🐦EP. 14: 28

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El tiempo pasó y no había señal de que Musume volviera a la casa.
Tenía un teléfono, pero parece que no lo llevó consigo. Ya que a la primera advertencia que llamó Sakichi el celular vibró de forma ruidosa sobre la mesa ratona que estaba en la sala, es decir, se lo olvidó ahí. Es decir, no hay forma de comunicar a Musume ¡Cierto! El número de la profesora.
Sakichi volvió a agarrar su celular y marcó el número de su profesora.

Primer pitido.
Segundo
Tercero...
Cuarto...

¡Pip!
...¡Atendió!

-Hol---

"Se ha comunicado con el número de la profesora Kujo, de la Universidad Bright Centrair, por favor deja tu mensaje después del tono"

Sakichi decidió cortar.
Bueno, se estaban tomando un buen rato, o algo pasó. ¡¿Y SI ALGO PASÓ?! No, no, Dios quiera que no.
Ahora Sakichi estaba el doble de preocupada. Ninguno de los dos atendía, bueno, uno sabía la razón por la cual no lo hacía, pero, ¿Y el otro? ¿Por qué la profesora no atiende?
Miró el reloj de la pared, 18:40 apuntaba las agujas del reloj, bueno, dos horas pasaron.
¿Se habrán distraído con algo? ¿Es el tránsito? Aunque no salga mucho, tiene entendido que Musume casi siempre se demoraba por el tránsito en la ciudad de Tokyo.

— Calma Saki, calma. Si hubiese pasado algo malo serias la primera en saberlo. -Trató de calmar la ansiedad hablando con ella misma y metiendo palabras que ni ella entendía.

La hora pasó como una eternidad para ella y cuando ya estaba por llamar a la policía, se escucha el sonido de la puerta y levanta la mirada, en efecto, había llegado Musume con una sonrisa de oreja a oreja. Cuando Sakichi lo llamó:

— ¡Musume-kun! -Gritó aliviada. Ni bien escuchó la voz de la menor aclaró la garganta y luego dió una tímida sonrisa, era diferente a la sonrisa con la que había llegado.
La primera era... Tan diferente, no sabría explicarlo.
Ahora la sonrisa que le está dando, es la que siempre le da, una de ternura. Nada más, nada menos.
Algo saltó en el pecho de la menor, y dolió, diablos que sí dolió. Pero no era la primera vez que le dolía el corazón de esa forma, ya lo había sentido antes, un corazón casi destruido seguía cayendo sus piezas en el suelo y nadie podía ayudarla a levantarlas, o ella no dejaba que nadie lo haga. -Me tenía preocupada, ¿Dónde estaban?

— Bueno, como salió temprano pasamos por una cafetería que se abrió hace poco que esta llegando a la estación, parece que mi amigo tendrá competencia jajaja. —Explicó rascando su nuca. —Y bueno, obviamente nos ganó la intriga ya que había una fila enorme y pudimos conseguir un lugar dentro. Es bastante bonita y es acogedora. Perdón si no respondía, como vez, no llevé el celular.
La Señorita Min.. Kujo, —Se corrigió, iba decir el nombre. — Es una persona bastante divertida, pase un buen momento con ella, no me dí cuenta que el tiempo pasó tan rápido. — Volvió a poner la misma sonrisa que puso cuando cruzó la puerta, y una punzada volvió en el pecho de la chica.
—Nunca la pase tan bien, y tan solo fue una hora.

Sakichi escuchó atentamente cada palabra y notaba cada gesto que él hacia. Las veces que pronunciaba el apellido de la profesora y el bien rato que recalcó nunca la había pasado así de bien en solo una hora.

— ... ¡Oh! Ya veo, es grandioso Musume-kun. —Sakichi formó una sonrisa a labios cerrados y junto sus manos. —Me alegra que se haya podido distraer de tanto trabajo, me siento aliviada, pensé que no tomaba los descansos necesarios.

— Lo siento por preocuparte, me volví muy dependiente cuando apareciste en mi vida. Y si no me dices si llevó las llaves o celular, lo olvido. Este es el cerebro de un viejo, que nunca te pase Sakichi.

chubby girl - First Love •BC• [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora