||La primera Navidad con ellos||
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.Recuerdo que en vísperas de Navidad, teníamos la mesa llena de pavo, buñuelos, natilla, vino, las anchetas que le regalaban a mi padre en la empresa que trabajaba, que se colocaban las canciones dicembrinas, que toda la familia reunida y cuando repartíamos los regalos había una emoción de saber que había dentro.
Ahora los celebro con mis amigos ellos son como una familia para mí.
Decidimos celebrar la navidad en casa de Iruka-sensei junto a Kakashi-sensei y el resto del equipo.
Colombiano que se respeta deja todo para lo último, toda apurada compré las cajas de galletas. No era la primera vez que pasaba, recuerdo que cuando estaba en la escuela se me había olvidado la cartulina y la conseguí a última hora. Corrí a toda prisa hasta llegar a la casa de Iruka-sensei y no tuve tiempo para admirar la nieve.
En el momento de que toqué la puerta el azabache la abrió.
—Llegas a tiempo.
Puse una cara de alivio al escuchar eso, después observé la vestimenta del Uchiha, llevaba puesto el traje de un reno.
—¿Qué?
—Te ves bien.
Le sonreí y este solo volteó la mirada.
—Pasa
Entré y dejé las cajas de galletas en la mesa y fui a la cocina donde estaba Kakashi-sensei con un delantal verde.
—Buenas noches sensei, aquí le traigo la ensalada fría que prometí.
—Muchas gracias Hinata.
Le entregué el tarro en la que estaba la comida que había hecho con tiempo y el con una sonrisa lo recibió.
Volví a la sala dispuesta ayudar con algo de la decoración.
—Hina-chan
Giré mi cabeza a la dirección del rubio.
—Hola Naruto.
Me acerqué a él con una sonrisa, había puesto un muérdago en la pared y recordé la tradición, Sasuke solo seguía decorando sin prestarnos atención, yo solo me alejé un poquito.
—Hinata, que bueno que llegas ¿Que tal si te unes a decorar el árbol?
Habló Iruka-sensei dirigiéndose a la cocina.
Me acerqué donde estaban las cajas, y saqué algunas bolas de navidad, estás eran de color: azul, verde y rojo, luego ví las cintas, estás eran mi especialidad.
Sasuke tomó las bolas que estaban a mi lado y las empezó a colocar.
El rubio seguía colocando adornos en las paredes.
Rodeé la cinta en el árbol y le comencé hacer moños. Un rico olor llegó a mis fosas nasales proveniente de la cocina.
—¡Hina-chan! ¡Mira como quedó!
Giré mi cabeza a la dirección de los adornos al observar que habían quedado muy bien le dí un pulgar arriba y le hice una seña para que viniera.
—Lo decoración de las paredes están muy bien, te doy una calificación de cinco estrellas.
—Me alegro que te haya gustado Hina-chan, de veras.
Sonrió de oreja a oreja.
—Oye, ¿Qué tal si te unes ayudándonos a decorar el árbol?
—Claro que si.
El rubio se puso al lado del azabache estos se dieron una desafiante mirada que juraría haber visto truenos.
Subí a una silla para hacer el último moño.
Una canción que no podía faltar y que siempre solian colocar por donde antes vivía es El Ausente de Pastor López. Recuerdo que repartíamos las galletas y comíamos Natilla con panela y buñuelos, a veces se compraba cenas navideña de las marcas Zenú o Rica.
Por lo general mi mamá o alguna tía hacía la ensalada fría. Mis padres o mis tías bailaban al son de la música. Era muy divertido.
Al terminar bajé de la silla, mis amigos también habían terminado de decorar. A decir verdad el árbol nos quedó muy bien decorado. Observando mejor el árbol noté que faltaba un único detalle, la estrella. El rubio se subió a la silla y sin embargo se empinó para colocarla. El azabache conecto el cable de las luces, ahora todo estaba perfecto.
El rubio estaba muy emocionado, Sasuke estaba en sus pensamientos y yo estaba observándolos nomás.
El olor a comida de nuevo inundó el lugar, los senseis habían traído la cena.
Ahora los cinco estábamos sentados en la mesa disfrutando de la deliciosa comida.
Extrañaba a mi familia, no me quiero imaginar su gran sufrimiento de mi ausencia.
—Hina-chan ¿Te encuentras bien?
Preguntó el rubio sacándome de mis pensamientos.
Sonreí y asentí.
Al terminar salimos afuera, en menos de un segundo el rubio ya le había lanzado una bola de nieve al azabache que se encontraba de espaldas, solté una pequeña risita, el rubio imitó mi acción, el azabache se volteó y se la devolvió con una que tenía lista para lanzar.
Hice tres bolas de nieve, una encima de otra, la más grande era la de abajo, la del medio era algo mediana y la de arriba era un poco pequeña; busqué ramas para colocarle, temía que alguno de mis compañeros dañará mi creación.
Traje las ramas y se las puse como brazos, le hice los ojos y la boca, le puse la bufanda que llevaba puesta y busqué una zanahoria para colocarla como nariz.
Ya tenía listo mi muñeco pero que en menos de un minuto le había caído una bola de nieve que alguno de mis compañeros había lanzado en medio de su juego.
Giré mi cabeza en dirección a la persona responsable.
—Perdona Hina-chan
Se disculpó el rubio rascándose la nuca.
Hice una pequeña bola de nieve y se la lancé.
Esto era por dañar mi creación.
Desde allí nos lanzamos varias bolas de nieve que luego después Sasuke se nos unió.
Los senseis nos observaban desde la ventana con una sonrisa.
Me ponía feliz de que Sasuke ya era un poco más abierto y que Naruto pueda pasar una navidad acompañado de sus amigos.
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La Mejor Versión De Mi.-QHPS Yo Reencarnaba En Hinata.
Fanfiction[Empezada en Abril de 2020] Soy Sharick tengo 12 años soy colombiana, me gusta leer manga, escuchar teorías de mis sería favoritas y el anime. Mi vida cambió en un viernes por la tarde cuando estaba en la escuela, caminaba por los pasillos y me llam...