LIA WEILLER
Pero que imbécil, nunca había visto a semejante idiota inmaduro como el, es de las personas mas detestables que la vida me ha lanzado para conocer por casualidad. En cuanto me hablo pude ver como era, es algo que me gusta de mi, que con solo estar un rato con esa persona se como es, y con el solo me bastaron dos palabras y un pelotazo en la cabeza.
- ¿que ha pasado?- me pregunta Abby en cuanto el tal Ash se aleja con la pelota en la mano y su genio de tarado.
-es un idiota.- digo enojada y bastante frustrada así que vuelvo hacia la manta para sentarme y seguir con lo que iba a hacer.
-ese era Ash?- esta vez me lo vuelve a preguntar Courtney mientras me pongo bloqueador solar en el cuerpo pasando mi mano por la cicatriz que tengo en el hombro derecho.
- pues si así se llama el imbécil, entonces si, si era el.
-Ash es el típico chico con el que todas queremos acostarnos, el que va todas las fiestas y siempre se tira a una chica, SIEMPRE. O por lo menos eso es lo que he escuchado, es que no habla con nadie excepto por esos dos que están ahí con el.- me volteo para ver a dos chicos con el, ambos son bastante lindos, mucho diría yo, pero aun así se nota desde lejos que Ash es el más guapo de los tres.
Me permito detallarlo un poco. Su cabello desordenado lo hacia ver increíblemente sexy, no era ni muy largo ni muy corto, su cara es perfilada y larga y tiene unos ojos lindos y pestañas largas, cuando nos miramos en la clase de hoy no pude evitar observar el color de sus ojos, y es que no sabes si son grises o verdes, son como una mezcla de ambos. Sus brazos son torneados y largos, se ven fuertes y por su estomago y vientre que tiene bien trabajado se puede deducir que hace bastante ejercicio, tiene una tableta de chocolate bastante marcada , su cuerpo hace que mis hormonas tomen control sobre mi...
-Liaa-me grita Courtney sorprendiéndome haciendo que de un saltito de susto.-te lo quedaste mirando eh. No te culpo, con ese cuerpo quien no querría verlo todo el día.
-sigue siendo un imbécil.-respondo volteando los ojos y acostándome boca abajo mirando hacia la playa para broncearme con mis gafas de sol puestas.
-si pero eso no le quita lo lindo, parece salido de una revista.-lo que dice Abby hace que vuelva a voltear los ojos.
Vuelvo a mirara hacia la playa y veo que Ash sale corriendo con una tabla y se adentra en el mar como si fuera uno solo con las olas. Se le da bastante bien surfear, ojala fuese menos idiota y menos mujeriego, aun si eso no fuera así no estaría con el, es demasiado... agonizante, no lo se, solo no me termina de convencer.
-Que les parece si después vamos a comer, paseamos por Downtown y Ocean drive, necesito mas ropa.-propone Abby después mucho rato.
-a me parece bien-le dice Courtney.
-a mi también, vayamos ahora.
Después de caminar por casi todo Miami, llegamos a Midway cafe, según las chicas es de las mejores cafeterías de la ciudad, es un lugar hermoso y transmite mucha tranquilidad.
Pedimos el menú de batidos y cada una hace su pedido.
-te gusta el lugar Lia?- me pregunta la rubia.
- me encanta- respondo tomando un sorbo de mi batido Monkey business.
La tarde se puso aun mas divertida cuando afuera en las calles se escuchaba la música y se veía gente bailando por todas partes, fue todo un espectáculo, y nos unimos a las personas que parecían pasarlo increíble.
Me llevaron a conocer mas lugares y de la nada se hizo de noche y las chicas me trajeron a mi casa. Me bajo del auto y me despido de ellas diciéndoles que nos veríamos mañana ya que nos tocan todas las clases juntas, y ellas me prometieron que me llevarían a Little Havana.
Camino hacia la puerta y entro a la casa, de inmediato veo a Noé en la cocina bebiendo algo que parece ser jugo.
-hola Noé, que tal?-le pregunto de buen humor.
-hola Lia. Pues yo estoy bastante bien, pero veo que tu estas mejor, y también veo que ya has hecho amigos, se puede saber cuando pensabas contarme?-me lo esta diciendo entre enojado y feliz, por lo que hago el amago de acercarme para contarle todo mi día con detalle a excepción de lo de Ash, no me apetece hablar de ese chico y espero no tener que volverlo a cruzarmelo en lo que me resta de vida, una lastima que tengamos la clase de matemáticas juntos.- ¡wow!, parece que alguien tuvo un día increíble, solo espero que esas chicas no me hagan pelearme con ellas por tu tiempo.-me dice guiñándome un ojo.
-no te preocupes, tu siempre tendrás un lugar en mi corazón.-ambos nos miramos y nos reímos.- ¿dónde está mama y Nick?
-ya deben estar durmiendo, no llegaste especialmente temprano, niña mala.-me regaña agarrándome los mofletes como si el fuese un abuelo.
-cuando te diviertes el tiempo pasa rápido. Bueno yo me iré a acostar también.-digo dándome la vuelta para subir a mi habitación.
-yo igual.
Noé me sigue escaleras arriba y cuando llegamos cada uno a nuestra puerta nos miramos, nos damos las buenas noches y entramos a nuestras habitaciones. Me encanta que su habitación esta al lado de la mía, es como cuando vivía con mi hermano. Cuando tenia pesadillas iba corriendo a su habitación y el me abría su cama para que me acostara con el. Me acariciaba el cabello hasta que me quedaba dormida de nuevo y esta vez sin pesadillas, cuando me despertaba siempre aparecía en mi cama, supongo que en cuanto me quedaba dormida el me cargaba y me llevaba de vuelta a mi cuarto. Con Noé en la habitación de al lado me siento igual, protegida, y aunque ya hace mucho que no tengo las pesadillas, a veces no puedo evitar sentirme insegura por las noches, y saber que el esta en la puerta de al lado me hace sentir mejor.
En cuanto entro a mi habitación me voy hacia el baño para darme una ducha. Salgo del armario con mi pijama de las chicas súper poderosas, me la regalo mi madre hace ya bastante tiempo, es grande pero muy cómoda así que me encamino hacia mi cama.
Estoy tan agotada que en cuanto mi cara toca la almohada me quedo dormida.
Recuerden dejar su voto para saber que les gusta esta historia que apenas esta empezando.
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lo nuestro no te conviene
RomanceTodos tenemos un pasado, algunos malos, otros buenos y otros que ni siquiera dan para ser recordados,ya que son tan fuertes y dolorosos que tu mente trata de omitirlos dándote la única opción que crees mejor, hacer como que no existe... Esta es la h...