Capitulo 4

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LIA WEILLER

Me despierto en la mañana sintiéndome muy extrañar al abrir los ojos y no ver mi habitación y mis cosas. Ayer mi día estuvo bastante bien, Noé me llevo a conocer algunos lugares y varias playas, todo me encanto, es un lugar hermoso, muy lleno de vida.

Ahora me estoy vistiendo para ir a mi primer día en mi nuevo instituto, ya se, se lo que estarán pensando. Como puedo entrar a un instituto en el ultimo año y a demás de eso el segundo día de clases. Yo pensé lo mismo, pero no me importo tanto ya que al ser mi último año no me preocupa entrar ahora. Estoy bajando para desayunar y me encuentro con todos ya despiertos en la cocina desayunando.

-buenos días Lia.- me sonríe Nick mientras toma su café y lee el periódico.

-buenos días.- respondo hablándoles a todos al mismo tiempo.

-¿cómo dormiste en tu nueva habitación?-esta vez es Noé quien habla.

-muy bien, aunque aun no me acostumbro.-digo sentándome y mordiendo una tostada.

-y no es para mas después de toda una vida viviendo en el mismo lugar.-habla mi madre acercándose para darme un beso en lo alto de la cabeza, se sienta junto a mi y todos empezamos desayunar, y mientras ellos conversan yo no puedo evitar pensar en todo lo que me esta ocurriendo. Pienso en lo extraño que se siente volver a convivir con dos hombres. Y lo mucho que extraño a mi hermano, más, no la vida que tenía en Londres, porque a pesar de todo necesitaba este cambio de aires. Es muy raro verme sentada en una mesa desayunando con mi madre y estos dos hombres, pero me siento bien. Me siento en familia después de mucho tiempo.

Cuando terminamos de desayunar todos tomamos un camino diferente, salgo de la casa con mis cosas para entrar en el auto e ir a mi nuevo instituto.

-Buenos días señorita Weiller- me saluda el chófer del auto al entrar.

- Buenos días- respondo tímida. No me gusta tanta formalidad pero decido ignorarlo.

Al llegar al frente del instituto me despido amablemente del chófer y bajo del auto. Me quedo mirando un momento las afueras del instituto, observo a la gente desde donde estoy y de inmediato avanzo para entrar. Ya tengo todos los datos que necesito para mis clases así que se a donde tengo que ir, donde esta mi casillero y el horario de mis materias. Me adentro en el instituto para ir a mi primera clase que es matemáticas. Entro a la sala y de inmediato todos me miran, y sé que me debo ponerme roja como un tomate por que algunos me miran y se ríen, no pretendo que tengan ese poder de burlarse de mi así que levanto mi cabeza y camino hasta sentarme en un asiento que esta al medio de la sala, a los segundos una chica pelirroja alta y muy hermosa se sienta a mi lado y me sonríe.

-hola, eres nueva cierto?, yo me llamo Abby, un gusto en conocerte.- me tiende la mano para que la estreche. Lo dudo un segundo pero al final lo hago y le devuelvo la sonrisa.

-hola, yo soy Lia.- en ese momento llega otra chica esta es rubia e igual de hermosa que Abby, esta se para a mi lado y me mira extrañada.

-hola, Abby. – le dice ella a la pelirroja.

-hola Courtney.-la saluda ella, y la tal Courtney le da una mirada que dice claramente que quien rayos soy yo, Abby no parece percatarse de lo que le quiere decir la rubia con sus gestos, mira a la chica que le hace señas hasta que parece entender lo que ocurre y habla.- oh si, Courtney ella es Lia, es nueva en el instituto y va a ser nuestra amiga a partir de hoy.- eso ultimo me hizo gracia, se ve que ella es bastante espontanea, no la conozco casi pero ya me cae bien, me gusta su valentía al acercarse a alguien.

- oh, pues hola Lia, un gusto en conocerte.-me habla mientras se sienta en el asiento que hay justo en frente de mi. En ese momento llega la profesora y empieza la clase de inmediato. No parece darse cuenta de que soy nueva, cosa que agradezco ya que no me gustan las presentaciones. 

Miro a las personas a mi alrededor y veo que unos asientos mas atrás en la fila de al lado hay un chico mirándome de una manera muy extraña, nuestros ojos se cruzan por un instante y de inmediato el aparta la mirada y la vuelve hacia su mesa. Que extraño es...


ASH MILLER

Es ella, la chica de ojos grandes esta aquí, en mi sala de clases. Pero que mierda, no puede ser tanta casualidad que la hayan integrado a este instituto. Pero así es, esta sentada hablando con dos chicas, Abby y Courtney creo.

-¿quién es ella?-me pregunta Mike.

- es mi nueva vecina.-digo sin poder dejar de mirarla.

-pero si tu ya tienes vecinos-habla Luke a mi lado sorprendido.

-ya lo se. Llegaron ayer con su madre, parece que es la hija de la nueva mujer de mi vecino.-aclaro.

-mierda Ash, porque no nos dijiste que tenias una vecina que esta así de buena.- me volteo solo para fulminar a Mike con la mirada.

-Ni se te ocurra, esta es mía.-le digo sonriendo de lado.

-no se vale, siempre te quedas con las mas buenas.-Dice el echándose hacia atrás en el asiento y cruzándose de brazos como un niño pequeño.

En ese momento Luke baja la cabeza y mira hacia la mesa que tiene en frente mientras suelta una risita por la nariz que parece mas un resoplido a la vez que mena la cabeza en gesto negativo.

-¿Y tu de que te ríes?-le pregunto molesto.

- De nada. Solo me parece increíble como tratan a las chicas como si fueran un trofeo.-dice aun con la cabeza abajo.

-no las tratamos como un trofeo.

-ya, claro.

Volteo los ojos, siempre se pone intenso, no me sorprende que sea el único de los tres que casi nunca se acuesta con nadie.Me vuelvo hacia la chica y me la quedo mirando fijo aun cuando entra la profesora y empieza la clase. Ella mira a su alrededor igual que como lo estaba haciendo con la casa cuando la vi ayer, de repente gira su cabeza en mi dirección y nuestros ojos se cruzan por un instante. La intensidad que transmiten sus bonitos ojos verdes me hacen apartar la mirada de inmediato. Pero que cojones provoca esta chica en mí que me hace comportarme como un imbécil, lo que acabo de hacer es demasiado cursi. Esto no me gusta nada.

∞∞∞

El día termina mejor de lo que esperaba y en cuanto a la chica no la vi mas durante el día, creo que solo nos toca juntos la clase de matemáticas ,aun así no me preocupo por eso ya que estoy con los chicos camino a la playa para surfear un rato.

Aparco el auto, bajamos los tres y empezamos a caminar hacia la playa con las tablas de surf.

-el día esta increíble para surfear.-dice Luke.

-definitivamente si.-le responde Mike.

Salimos corriendo para empezar con nuestras acrobacias en el mar.


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