Llévame a casa

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- ¿Y acaso crees que tengo cuerpo de niña de guardería? - También lo dije entre risas.

- Pues... - Hasta ahora me había detenido a mirar sus curvas, esas caderas y ese trasero, ¡Qué Agh! Cabían perfectamente en ese asiento... Y su cintura, tan bien marcada, y aunque realmente no tuviese pechos, ésta nena es jodidamente perfecta y sexy, lleva puesto un short con medias de red y un crop top negro, su cabello negro y suelto, y esa mirada inocente y ruda a la vez... ¿Cómo alguien como ella está frente a mi?...

Hubo un silencio un poco incómodo entre nosotros, yo seguí conduciendo y ni siquiera sabía hacia donde me dirigía.

- Pues... No, no tienes un cuerpo de niña en lo absoluto. - Dijó mientras se mordía el labio inferior.

- ¡Okay! Pero... ¿Hacia dónde estamos yendo? - Pregunté de una manera nerviosa.

- Vaya cierto... Pues... Ya que no quieres regresar a tu casa, eres bienvenida en la mía. - Lo dijo mientras sonreía y en sus ojos realmente se notaba tranquilidad.

- ¿En serio? - En verdad no me lo podía creer...

- Tú solo conduce, nos detendremos a comer algo más adelante, y a partir de ahí yo manejo, para llevarte a casa - Voltee a verlo y no me había percatado que todo el tiempo estuvo mirándome.

-De acuerdo - Le sonreí y volví a fijar la mirada a la carretera.

★ Flash Back ★

- ¿Otra vez tú? - Dijo mi madre, con ese tono de odio.

- Solo quería mostrarte mis calificaciones madre, ésta vez salí mejor que el semestre pasado, mira. - Le mostré la boleta, realmente estaba emocionada.

- Tú siempre con tus calificaciones tan perfectas, solo porque tienes 9 y 10, ¿Qué quieres? ¿Que te aplauda? - Lo grito y tiro con fuerza mi boleta al suelo.

-No madre, solo... - Fui bruscamente interrumpida por una bofetada por parte de mi madre.

- Calla ese maldito osico, si no fuera por ti no me hubiera casado con tu padre y mi vida sería más plena. - Grito demasiado fuerte, justo cuando mi padre entró a la habitación.

- No eres la única que piensa así, la hubieras abortado desde que supiste que estabas embarazada. - Dijo mi padre sin sentimiento alguno.

Yo no pude aguantar mis lágrimas, empecé a llorar solo tenía 10 años...

- Desde que el doctor te puso en mis brazos supe que arruinarías mi vida, maldita inútil. - Volvió a gritar, me dió otra bofetada.

- Sería mejor que tomaras la iniciativa de largarte de nuestras vidas, aquí solo estorbas. - Dijo mi padre para después retirarse de la habitación, después de mi madre.

Dos años después mi actitud y comportamiento cambiaron demasiado después de el tan buen trato que recibía de mis padres.

- ¡Carajo! ¿Ahora en qué mierda estás metida? - Dijo mi madre molesta, pues tenía moretones en la cara.

- Realmente en nada, solo me defendí - Dije algo amargada.

- Maldita niña, ¡No sirves para nada! - Gritó y estuvo apunto de golpearme cuando llegó mi padre y la detuvo.

- Déjanos solos - Dijo mi padre, ella en ese mismo momento se fué y mi padre se acercó a mi, tomando mi rostro delicadamente con su mano.

- ¿Estás bien? - Dijo realmente preocupado, nunca había notado a mi padre así. - ¿Qué pasó?

- No sabía si decirle o no, sinceramente ni él ni mi madre me causaban confianza o seguridad, pero le dije - Un niño, me ha molestado por mucho tiempo y hoy decidí ponerle un alto. - Le dije un poco nerviosa.

𝓓𝓮𝓪𝓽𝓱 𝓲𝓷 𝓱𝓲𝓼 𝓔𝔂𝓮𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora