¿Amor? No lo creo.

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Hola, amor. Soy yo, de nuevo.

Espero que no me hayas extrañado, porque la verdad es que yo tampoco te extrañé a ti.

Te escribo hoy porque decidiste volver a mi, donde yo, honestamente, no te quería más.

Tenía semanas sin estar mal. Sentía que ya lo estaba superando. Pero mi maldito subconsciente me traiciona de una manera impresionante.

Sueño con él más de lo que debería, y sé que, en el fondo de mi corazón, aún lo extraño.

No quiero verlo, pero sí quiero hacerlo. 

Tengo mucho tiempo sin saber de él, y me pregunto si él me extraña, me piensa, o todo lo que hace le recuerda a mí... 

Es la primera persona de la cuál me enamoro así, y se va de esa manera... Maldita sea.

***

Pero como no todo es acerca de mí, quisiera hablarte de otras personas.

Dicen que el amor es ciego, pero definitivamente no hay peor ciego que el que no quiere ver.

Intentas ayudar a alguien a que no se encuentre con sorpresas, y te sale con una patada... Es lo peor que puede pasar. Pero lo bueno de todo es que el karma existe, y ese alguien se llevará su sorpresa.

***

Y eso es todo, amor. Te escribiré otro día que decidas volver a mí. Adiós.