La presión social con el paso del tiempo se vuelve más pesada...
Para ser perfecto debes sacrificarlo todo, hasta la propia felicidad...
"Aquí no hay ningún villano. Solo personas que buscan algo en común... Sobrevivir"
ᴇꜱᴛᴀᴅᴏ ᴀᴄᴛᴜᴀʟ ᴅᴇ ʟᴀ ʜɪꜱᴛᴏʀɪᴀ:...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
••••••• •••••••
"Que podría ser mejor? Dejarse caer en el vacío de un acantilado o atravesarse un kunai por la garganta"
Sacudió la cabeza sacándose esos pensamientos repentinos de la mente. Tomó la perilla de la puerta soltando un suspiro largo adentrándose a la casa. Nuevamente llegaba decepcionada de si misma, sabía que tenía una prueba en la academia y aun así no se esmero en practicar sus técnicas o al menos su puntería.
Para rematar, en la salida no faltaron las burlas de parte de los alumnos: de ser hija del Hokage y no poder hacer correctamente un jutsu.
Obviamente todo eso le afligía, más cuando se trataba de la Uchiha menor quien siempre andaba detrás de ella alegando que era muchísimo mejor que la hija del Hokage así haciendo que los demás al oír eso se alejaran de ella.
-Mamá, ya llegué!- avisó pasando por los pasillos adentrándose a la cocina, aquella mujer de ojos perlados dirigió su vista hacia su hija dejando de lado los platos que se encontraba secando.
-Bienvenida cielo, quieres comer algo? O prefieres darte un baño primero- dijo acariciando el cabello rubio de la niña.
-No tengo hambre, me daré un baño para refrescarme un poco- soltó sonriendo.
-Que tal te fue en la prueba? -cambió de tema volviendo a tomar los platos ya secos para colocarlos en su lugar correspondiente.
-Supongo que... bien? Pero aún me falta práctica, poder crear solo 3 clones no me servirá de nada en las misiones-la frustración era bastante notable en sus palabras y más en sus labios fruncidos, no obstante volvía a sonreír normal viendo a su madre acomodar los platos.
Se acercó nuevamente a su hija plantando un beso en su cabeza, sabía perfectamente la forma de ser de su hija, ella la había traído al mundo a la vez que la vió crecer, así que para ella, su hija era como un libro abierto.
-No te preocupes... lo lograrás, no hay nada mejor que la práctica, la constancia y la paciencia-tomó sus manos mostrando una sonrisa maternal- recuerda que todo sacrificio y esfuerzo tiene una recompensa.
-Lo sé, no bajaré mis ánimos solo por eso. Aún así me decepciona un poco - soltó mirando el delantal rosado que su madre tenía puesto.
-No te preocupes demaciado por eso, es normal, yo también llegué a sentirme así- le aseguró recordando.
Unos apresurados pasos hicieron que dirigieran sus miradas al pasillo, una silueta apareció tan de repente abalanzandose contra la rubia.
-Tn! Ya volviste!- expresó emocionada la menor -mamá no me avisaste que llegó- se quejó sacudiendo a su hermana en medio del abrazo.
