Libardo salió de la ducha con una toalla alrededor de su cintura, caminando hasta su cajón busco unas bragas que sintieran lo suficientemente cómodas Como para salir así a desayunar, sabiendo que Jean estaba preparando el desayuno, y su hermano estaría duchándose como todas las mañanas.
Se miro en el espejo de pies a cabeza, sonriendo a su reflejo. Le gustaba lo que veía.
Sin más, bajo las escaleras a paso apresurado, queriendo tener un poco más de tiempo con Jean a solas antes de que su hermano salga del baño.
Lo vio justo ahí, parado enfrente de la cocina, dándole la espalda a Liba, quien se tomó todo el tiempo que quiso para apreciar la hermosa espalda de Jean, que por el momento se encontraba sin su camisa habitual de trabajo.
"Buenos días, Jeansito" Hablo Liba una vez que estuvo completamente adentro de la cocina.
"Buenos días Libar-" Jean se cortó a si mismo al ver la poca ropa que llevaba Liba cubriendo sus partes más íntimas. Atragantandose con su saliva, volvió a hablar. "Buenos días, Libardo"
"¿Te gustan mis braguitas, Jeansito?" Pregunto Liba con el tono más infantil que pudo, agitando sus largas pestañas.
"Este...Si...Son bastantes..." Se tomó un tiempo para prensar una frase que no implique algo sexual o como sentía que su pene crecía con solo verlo de esa forma. "...Llamativas..." Finalizó.
Liba frunció el ceño ante las palabras de Jean. El no esperaba eso, esperaba algo como sexy o caliente quizás. No llamativas.
"¿Llamativas?" Casi escupió la palabra con algo de desprecio. ¿De verdad JeanCarlo? Rio un poco comenzando a acercarse a el oji-negro lentamente "¿Acaso no te parece caliente?"
Jean dejo de respirar por un momento, observando sin escrúpulos a Liba. Esa era la palabra exacta que creia Jean para cómo se veía el niño. Perdió la cordura por unos momentos, contestandole a Liba:
"Esas malditas bragas te hacen ver tan caliente qué Quiero arrancarte las con los dientes y después follarte contra la mesa"
Dijo sin más, avanzando hasta Liba, haciendo que el oji-marrón retrocediera los pocos pasos que había avanzado, chocó su espalda contra la pared de la cocina.
Liba sonrío inconscientemente mirando los ojos oscuros de Jean, Después pasó sus brazos por los hombros del mayor. "¿Y porqué no lo haces?" Habló con un tono dulzón.
"Te aseguro que-" se volvió a cortar en el momento que escucho los pasos de Carlos bajando las escaleras apresuradamente, sus zapatos de vestir sonando contra el piso de madera. Alejándose lo más que pudo de Liba miro la puerta de la cocina en el momento exacto qué Carlos pasaba por ahí. Parándose entre el medio de los dos, mirando a uno y luego al otro.
"¿Está todo bien?" Inquirió curioso, mirando después a su hermano.
"Todo más que bien, hermanito." Hablo Liba dulcemente, mirando a Jean por sobre el hombro de su hermano guiñándole uno de sus marrones ojos.
Jean negó con su cabeza, para luego darse la vuelta, dándole la espalda a los dos hermanos, pasando sus manos por su rostro. "Qué estaba haciendo?"
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Jean golpeó su frente contra la mesa del mini bar, haciendo que su café se tambalee un poco por el repentino movimiento.
"¿Y ahora a ti qué te pasa?" Preguntó divertido Naim, uno de sus otros mejores amigos, además de Carlos. Pero no sería bueno hablar con Carlos sobre las ganas incontrolables que tenía de follarse a su hermano.
"Estoy frustrado sexualmente" dijo Jean levantando su cabeza, apoyando su mentón en la palma de su mano.
"¿Qué pasó? ¿La pequeña princesita libardo te dejo caliente otra vez?" Preguntó Naim, hablando en un tono de voz como si estuviera hablando con un bebé.
"Claro que no idiota" Río irónico cómo soy lo que acababa de decir fuera una estupidez.
Naim lo miro seriamente, levantando una de sus finas cejas, "Jean, ese niño te trae loco desde que se mudó con ustedes, a mí no me engañas" Jean fruto su cara con sus manos, suspirando frustrado.
"Es que el mocoso me la hace tan difícil" hablo para luego tomar un trago de suya frío café, haciendo una mueca."se pasea por todo el departamento con unas jodidas bragas" Tomo la cara de Naim entre sus manos para luego acercarlo a él. "Jodidas bragas adentro de su jodido culo" escupido cerca de la cara de su amigo.
Naim limpio dramáticamente la saliva que le había caído sobre su rostro haciendo una mueca de ascó. "Ya entendí". Respondió. "¿Porque no te lo follas de una buena vez? Por ahí se te baja un poco la calentura" concluyó encogiéndose de hombros, tomando un poco de su te.
Jean lo miro incrédulo. Cómo si todo fuera tan fácil, pensó. "Naim no puedo follarme a Libardo cuando su hermano es mi mejor amigo" respondio. "¡Es mucho menor que yo! Puedo ir ala cárcel por eso, ¿Sabías?"
"Ay por Dios Jean" contesto Naim frustrado. "No seas tan exagerado, joder. Si el mocoso quiere que lo folles ¿Cuál es el jodido problema? Ya éntrale de una vez para sacarte toda esta frustración"
Jean pensó lo que dijo su amigo unos segundos. Tenía razón, si el niño quería que se lo follara ¿Porque se hacía tanto problema? De igual manera se sentía mal por tenerle ganas a un niño de 16 años y para colmo el hermano de su mejor amigo. Pero ya qué... El mocoso lo provocaba, en algún momento durante el hospedaje de Libardo en su casa iba a suceder.
"Tienes razón" Dijo Jean. "Me lo voy a follar" Asintió sonriendo. Naim río negando con la cabeza, tomando otro poco de su te, comenzando a hablar sobre cómo le gustaría pedirle matrimonio a su ya novia de hace varios años. Jean estuvo de acuerdo, bromeando sobre que él había pensado pedirle matrimonio a Libardo.
El celular de Jean sonó en su bolsillo delantero, frunciendo el ceño leyó el mensaje y todo lo que había reflexionado hace un momento, se fue a la mierda.
Carlos:
Escucha, bro, ¿Podrías pasar por Liba a la escuela? Se me ha hecho tarde y no llegaré. Eres el único en el que confío para cuidar a mi hermanito.
Volvió a pegar su frente contra la mesa, suspirando, no le podía hacer eso a su amigo.
De una forma u otra, alejaría a Liba lo más posible.
