Kaori Minamoto, una joven de 16 años, quien nació con una extraña marca en sus ojos, despierta repentinamente en un ataúd. Aunque se lleva una gran sorpresa al descubrir que ha llegado a un nuevo mundo con algunos personajes un tanto... Insólitos
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El enfrentamiento contra el Director Crowley no fue para nada fácil, básicamente fue imposible. Estaba a otro nivel que los fantasmas, Kaori dudaba en donde podría estar el adulto ya que se movía con demasiada rapidez, eso también afecto la mayoría de los tiros que Grimm intentaba lanzar contra el enmascarado. Sus movimientos no parecían los de un humano ordinario.
Este hombre era sin duda una bestia, era imposible lograr al menos hacerle un rasguño. Pero para la suerte de ambos una de las llamas de Grimm rozo levemente el brazo translucido del director; llegando así al final de la ardua batalla, dejando tanto al gato como a la joven terriblemente exhaustos.
-¿Qué te pareció eso? - Habló entre jadeos Grimm respirando con dificultad.
-Increíble... - Comentó el director completamente sorprendido mientras regresaba a su apariencia original - Hay muy pocas personas capaces de hacer que un monstruo le obedezca.
-¿En serio hay muy pocas? - Preguntó Kaori - "No creo que sea tan difícil, solo hay que saber cómo tratarlos" - Pensó algo confundida.
-Hmm... - Se quedó pensativo Crowley mientras caminaba hacia la joven castaña y el gato - Desde el incidente de la ceremonia, mis instintos como profesor me han estado diciendo algo - Una vez cerca de la joven, el director coloco su mano derecha enguantada sobre el hombro de la chica y sonriéndole radiantemente dijo - Puede ser que tal vez tengas una cualidad de entrenadora o de una domadora de bestias.
-¿Domadora de bestias? - Repitió Kaori algo desconcertada por lo dicho mientras el director retiraba la mano de su hombro.
-Pero... Sin importar lo ocurrido es una humana que no posee ni una pisca de magia... Entonces... - Y así empezó un mar de murmullos por parte del director mientras se perdía completamente en sus pensamientos.
-"Adiós y que tenga un buen viaje" - Pensó Grimm con sarcasmo mientras observaba al director con aburrimiento - "Lo perdimos completamente"
-"Ahora que lo recuerdo... Grimm desea entrar a la academia" - Recordó Kaori mientras miraba de reojo al mapache parlante - "Puede que las cosas que haya hecho estén mal, y también sea demasiado caprichoso, pero... Gracias a su ayuda los fantasmas no nos hicieron daño. Tal vez pueda mover las cartas un poco a su favor..."
-Señor Crowley... - Llamó la joven captando la atención de ambos presente en el pasillo - ¿Puede dejar que Grimm se quede en el dormitorio conmigo?
-¿Qué dices...? - Habló el director sorprendido mientras apuntaba con su pulgar al gato ante la propuesta de la joven - ¿Con el monstruo? ¿Aquí? ¿En el dormitorio?
-Tú... - Susurró Grimm ante la petición de Kaori.
-Por favor... - Imploró la joven mientras juntaba sus manos suplicante - Permita que se quede, sería aterrador si los fantasmas aparecen de nuevo. Grimm podría ser de mucha ayuda en ese momento.
