantas reglas, como por Seokjin. Algo en su interior le decía que él era capaz de cualquier cosa por su nuevo vecino.

- ¡Hey! ¡Jungkookie! – la familiar voz de sus primos a la distancia, le hizo voltear. El grupo se había vuelto a reunir como el día anterior, esta vez, jugando voleibol de playa. Seokjin lo miró de soslayo, evaluando la indecisión del menor entre acudir a la invitación de sus amigos o quedarse con él - ¿Vas a jugar?

- N-No... tal vez, más tarde – respondió vacilante, sonriendo hacia ellos, para no levantar sospechas.

Aunque Jimin y Taehyung se sorprendieron de su rechazo, decidieron no tomarle gran importancia.

- Creí que tu y tus amigos eran inseparables – murmuró Seokjin, cuando llegaban a los escalones que daban a la calle principal.

- Lo somos, pero... no quería dejar... dejarte solo – se corrigió, mentalizándose en comportarse como un chico grande.

- Vamos a la tienda – dijo a cambio, sin mostrar gran emoción por lo mencionado por Jungkook.

En silencio, siguieron su camino, hasta llegar al lugar mencionado. Seokjin compró un par de refrescos de cola y una tira de chicles de menta. El menor asumió que eran para disimular el aliento a cigarrillo. Sólo entonces, el reciente recuerdo de lo que había pasado en la playa hace un rato, lo abordó, como si hubiera estado actuando en piloto automático. Sus mejillas se encendieron en carmesí y sus orejas se colorearon también.

Besos & Cigarrillos - JinKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora