COSTA DECORINTO. CAMPAMENTO DEL EJERCITO ESPARTANO
DEMIAN
Hoy es el peor día de mi vida.
Mi mesa, la que supuestamente debería estar con un tarro de vino y una copa llena, esta con un montón de pergaminos; irán a saber los dioses de que. Pero no se distraigan, eso es solo uno de los ¨maravillosos obsequios de la vida¨, antes de entrar en mi tienda había tenido Una discusión con mi primer oficial, que no es otra persona que mi hermano, mi ¨querido¨ padre me había mandando una orden que no pensaba cumplir ya que yo tenia otro objetivo, me habían despertado con una alarma de emergencia que resulto ser un engaño por parte de mis más cercanos y hábiles hombres solo porque estaban aburridos y eso me produjo un dolor de cabeza, no había follado en todo el día y la información que me habían prometido aun no llegaba.
Esas son las razones por las cuales es el peor día de mi vida, algo exagerado de mi parte pero normalmente todo sale siempre como yo quiero y esta es la primera vez que no sucede por ello mi humor tan drástico.
Pero en fin... ahora mismo me encontraba ordenando todo el papeleo que había encontrado, esto parecía no tener fin. Estábamos cerca de las costas, la poca información que tenia sobre mi verdadero objetivo era que estaba relacionado con el transporte de mercancía, por ello aun no me había acercado al puerto, ya que los barcos que llevarían la siguiente carga no habían llegado todavía.
En el caso de que llegaran mi mejor mensajero y vigilante me informaría inmediatamente y hará hasta lo imposible por demorar la salida de estos.
Ahora se preguntaran ¿como llevaras un ejercito a un destino inexistente?
Bueno, si había mencionado que me encontraba con mi ejercito, sin embargo, solo tenia la mitad de la cuarta parte de él. Si. El numero es muy grande.
Quienes me acompañaban eran mis mas cercanos hombres, los cuales eran solo 6, el resto no eran más que hombres leales hasta el final sin mencionar que están dentro de los mejores.
Me había pasado toda la tediosa tarde en papeleos mandados por mi "querido padre". Normalmente son trabajos mandados a él pero prefiere que yo me haga cargo de ellos para así prepararme mejor cuando ascienda al trono. Pareciera que fuera yo el que manejaba el reino en ves de él que es el rey.
Aún seguía estresado. El vino se le me había acabado por lo cual si de verdad quería que durante el posible viaje el vino existiera, tendría que aguantar mis ansias.
Ahhhhhh estaba tan cansado.
Me acosté en mi lecho perfectamente armado y me dispuse a descansar un rato o al menos ese era mi plan antes de que mi hermano irrumpiera bruscamente en mi tienda. Lo mire fijamente mientras mi brazo derecho descansaba por encima de mi cabeza, se le veía... ¿feliz? ¿curioso? ¿sorprendido? Pero creo que la respuesta correcta era entusiasmado.
¿por que? Ni yo sabia esa respuesta.
No adivinaras lo que te acaba de llegar - me dijo mostrándome unas 10 cartas, yo solo pude optar por cubrirme los ojos con mi brazo derecho.
- No necesito más papeleo, dejame en paz, ya tuve suficiente con lo de hoy - le respondi sin cambiar mi posición.
- de acuerco - le ecuche decir... puedo jurar que en este momento esta sonriendo - entonces no revises la carta que te mando tu querido amigo.
Yo al instante levante la cabeza confundido. ¿Un amigo?,
¿Tenia más amigos por fuera de los limites espartanos. Bueno, de tenerlos si, pero que estos se comunicaran con él era como complicado y algo practicamente improvable.
- ¿Qué amigo?
- Ya sabes, el gobernador de Tebas - apenas escuche su nombre me levante y practicamente le arrebate todas las cartas de la mano - oye tranquilo hermano - fue su reacción, yo buscaba entre las diez la correcta pero ninguna era.
- ¿Donde esta la carta? - le pregunte con voz amenazante, él ni se inmuto.
- ¿Sabes que es lo más ilogico de esa carta? - me pregunto ahora con seriedad.
- ¿Ilogico? - el asintio - explicate.
- Bueno, para empezar, el mensaje no llego en un cuervo - muy bien, eso era muy ilogico, con la mirada lo insite a que continuara - llego en una paloma.
Ahora lo entendia todo.
Hector, el Gobernador de Tebas, estaba trabajando para mi en la busqueda de la ubicación de la tribu que tanto queria tener en mi poder, debido a mis altas responsabilidades, no tenia tiempo de investigar yo mismo, por lo tanto le asigne esa misión a él.
¿Por qué?
Facil. Según fuentes no confiables, la tribu jamás se ha encontrado sencillamente porque no estaba en este estado, sino en la isla de Eretria. Por lo tanto, Tebas que estaba cerca de las costa y manipulaba todo el intercambio comercial entre la primera y el resto de las ciudades del estado, lo hacia el lugar perfecto para empezar a investigar sobre ellas.
Pero que el mensaje llegara en una paloma solo significaba una cosa. Alguien de la tribu debio estar por los alrededores y si se entero de quienes manipulaban esa información mañana mismo deberia llegarme la noticia de que Hector había muerto.
- Bueno, dejandonos de rodeos, este es el mensaje - me entrego un pequeño pergamino. Yo lo abri al instante.
La leí. La leia y la re-leía. Simplemente no salia de mi asombro a semejante tesoro que tenia escrito ante mis ojos.
Era la ubicación exacta de la tribu, explicada y detallada hasta en los puntos que no tenian sentido
Esta fue la unica noticia que me alegro el día.
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Holaaaaaa................ hace mucho que no me veo por aca jajajaja, bueno es que me faltaba inspiración y de no ser por el acoso de mis mejores amigas no hubiese terminado el capitulo ya que me llegan muchas ideas pero lo peor de todo es que todas esas son para los capitulos más avanzados entonces me tienen asi como argggggggg..................
Bueno no me encadeno mucho. Espero que les haya gustado por favor comenten y diganme que les esta pareciendo. Gracias un beso.
Tratare de subir más rapido esta vez... ya estoy en el desarrollo del siguiente denme fuerzas ajajajaja.
Cuidense.
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Tierras Lejanas (RD)
FantasíaEl pasado puede atormentar a muchas personas incluyendo a los guerreros más hábiles. Cuando Raissa descubra que el pasado viene por ella es cuando más alejada de las personas debe estar o eso pensaba antes de conocer a Demian, el guerrero que le qui...