🥠EP. O7: 21

446 61 6
                                    

—¿Qué te trae por aquí? –El doctor me mira de arriba para abajo. Y luego nota las maletas. — Shiemi-san, esta tarde me la tomaré libre, vendré mañana. –Avisa mirando a la chica con quien recién me grite.

—¿? —Asiente confundida. — de acuerdo, que tenga una buena tarde, nos vemos mañana Dr.Kitara.

—Ven, sigueme Sakichi. –Kitara-san me mira de nuevo y agarra mis maletas. Nos dirigimos a la salida y las grandes puertas de vidrio se cierran detrás nuestra. —Es una noche fresca, vamos a mi casa.

—Sí. –No puedo hablar ahora. Siento que me pondré a llorar en cualquier momento.

Ambos nos subimos al auto y él no me dirigió ninguna palabra, solo se limitó a conducir. Sabía que no quería hablar ahora, no era el momento ni el lugar. Me sentí agradecida y me tranquilice un poco. Era un buen hombre.
Me giro y lo miro de reojo, su perfil era tan marcado y tenía una barba sin depilar correctamente. Traía ojeras pero se veían bien en él. Sus labios carnosos y las largas pestañas que sobresalían. Creo que no pasaba de los 40, tenía unos ¿37? ¿38? Se veía tan varonil...

—Es un poco vergonzoso que me mires de esa forma, siento que estas juzgandome. Que una niña me clave la mirada de esa forma, me hace sentir nervioso. –Dijo sonriendo avergonzado. Yo gire con rapidez mi rostro sonrojada, ¿Qué estaba pensado hace un momento? — ¿El aire te tranquilizó?

Asentí. —Sí, gracias por no llenarme de preguntas...

—Hasta que lleguemos a mi casa. –Dijo dando vuelta el auto. Parecía que ya llegamos, ya que estaba estacionando. Yo me quité el cinturón y el puso su brazo delante mío. —Seguridad. No debes sacarte hasta que termine de estacionar, sé una buena niña. Puedes tener un accidente, no sabes cuándo ni dónde. —Terminó de estacionar correctamente y luego saco su gran brazo delante mío y procedió a desabrochar su cinturón.

—Lo siento. –Dije en voz baja.

—Te perdono. –Dijo sonriendo y saliendo del auto. Iba abrir yo, pero él fue más rápido y abrió la puerta para que pudiera salir.
Agredecí con un gesto y el asintió.

Caminamos fuera del estacionamiento y llegamos a lo que sería su hogar.
Era un departamento grande y de veía bastante bien.
Puso el código (sería la llave) y la puerta soltó un sonido agudo y se abrió. Entró él primero, para ver si no había algo "fuera de lugar" Y luego de esperar un rato en la entrada y ver al rededor, me invitó a pasar.

—Lo siento, no quería hacerte esperar mucho. Solo haz la vista gorda por ahora. –Negué.

—Está bien, perdóname a mi. Vengo de la nada y interrumpo tu trabajo y ahora usurpo tu casa.

—No digas eso, me sentí feliz de verte. Aunque, parece que no en buenas condiciones para ti.

—Es... Complicado, ¿Puedo ir a su lavado?

—Claro, en ese pasillo en la izquierda la segunda puerta. —Apunta. —Prepararé algo de comer, toma tu tiempo. —Asentí y caminé hacia dónde me dijo el señor Kitara.

Ví curiosa algunos cuadros en la pared. Había una foto que llamó mi atención: Era él junto a una niña pequeña, ambos reían y de veían felices en la foto.
Decidí entrar al baño y lavarme.

Al salir estaba el Sr.Kitara preparando un sopa instantánea.

—Lo siento, es lo único que sé preparar. –Rascó su nuca avergonzado. Yo reí por lo bajo y luego me acerqué a él.

—Bueno, se ve sabroso su especialidad, Kitara-san. –Dije sentándome enfrenté de él.

Me pasó la sopa con fideos y verduras del combini y sonrió —Musume. –Levanté mi vista. —Llámame Musume. Yo te llamo por tu nombre también, estaríamos igualados ¿No crees?

Por alguna razón me sonroje y asentí.

—Ahora dime, ¿Qué sucedió?

chubby girl - First Love •BC• [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora