Kaori Minamoto, una joven de 16 años, quien nació con una extraña marca en sus ojos, despierta repentinamente en un ataúd. Aunque se lleva una gran sorpresa al descubrir que ha llegado a un nuevo mundo con algunos personajes un tanto... Insólitos
As...
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-Puedo oler... ¿la tierra? – Dijo Kaori luego de subir una enorme roca, entro a una cueva encontrándose con un escenario sumamente familiar.
Ante ella se encontraba Zazú, quien estaba cantando depresivamente encerrado en una jaula hecha de huesos de animales mientras miraba con aburrimiento a Scar, el cual estaba comiendo con anterioridad la carne de algún animal.
-Oh, aligérate Zazú – Hablo Scar tirando el hueso de animal que estaba comiendo a un lado de la cueva – Canta algo que sea más rítmico.
Zazú, suspirando con resignación, piensa con pereza en alguna canción para complacer al león, hasta que finalmente empezó a cantar lo más animadamente posible.
"Tengo un montón de ricos cocos
Ahí están en fila, míralos
Grandes, chicos
Tan enormes como ves"
Y así continúo por unos segundos mientras Scar seguía el ritmo de la canción moviendo su pata, aunque Zazú no pudo abstenerse a murmurar:
-Agh, no tenía que hacer esto con Mufasa – Murmuro para sí mismo Zazú quejándose, sin percatarse de que Scar lo escucho.
-¡¿Qué?! ¡¿Qué has dicho?! – Gruño Scar saltando del altar donde estaba acostado hacia Zazú mientras sacaba los colmillos.
-¡Ah, nada! – Respondió apresuradamente el ave con miedo.
-¡Conoces la ley! ¡Nunca vuelvas a mencionar ese nombre en mi presencia! ¡Yo soy el rey!
-"Las cosas no debieron terminar así" – Pensó Kaori mirando con lastima a Scar a su vez que tres hienas aparecen repentinamente en la entrada de la cueva.
-¡Oiga, jefe! – Exclamo Banzai – Tenemos una queja.
-Yo me encargo de esto – Dijo Shenzi tomando la palabra en la conversación – Scar no hay comida, ni agua...
-Sí, ya es la hora de cenar y nos estamos muriendo de hambre.
-No importa... Cómanse a Zazú – Respondió sin más Scar preparado para volver a dormir.
Al escuchar estas palabras, las hienas vieron con decepción y fastidio al león. Como pensaba que se comerían a algo tan fleco y sin relleno.
-Yo creía que sufríamos con Mufasa – Susurro Banzai a sus compañeros.
-¡¿Qué has dicho?! – Gruño Scar mirando peligrosamente a las hienas.
